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ENTREGA ESPECIAL

Testimonio de joven que se salvó de ser secuestrada junto a dos de sus amigas en reconocido centro comercial de Antiguo Cuscatlán

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Su nombre es Nicole y ha sido tendencia todo este inicio de semana en redes sociales gracias a su publicación en donde cuenta como a ella y sus amigas las intentaron secuestrar al salir de un centro comercial de Antiguo Cuscatlán.

Estas son sus palabras:

“LA VEZ QUE IBAMOS A SER SECUESTRADAS PARA TRATA DE BLANCAS CON 2 AMIGAS EN MULTIPLAZA”.

Antes de empezar debo recalcar que por este tipo de cosas DEBEN prestar atención a su INSTINTO Iniciamos: Todo paso una vez que salimos dos amigas y yo a comer tipo a una hamburguesería de sivar, al rato yo propuse vamos por un helado a multi y andamos caminando ahí, y así hicimos todo.

Estuvo bien hasta que llego la hora de irnos. Se han fijado las escaleras de multi donde ponen el tobogán de pelota para los niños, las que están enfrente de donde ponen el árbol de navidad, las largota?

Quien me conoce sabe que HABLO como una lora y ahí iba yo hablando bajando las escaleras cuando de la nada vi a la pareja y al rato a mis amigas, Y HABÍA UNA TENSIÓN EN EL AMBIENTE, cabe recalcar que era tarde y solo éramos las 3 y la pareja ni guardias habían. Pero no le tome importancia seguí hablando, luego de esto llegamos al maquinita donde se validan los ticket para salir, yo por ir hablando no me fije pero dicen mis amigas que cuando nosotros pasamos enfrente de la pareja ellos se levantaron y nos siguieron, al ver que paramos en la maquinita ellos se sentaron en los cubos que están en el parqueo por la entrada de multi. Explicación de nuestra ubicación en ese momento: espero entiendan cual entrada.

Yo todo ese rato hablando quejándome que la maquina no sería y de pronto le dije a mi amiga “andas monedas que me podas prestar” y ella SUPERR RARA Y DISTRIDA me dijo “si tene” y mi otra amiga estaba igual yo EN SERIO no sabia que pasaba, pero luego vi a la pareja y ahí entendí, no les miento DABA ESCALOFRIOS ESTAR AHI, ERA UN AMBIENTE HORRIBLE.

Literal parecía que no estaban esperando y nos miraban, y luego se hace los tontos, bueno llego la hora que termine de validar y ni modo tuvimos que pasar enfrente de ellos, FUE HORRIBLE mis dos amigas calladas con la respiración acelerada y yo igual pero nadie decía nada, hasta que mi amiga de las monedas dijo “niñas no siente que nos vienen siguiendo” o “si sentíamos algo raro” no recuerdo tanto, a lo que mi otra amiga y yo respondimos ” SII” ahi empezó la CORRIDA de nuestras vidas al carro y la pareja EMPEZO A METERLE TAMBIÉN y esto fue lo peor…. nos subimos al carro yo era la que iba manejando y cuando enciendo las luces veo que su CARRO ESTABA ENFRENTÉ DEL DE NOSOTRAS.

Antes de bajarme les explique a mis amigas que me tenia que bajar a pedir ayuda, que en el carro andaba un machete como buena salvadoreña y que lo usaran sin miedo si alguien venia por ella y pitaran como locas o si podían que se fueran que no pensaran en mi. Mis amigas por que el miedo de nosotras era que aparte del carro apareciera gente de ellos mismos para agarrarnos no se el miedo nos tenia pend…, me baje dejando a mis amigas abrazas y llorando esperando que no me pasara nada al buscar un guardia de seguridad, no les miento…

Fue horrible yo sufri dejándolas en el carro y ellas al verme bajar, pónganse en ese momento litera los nervios eran LO PEOR pero traté de calmarme, camine quizas 1 min pata encontrar un guardia pero yo sentí 40 minutos y todo el tiempo pensando “mis amigas se las van a llevar y yo las conozco se que de dos no hacia nada y literal me cuentan que ellas quedaron abrazadas, con el corazón a punto de explotar, una llorando y la otra en shock pensando que me llevaron.

