Internacionales
Sujeto se saltó la cuarentena y contagió de coronavirus a más de 20 personas. Ahora piden cárcel para él por violar decreto presidencial
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Eric Luciano Torales Pereyra es un joven de 24 años que regresó el 13 de marzo de Estados Unidos y a los dos días fue a la fiesta de 15 de su prima en la ciudad de Moreno (Buenos Aires) donde supuestamente contagió de coronavirus a más de 20 personas.
Está acusado de tres delitos: propagar una enfermedad, violar el decreto presidencial de la cuarentena, y ahora, según pudo saber Infobae, se suma el de homicidio culposo: su propio abuelo de 78 años murió luego de haberse infectado en la fiesta.
Según consta en los registros de Migraciones, Torales viajó a los Estados Unidos el 25 de febrero y regresó el 13 de marzo en el vuelo AR1313 de Aerolíneas Argentinas. El día anterior se emitió un decreto que en su artículo 7 establecía que las personas que retornaban al país, debían permanecer obligatoriamente aisladas por 14 días. Torales no lo cumplió.
Dos días después de su llegada Buenos Aires, el 15 de marzo, el acusado abandonó su departamento en Palermo y fue al cumpleaños de 15 de su prima. A la fiesta asistieron casi 100 personas entre familiares, amigos de la agasajada, mozos y cocineros.
Posteriormente, el fiscal federal Santiago Marquevich confeccionó una serie de preguntas relacionadas a la actitud de Torales durante la fiesta y se las envío por correo electrónico a la mayoría de los asistentes del cumpleaños. Respondieron, hasta el momento, 13 personas que relataron cómo vieron a Eric.
Una de las amigas de la cumpleañera escribió en su respuesta que “no saludaba porque nos decía que había venido de viaje”. Otra de las chicas dijo haberlo visto mientras tosía. Quienes también respondieron el mail de la Justicia fueron la prima del padre de Eric y su esposo: “Lo vimos que saludaba con un gesto desde lejos pero además lo vimos bailando, celebrando y disfrutando de la fiesta”
Al día siguiente del evento, el 16 de marzo, exactamente a las 18:27, Eric Torales ingresó a la Clínica Adventista de Belgrano con síntoma compatibles con coronavirus. En su historia clínica que es parte de la causa del fiscal Marquevich se describe cómo se sentía: “Paciente de 24 años quien refiere viaje reciente (EE.UU.) con retorno el día viernes 13 de marzo consulta por tos seca asociado a registros febriles (38º) de aproximadamente 24 horas de evolución”.
Cinco días después de la internación, y tras haber sido aislado preventivamente en una habitación de la clínica, llegaron los resultados del Instituto Malbrán donde se confirmaba que Torales había dado positivo por COVID-19. El desastre ya estaba desatado y la noticia llegó rápidamente a oídos de los funcionarios de salud del municipio de Moreno que se contactaron con la mamá de la cumpleañera para corroborar si efectivamente el joven había asistido a la fiesta.
Tras recibir la confirmación de la mujer y de solicitar el listado de los invitados se puso en marcha el protocolo para aislar a todos los asistentes lo antes posible. A través de distintas comunicaciones telefónicas se constató que para ese momento ya había al menos cinco personas infectadas.
La intendente de Moreno, Mariel Fernández, realizó la denuncia en la Justicia federal y rápidamente se inició una causa por el delito de propagar una enfermedad y por desobedecer el DNU. El fiscal Marquevich pidió además la prisión domiciliaria que fue concedida por el juez y se hizo efectiva cuando el paciente abandonó la clínica y continuó con el tratamiento en su departamento porteño.
A medida que pasaban los días la salud del detenido iba mejorando, pero también se iban conociendo más y más casos de contagiados que habían asistido a la fiesta. Primero el discjockey, después la cumpleañera y hasta su madre.
El 24 de marzo, es decir 9 días después de la fiesta, ingresó a la Clínica Mariano Moreno, Luis María Suarez, el abuelo del propio Torales. El hombre de 78 años tenía síntomas de coronavirus. Así quedó registrado en la historia clínica a la que accedió Infobae: “Ingreso con fecha 24.03.20 por cuadros de picos febriles que se asoció a accesos de tos productiva y sensación de cansancio. El paciente ingresa en contexto de COVID-19 debido a familiar quien es COVID-19 positivo”. Unos días después llegaría la confirmación del Malbrán y el 1 de abril Suarez falleció a causa de una falla multiorgánica.
