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Alcaldes de Santa Tecla e Ilopango apoya posponer segunda fase de reactivación económica
Ante el anuncio del Presidente Nayib Bukele de posponer la segunda fase de reapertura económica, los alcalde Roberto d’Aubuisson, de Santa Tecla, y Adán Perdomo, de Ilopango, se mostraron a favor de esta medida, con miras a proteger a los salvadoreños de un repunte de contagios de COVID-19.
“Yo estoy de acuerdo en que se postergue la apertura económica. Es más, estamos claros de que la vida es primero y se necesita educar a la población, antes que nada, para que no se contagie. El país necesita trabajar, pero antes de eso necesitamos educarnos todos para que no se dé un rebrote de la enfermedad”, señaló d´Aubuisson.
“La educación es primordial para evitar mayores contagios para que la población pueda manejar la nueva realidad. Muchos contagios se están dando por la irresponsabilidad de los salvadoreños que no cumplen con las normas de seguridad y distanciamiento social, pero que mucho menos cumplen con las normas de higiene. La educación a la población todavía hace falta”, recalcó el edil tecleño.
Mientras, Perdomo coincidió con su colega y agregó que el incremento de personas que salen a la calle es notorio, por lo que no se están guardando las medidas necesarias de bioseguridad para evitar la fácil transmisión del virus.
“La gente debe entender que no debe salir o ir con tapabocas y estarse limpiando las manos. Hemos visto que familias enteras van a mercado, y hemos podido ver tráfico en el bulevar del Ejército con una fuerte cantidad de personas. Hemos visto familias enteras yendo al lago”, sostuvo el jefe de la municipalidad.
No obstante, ambos ediles sostuvieron que sus municipios están siendo golpeados por la falta de actividad económica, por lo que pidieron a la Asamblea Legislativa medidas de apoyo para poder enfrentar algunos compromisos financieros.
“Las tasas se han visto reducidas y esto afecta la capacidad operativa de las alcaldías. La actividad económica es mayor entre más grande es el municipio. Estamos pendientes de un refuerzo presupuestario”, puntualizó Roberto d’Aubuisson.
El Ministerio de Medio Ambiente informó que, durante la mañana, se prevé cielo parcialmente nublado, con baja probabilidad de lluvias puntuales en la cordillera Apaneca-Ilamatepec y el norte de Santa Ana.
Para la tarde, se espera un incremento en la nubosidad sobre la cordillera volcánica —incluyendo sectores del Área Metropolitana de San Salvador— así como en la zona norte del país, donde podrían registrarse lluvias y tormentas eléctricas.
Durante la noche, las precipitaciones se intensificarán, desplazándose desde la zona norte hacia el resto del territorio, acompañadas de abundante actividad eléctrica y ráfagas de viento que podrían alcanzar hasta los 40 km/h.
Los vientos serán del este en la mañana, noche y madrugada; mientras que por la tarde cambiarán de dirección entre el sureste y suroeste, con velocidades de entre 10 y 20 km/h. El ambiente se mantendrá cálido en el día y muy fresco durante la noche y madrugada.
Estas condiciones son producto de una vaguada en la región, influenciada por el paso de una onda tropical.
La emergencia provocada por las intensas lluvias ha obligado a 103 personas, residentes en los departamentos de San Salvador y La Libertad, a permanecer en albergues habilitados por el Gobierno a través de la Comisión Nacional de Protección Civil. Los afectados pertenecen a 40 familias, compuestas por 63 adultos y 40 menores de edad, quienes fueron evacuados de forma preventiva o ante riesgos inminentes por inundaciones.
El director nacional de Albergues, Josué García, explicó que los refugios cuentan con condiciones adecuadas para garantizar atención digna a los afectados. “En los albergues se refleja la armonía institucional, porque todos trabajamos con un mismo objetivo: beneficiar a las personas albergadas”, expresó durante una entrevista en Canal 10.
Actualmente, el sistema de albergues cuenta con 180 centros equipados con capacidad para más de 10,000 personas. Cada espacio dispone de camas, colchonetas, frazadas, kits de limpieza, y materiales lúdicos para la niñez. Según García, las colchonetas utilizadas entre tres y cinco días son entregadas a las familias, como parte de un plan presupuestado.
Además, en coordinación con el Ministerio de Salud, los albergues están abastecidos con medicamentos para atender enfermedades comunes y crónicas, y se garantiza una dieta balanceada y segura. “No solo se trata de servir comida, sino de asegurar que cumpla los estándares del Ministerio de Salud y brindar atención integral, incluyendo hidratación y apoyo psicosocial”, añadió el funcionario.
Un fuerte golpe al narcotráfico fue propinado en las costas de La Libertad, donde la Policía Costera, en coordinación con la División Antinarcóticos, interceptó una lancha con dos hombres que transportaban 134 kilogramos de cocaína valorados en aproximadamente 3.36 millones de dólares.
El ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, detalló que la operación se llevó a cabo a 10 millas náuticas de la Playa Cangrejera. La droga estaba oculta en una hielera con una caleta dentro de la embarcación. Los detenidos fueron identificados como José Guillermo Arce Marín, de 40 años, y Julio Alonso Revelo Martínez, de 25, ambos residentes en San Luis La Herradura, La Paz.
Según las investigaciones, los capturados formaban parte de una estructura regional de narcotráfico que salió de Nicaragua con la intención de llevar el cargamento a Guatemala, pero fueron detenidos gracias a la acción coordinada de las autoridades salvadoreñas.
El ministro Villatoro reiteró el compromiso del Gabinete de Seguridad y del presidente Nayib Bukele para combatir el crimen organizado y evitar que el narcotráfico afecte a la sociedad. “Vamos a utilizar todos nuestros recursos para combatir este flagelo y llevar a estos criminales ante la justicia”, afirmó.
Desde que inició el gobierno de Bukele en junio de 2019, El Salvador ha logrado incautar más de 60 toneladas de droga, principalmente cocaína en altamar, posicionándose como un referente internacional en la lucha contra el narcotráfico en la región, evitando que grandes cargamentos ingresen a Centroamérica, México y Estados Unidos.