Miren cuando vi al guardia solo le dije “A MIS AMIGAS Y A MI NOS VIENE SIGUIENDO VENGASE” y el señor se quedo ¿? Jaja, bueno yo corrí con el hacia donde mis amigas esperando que siguieran vivas y fue así le explicamos todo al señor, y le dijimos el carro y todo, el se acerco al carro de la pareja y les dijo que se fueran que no podían estar ahí y ellos le contestaron “no podemos estamos esperando” y el señor le insistió varias veces que se fueran hasta que se fueron, todo eso nos dijo el señor, después de eso estuvimos quizás uno 30 minutos en el carro tratando de calmarnos cuando le dije a mis amigas, vamonos a mi casa y ahí oramos y voy a dejarlas ( otro problema porque capaz nos seguían).

(los que me conocen y saben como manejo bajo presión se han de imaginar todas las escenas) al final fui a dejar a mi otra amiga que prácticamente vive a 1min de la casa, yo llegue en 2 segundos:), esa noche las 3 llegamos a nuestra casa como si nada…

El siguiente día yo le conté a un amigo mio que tiene familiares que trabajan de policías, tenientes, etc. Y me dijo que le había contando a su tío sobre lo que nos paso y su tío le dijo “TIENEN MUCHA SUERTE ese es el modus operandi de los secuestradores de trata de blanca, se van a esperar muchachas afuera de un centro comercial o discotecas, las drogan, las venden, hasta que las pierden, se han reportado varios casos en multi”.

Honestamente y hablo de parte de mis dos amigas y yo, es lo peor que a una mujer le puede pasar, al contar la historia me dio tanta cosa saber que estuvimos cerca que nos secuestraran y nos da mucho dolor porque esto sucede en todo el mundo, de corazón no anden solas y cuídense.

Ese fue el testimonio de Nicole, el centro comercial Multiplaza ya se comunicó con ella para saber más sobre el caso.

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ENTREGA ESPECIAL

Conmemoran décimo aniversario del fallecimiento del Dr. Armando Bukele

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Este 30 de noviembre se cumplen diez años del fallecimiento del Dr. Armando Bukele, padre del presidente Nayib Bukele. Su partida causo tristeza en la población salvadoreña, que continúa recordando su legado.

Durante su vida, el Dr. Armando Bukele destacó en los ámbitos médico, social y político, ganándose el respeto de quienes lo conocieron. Su labor por el bienestar del país y su compromiso con la ciudadanía siguen siendo motivo de reconocimiento.

Igualmente, se le reconoce por las enseñanzas que dejó al pueblo salvadoreño a través de sus distintas profesiones: maestro, empresario y filántropo, así como por su papel como padre. Realizó un destacado trabajo en la crianza de sus hijos, especialmente con Nayib Bukele, quien, gracias a sus consejos y la educación recibida, formó la visión con la que sueña con un mejor El Salvador.

Entre sus mensajes, se cita la frase: “Lucha, gana y goza en esta vida y hazlo también para la otra. Busca el Reino de Dios y su justicia y lo demás te vendrá por añadidura”.

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ENTREGA ESPECIAL

Jovencita de la UES destaca con segundo lugar en concurso de la NASA

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La NASA desarrolló recientemente un concurso que reunió a universitarios de diversas regiones, entre ellos Ángela Pineda, estudiante de tercer año de Ingeniería en Sistemas Informáticos de la Universidad de El Salvador (UES).

El proyecto de Ángela consistió en un sistema autónomo de drones con mini propulsores, con el que participó en el Programa Aeroespacial Internacional, obteniendo el segundo lugar en la base central de la NASA en Houston, Texas.

El evento se realizó entre el 8 y el 16 de noviembre, periodo en el que también recibió entrenamiento similar al de los astronautas, incluyendo simuladores de gravedad cero, vuelo de aeronaves Piper Archer y actividades de robótica bajo el agua.

El proyecto presentado por Ángela y otros estudiantes mexicanos fue nombrado «Hope» y consistió en un concepto de traje espacial con sensores incorporados en la tela.

“¡Segundo lugar! Un logro que destaca su talento, disciplina y el alto nivel académico de nuestra comunidad estudiantil. Felicitamos a Ángela por dejar en alto el nombre de la UES”, expresó la institución en sus cuentas oficiales.