En el pedido de indagatoria, el fiscal Marquevich es categórico al marcar la imprudencia de Torales y relacionar su accionar directamente con la muerte de su abuelo materno: “Considero que el análisis global de las pruebas permite dar cuenta que Eric Torales sabía o se podía representar perfectamente que su actuación podría conducir la propagación del virus. El fatal desenlace verificado respecto de Luis María Suarez fue resultado y encuentra íntima vinculación con el comportamiento desplegado por Torales”.
Para la fiscalía, el acusado estaba al tanto de tres cuestiones centrales al momento de haber decidió asistir a la fiesta de cumpleaños de su prima:
1. Sabía que venía de una zona de riesgo y debía permanecer aislado
2. Estaba al tanto que podía ser un posible portador del virus
3. Conocía el poder de contagio del COVID-19
Para sustentar estas afirmaciones, el fiscal se apoya en las pruebas que se fueron recolectando: la declaración jurada firmada por Torales antes de bajar del avión, las imágenes de las cámaras de seguridad de Ezeiza donde se lo ve con barbijo, la amplia difusión que tuvo y tiene la pandemia en todos los medios del mundo y en las respuestas vía mail de los asistentes a la fiesta donde aseguran que saludaba de lejos.
En caso de que Eric Torales decida hablar y contestar preguntas en la indagatoria de mañana deberá decirle a la justicia, básicamente, por qué no se quedó en su casa los 14 días que establecía el decreto presidencial para las personas que regresaban de países de riesgo. También deberá explicar por qué pesar de que las recomendaciones y obligaciones eran claras tomó la decisión de poner en riesgo a tantas personas, lo que derivó en más de 20 contagiados y la muerte de su abuelo.
La imputación en su contra, por otra parte, abre otro precedente que podrá ser aprovechado por fiscales y jueces a nivel nacional. Por primera vez, una persona que según la Justicia contagió a otra de coronavirus sabiendo los riesgos y le causó la muerte es un potencial homicida, como si lo hubiese atropellado con su automóvil, la misma acusación.
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Al menos 3 muertos y 74 heridos tras caer techo de centro comercial en Perú
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El accidente ocurrió en el complejo comercial Real Plaza de Trujillo, la tercera ciudad del país ubicada unos 500 km al norte de la capital Lima.
Según medios locales, en el momento del accidente había decenas de familias en el patio de comidas del recinto, donde todavía pueden quedar personas atrapadas bajo los escombros.
«Hasta el momento tenemos tres fallecidos, dos caballeros y una dama», dijo el comandante Gelqui Gómez, inspector departamental del Cuerpo de Bomberos en declaraciones al canal América TV desde el lugar.
El ministerio del Interior también señaló a través de un mensaje en la red X que «hay tres fallecidos».
La cifra de heridos se incrementó a 74, según el Aníbal Morillo, gerente de Salud del gobierno regional de La Libertad, cuya capital es Trujillo.
«Son 74 heridos que hemos evacuados a las hospitales y clínicas, dentro de los cuales 10 son niños. Hay 11 heridos graves», dijo a la radio RPP Morillo.
En un primer reporte el Ministerio de Salud había cifrado en 20 los heridos.
Más de un centenar de bomberos y policías se encuentran en el centro comercial removiendo escombros en busca de supervivientes, según imágenes difundidas por las televisoras.
Varias ambulancias llegaron al lugar y salieron hacia los centros hospitalarios con los lesionados.
«¡Solo estoy aquí, ayuda!», gritaba una persona atrapada según imágenes en Facebook.
«Hay un niño que está atrapado» bajo las estructuras metálicas del techo, agregó Morillo citado por el canal de televisión Panamericana.
Según el Centro de Operaciones de Emergencia regional, la caída del techo ocurrió aproximadamente a las 20H41 (01H41 GMT del sábado), pero fue reportada solo hasta media hora después.
El ministro del Interior, Juan José Santiváñez,estimó que el área del techo colapsada era de «entre 700 a 800 metros cuadrados».
«Necesitamos grúas hidráulicas para poder levantar parte del techo que aún no se ha podido retirar por lo pesado que es y poder continuar con las labores de rescate de las personas que estarían atrapadas», declaró el ministro al canal N de televisión
Mientras tanto, la Fiscalía de Trujillo inició diligencias contra los que resulten responsables del presunto delito contra la vida.
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Octava noche en el hospital para el papa Francisco, que «no está fuera de peligro»
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«El papa Francisco descansó bien», afirmó la Santa Sede en un escueto comunicado el sábado por la mañana. Aún así, no está «fuera de peligro» y permanecerá ingresado «al menos toda la próxima semana», indicaron sus médicos el viernes.
El pontífice no pronunciará la tradicional oración del Ángelus el domingo, pero si enviará un texto que será publicado, al igual que la semana pasada, declaró el sábado Matteo Bruni, portavoz del Vaticano.
