No es fácil decir si se trató de una situación kafkiana o simplemente macabra. El caso es que una familia italiana fue despertada en medio de la noche por una inquietante llamada donde informaron que un pariente había falleció en un hospital de la localidad de Sora, en la región de Lacio, donde estaba ingresado con coronavirus.

Los familiares, consternados por la trágica noticia, enseguida pusieron en marcha los preparativos para el funeral y hasta se dieron a la tarea de elegir el ataúd. Incluso encargaron a una agencia funeraria la difusión de carteles para anunciar la muerte del hombre por toda Sora, recoge La Repubblica. Grande fue su sorpresa cuando, al llegar al hospital, encontraron a su familiar desayunando, más vivo que nunca.

Las primeras sospechas y dudas surgieron cuando la funeraria les envió una foto del cadáver, ya vestido y colocado en el ataúd, del que tenía que ser su fallecido pariente, y la familia no pudo creer que el aspecto de su ser querido cambiara tanto en tan pocos días. Recordaron que no habían podido visitarlo cuando estaba internado, debido a las restricciones por el covid-19, pero siguieron dudando, reporta el periódico local FrosinoneToday.

Finalmente, cuando los familiares del anciano acudieron al hospital para aclarar sus dudas, resultó que los empleados del centro aparentemente le dieron por error a los carabineros las referencias de un paciente que sí murió en sus instalaciones.

Los representantes del hospital acudieron a los carabineros porque ningún pariente del fallecido había dejado sus datos de contacto, y había que avisar a los familiares de alguna forma. Entre tanto, el hombre dado erróneamente por muerto pasó en ese centro hospitalario varios días, siempre sin recibir visitas por las precauciones sanitarias, pero ahí seguía, con vida. Si se puede hablar de sustos que dan gusto, su ‘resurrección’ ha sido un claro ejemplo de ello para toda su familia.