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ENTREGA ESPECIAL

Su esposo murió de cáncer a los 72 y ella que tiene 27 tomó la peor decisión con sus dos hijos

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La historia de Vanessa Collias, una mujer de 27 años radicada en Ontario, Canadá, quedó grabada en los registros judiciales y en la memoria social como uno de esos casos en los que el dolor personal, la tragedia familiar y una cadena de sucesos desafortunados convergen en un final devastador. El 10 de diciembre de 2023, apenas nueve días después de la muerte de su esposo, la joven madre asfixió a sus dos hijos pequeños: Yiannis, de cinco años, y Dimitri, de cuatro. Luego intentó quitarse la vida, pero sobrevivió, aunque con consecuencias permanentes. El caso conmocionó a la comunidad canadiense no solo por la crudeza de los hechos, sino también por las circunstancias emocionales y psicológicas que rodearon a la acusada y que finalmente influyeron en la condena dictada por la justicia.

Las horas previas al crimen se reconstruyeron con precisión durante el proceso. Según la investigación policial, cuando los agentes ingresaron al departamento donde vivía la familia, encontraron a los niños tendidos uno junto al otro, en una escena silenciosa y perturbadora. La televisión seguía encendida y, cerca de los cuerpos, se hallaron prendas de ceremonia, como si la madre hubiese querido preparar algún tipo de ritual íntimo. En ese mismo espacio también se encontró una nota colocada detrás del televisor, un mensaje que los investigadores incorporaron al expediente y que sería analizado en el contexto del estado emocional de Collias.

Para los efectivos policiales que participaron del operativo, el shock fue inmediato. No había signos de violencia más allá de la asfixia. Los cuerpos de los pequeños no presentaban golpes, cortes ni ningún otro indicio de abuso previo. Más tarde, los exámenes post-mortem confirmarían que los dos niños estaban “sanos y nutridos”, un detalle que la fiscalía subrayó para remarcar que, pese al desenlace fatal, la madre había cumplido con los cuidados básicos hacia ellos. Ese dato se convirtió en un elemento clave para comprender la dinámica familiar previa al crimen.

En su confesión ante la corte, Vanessa Collias narró con lágrimas y voz quebrada el momento en el que decidió poner fin a la vida de sus hijos. Relató que había tapado sus narices y bocas con su mano mientras les cantaba “You Are My Sunshine”, una canción que solía entonarles desde que eran bebés. La imagen de una madre acunando a sus hijos con una canción dulce mientras ejecuta un acto irreversible estremeció a todos los presentes. La misma mujer aseguró que intentó quitarse la vida inmediatamente después, lanzándose desde el balcón del departamento. La caída no le provocó la muerte, pero sí una serie de lesiones que la dejaron parapléjica.

La confesión fue tan detallada como desgarradora. Collias explicó que, desde la muerte súbita de su esposo, Costa Collias, ocurrida el 1 de diciembre debido a una leucemia agresiva combinada con un cuadro de sepsis, su mundo entero se había desmoronado. Según sus propias palabras, la pérdida la había dejado “rota, completamente sola e incapaz de concebir una vida sin él”. En el expediente, agregó que en ese estado de desesperación había llegado a la conclusión de que la única manera de reunirse como familia era morir junto a sus hijos. Esa frase sería citada una y otra vez durante el juicio para intentar explicar la raíz psicológica del crimen.

La fiscalía, luego de recibir un extenso informe psiquiátrico, decidió reducir los cargos originales y aceptar que Collias se declarara culpable de dos asesinatos en segundo grado, lo que de todos modos implica una sentencia de cadena perpetua bajo la legislación canadiense. La rebaja se sustentó en el diagnóstico de un psiquiatra del Centro de Adicción y Salud Mental, quien concluyó que la mujer había sufrido un trastorno de adaptación grave tras la muerte de su esposo. No se trataba de una psicosis prolongada ni de un desorden estable, sino de un episodio agudo que alteró completamente su capacidad de juicio.

Durante la audiencia, el equipo de defensa aportó contexto sobre la relación entre Vanessa, su esposo y los niños. Describieron una dinámica familiar estable, amorosa y sin antecedentes de maltrato. “Lo que la señorita Collias más quiere, su señoría, es que entiendan que lo que ocurrió no fue de ninguna forma motivado por malicia. No fue por una falta de amor hacia sus hijos”, señaló uno de los abogados. Luego añadió: “Fue completamente lo opuesto”. Según la defensa, en la mente de Collias, distorsionada por el duelo extremo, la idea de morir con ellos era una forma de protegerlos del sufrimiento que ella misma creía inevitable.

