La mañana del sábado 9 de febrero, fecha en que fueron enterrados los cinco familiares delo preparador físico del Sonsonate F.C., Omar Pimentel, dejó momentos muy marcador durante el sepelio.

La impotencia, la tristeza y el dolor fueron los principales aspectos que cada miembro de la familia dejó ver en sus rostros minutos antes llevar los cinco cuerpos al cementerio general de Chalchuapa para su santa sepultura.

Momentos previos a ello, la madre y suegra de Omar Pimentel, intentaba digerir con un inmenso dolor en su alma la muerte de su hija, quien ya hacía  en un féretro  junto al resto de las víctimas en las que también se encontraban su nieta y su bisnieto.

Mercedes Jaco, de 99 años de edad con los ojos llorosos le preguntaba al cuerpo de su hija, Rosa Ivette Colindres de Pimentel: “¿Quién te hizo eso?”, “Contéstame mamita”, cuestionaba la progenitora a quien en vida fuera también la esposa de Omar Pimente.

Doña Mercedes no digería el por qué le fue arrebatada la vida a su hija, su nieto y bisnieto así como a otras dos personas que les acompañaban en aquella tarde del 16 de enero, fecha en que su auto falló y fue ese el momento en que sujetos los interceptaron para darles muerte en la carretera que de Sonsonate conduce hacia Chalchuapa.

Su familia: Silvia Jaco de Colindres, de 63 años; Rosa Ivette Colindres de Pimentel, de 40 años; Carlos Jaco, de 35 años y Marcos A., de 12 años, fueron víctimas, de pandilleros de la Mara Salvatrucha, según la PNC.

Mercedes Jaco continúo con sus preguntas a cada uno de sus familiares asesinados, les rogó que le contestaran sus interrogantes, pero todo era en vano.

Posteriormente, les pedía que no la dejaran, que no se fueran y que le respondieran, pero la historia era la misma, sus seres queridos ya descansaban junto al Creador, luego de 22 días de desaparecidos y encontrados en la finca Los Trozos del municipio de Nahuizalco en Sonsonate.