Francisco ingresó en el hospital Gemelli de Roma por una bronquitis el 14 de febrero y este martes la Santa Sede anunció que padecía una neumonía bilateral, una infección del tejido pulmonar potencialmente mortal.
La hospitalización del jefe de la Iglesia católica ha atizado las conjeturas sobre su futuro, aunque los médicos aseguraron el viernes que se ha podido parar y no está conectado a ninguna máquina.
En los últimos días el papa ha recibido en el hospital a sus colaboradores más cercanos, lee, firma documentos y hace llamadas telefónicas.
A inicios de semana recibió la visita de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien afirmó que lo vio «alerta», «receptivo» y que incluso «bromearon».
Los cardenales se mostraron positivos asegurando que iba «por el buen camino».
«Noticias alentadoras»
Esta hospitalización, la cuarta desde 2021, reavivó la preocupación por la salud del líder de la Iglesia católica, ya debilitado por una serie de problemas en los últimos años, desde operaciones de colon y del abdomen hasta dificultades para andar.
La inquietud sobre la salud del papa fue en aumento tras la difusión de falsas informaciones en las redes sociales, sobre todo en X, que reportaban la muerte del papa en varios idiomas.
«Sé que algunos por ahí dicen que ha llegado mi hora, ¡siempre me traen mala suerte!», le dijo Francisco, según la prensa italiana, a Giorgia Meloni durante su visita.
La hospitalización de Jorge Bergoglio, líder espiritual de 1.300 millones de católicos y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, avivó las especulaciones sobre su capacidad para continuar en el cargo, pese a que el derecho canónico no prevé ninguna disposición en caso de problema grave que alterase su lucidez.
También reavivan las especulaciones sobre una posible renuncia del papa, alimentadas por los opositores a Francisco, sobre todo en los círculos conservadores.
«Tengo la impresión de que se trata de especulaciones inútiles», comentó el sábado el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y número dos del Vaticano, en una entrevista con el diario italiano Corriere della Sera.
«Gracias a Dios, las noticias que llegan de Gemelli son alentadoras, se está recuperando», añadió.
A pesar de los reiterados problemas de salud de los últimos años, el papa Francisco, conocido por su fuerza de carácter, ha mantenido una cargada agenda, aunque sus médicos insisten en que tendría que frenar un poco sus actividades.
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Ortega juramenta a su leal jefe del Ejército de Nicaragua para un cuarto mandato
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Ortega elogió la «lealtad» del general Avilés, en un acto militar en Managua también presidido por su poderosa esposa Rosario Murillo, y al que asistieron delegados de países aliados como Cuba, Venezuela, Rusia y Honduras.
Investigaciones de medios de comunicación nicaragüenses como Confidencial, que trabajan desde el exilio en Costa Rica, señalan que Ortega ha aumentado los millonarios negocios de los militares para «comprar su fidelidad».
Ortega, exguerrillero de 79 años que gobernó Nicaragua en la década de 1980 tras el triunfo de la revolución sandinista, está en el poder desde 2007 y sus críticos lo acusan de instaurar una «dictadura familiar», junto a su esposa, de 73 años.
El fallecido hermano del presidente, el general Humberto Ortega, exjefe del Ejército, había asegurado en una entrevista con el portal de noticias argentino Infobae que los militares serán fundamentales en una transición o sucesión cuando muera Daniel Ortega.
El presidente rompió con Avilés, un exguerrillero de 68 años, el tradicional relevo militar de cada cinco años, y a fines de noviembre pasado el Congreso, controlado por el gobierno, amplió a seis años el mandato del jefe del Ejército y la Policía Nacional, también fiel.
Esa modificación se dio como parte de una vasta reforma constitucional que según la oposición prepara el camino para la sucesión del poder de Ortega a Murillo o a alguno de sus hijos.
La nueva Constitución creó el cargo de «copresidenta» para Murillo y dio a ella y a Ortega un poder absoluto con el control de todos los órganos del Estado, amplió el mandato de gobierno de cinco a seis años y estableció la vigilancia de la prensa y la Iglesia.
También creó la «Policía Voluntaria», integrada por civiles encapuchados en apoyo a las fuerzas de seguridad, lo que hace referencia a los paramilitares de rostro oculto que reprimieron las protestas contra Ortega de 2018, con saldo de unos 300 muertos según la ONU.
Avilés, quien realizó estudios militares en Cuba, fue sancionado en 2020 por Washington señalado de corrupción, y es acusado por organismos de derechos humanos de tolerar y ayudar, de forma encubierta, a policías y paramilitares a atacar a los manifestantes en 2018.