Ese planteo generó un debate profundo en la sala. Por un lado, los fiscales insistieron en que la muerte de los niños había sido deliberada y que ninguna circunstancia emocional podía borrar ese hecho. Por el otro, la defensa pedía comprensión contextual, no para justificar el acto, sino para explicar cómo una madre sin antecedentes criminales había llegado a cometerlo. La jueza reconoció la complejidad emocional del caso, pero fue categórica en su sentencia: dos niños pequeños habían perdido la vida a manos de quien debía cuidarlos y protegerlos, y ese acto exigía la condena más alta contemplada para este tipo de delitos.

En paralelo, se conocieron detalles de los días posteriores a la muerte de Costa Collias. La joven madre había creado una página en GoFundMe solicitando ayuda económica para afrontar los gastos funerarios y sostener a sus hijos. Ese gesto, en apariencia racional y propio de un duelo reciente, contrastaba con la espiral emocional que se desencadenó poco después. Según el informe forense mental, la mujer alternaba momentos de aparente lucidez con episodios de angustia profunda, en los que expresaba que ya no encontraba sentido en la vida.

En el juicio, cada una de estas piezas fue encajando para reconstruir el derrumbe emocional que atravesó Vanessa. Su entorno más cercano también declaró que, tras la muerte de Costa, había perdido peso rápidamente, casi no dormía y pasaba horas mirando fotografías de su esposo. Los vecinos relataron que la escuchaban llorar durante la madrugada y que, en varias oportunidades, ella misma confesó sentirse desbordada. Pese a esos signos, nadie imaginó que la situación derivaría en un doble filicidio, uno de los crímenes más difíciles de asimilar socialmente.

El momento final de la audiencia estuvo marcado por un silencio absoluto. Vanessa pidió permiso para dirigirse a sus hijos, miró hacia el vacío y, entre sollozos, pronunció las palabras que quedaron registradas en las actas judiciales. “Dicen que Dios le da sus batallas más duras a sus soldados más fuertes”, comenzó diciendo. Luego agregó: “Bueno, este soldado perdió su lucha y por eso, mis bebés, me disculpo”. Aquella frase, cargada de un dolor irreparable, selló el cierre emocional del proceso.

No hubo aplausos, ni gritos, ni reacciones públicas explosivas. Solo un clima de consternación. Las crónicas locales señalaron que, incluso entre los agentes judiciales, la sensación predominante era la de una tragedia en la que no había ganadores ni perdedores, sino un entramado de duelo y desesperación que culminó en la fractura total de una familia. La condena de cadena perpetua, más allá de su dimensión penal, tiene para Vanessa un peso particular: debido a las lesiones sufridas en su intento de suicidio, pasará el resto de su vida cumpliendo la sentencia desde una silla de ruedas, en condiciones de movilidad reducida y con una dependencia casi absoluta de terceros.

El caso generó discusiones más amplias sobre la importancia del acompañamiento psicológico tras pérdidas repentinas y traumáticas. Organizaciones de salud mental subrayaron que el duelo no solo puede desencadenar tristeza, sino también cuadros severos que alteran la percepción de la realidad. “Las tragedias extremas son posibles cuando una persona queda emocionalmente aislada”, afirmaron expertos consultados por los medios. La historia de Collias se convirtió, para muchos profesionales, en un ejemplo doloroso de lo que puede ocurrir cuando el dolor se vuelve insoportable y no encuentra contención.

A medida que se conocieron más detalles, la sociedad canadiense continuó debatiendo el equilibrio entre la responsabilidad penal y la comprensión psicológica. Algunos sectores sostienen que la sentencia debía ser aún más dura; otros consideran que el sistema judicial debería contemplar de manera más profunda los contextos de colapso emocional extremo. Sin embargo, para todos quedó claro que lo ocurrido no encaja en los moldes tradicionales de violencia intrafamiliar, sino en el marco de una mente devastada por un duelo que avanzó más rápido y más fuerte de lo que su entorno pudo advertir.

Así, la historia de Vanessa Collias quedó sellada como una tragedia múltiple: la muerte de un padre, la pérdida de dos niños pequeños y la destrucción emocional definitiva de una mujer que, según todas las evaluaciones, amaba profundamente a su familia, pero no logró soportar una realidad que la desbordaba por completo. Un caso que para la crónica policial es un hecho consumado, pero que para la sociedad y para los expertos en salud mental sigue siendo una dolorosa señal de alerta.

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