Internacionales
MASACRE | Ataque aéreo del ejército deja al menos 80 muertos en un concierto en Myanmar

El bombardeo aéreo contra los asistentes a un festival de música el domingo en el norte de Myanmar, que provocó entre 50 y 80 víctimas mortales, es la última prueba de la escalada de violencia de la junta militar birmana y de su supuesta “desesperación” por mantener el poder.
Era el turno de Aurali, un famoso cantante de la etnia minoritaria kachin, cuando el domingo por la noche cuatro aviones de combate del ejército birmano transformaron un festival de música en una masacre, matando e hiriendo a decenas de civiles, en el que se considera como el peor ataque aéreo desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021.
Aurali sucumbió al fuego de artillería en el escenario, según el portal Kachin News, mientras conmemoraba el 62° aniversario de la fundación de la Organización para la Independencia de Kachin (KIO), en una región lindante con China controlada por una guerrilla de la etnia homónima que lleva décadas enfrentada al ejército birmano.
“Para los militares, toda la población kachin está conectada con la KIO (que tiene un brazo armado, el Ejército para la Independencia de Kachin), de modo que no distinguen entre civiles y rebeldes”, dice un portavoz del Gobierno de Unidad Nacional (NUG, por sus siglas en inglés).
El NUG, formado en parte por miembros del gobierno civil de la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, derrocado en 2021 por los militares, condenó rápidamente el ataque por parte del que tilda de “ejército terrorista”.
Horrific reports of 60 killed & 200 injured by Burmese military airstrikes on a music festival in Kachin State last night. We are trying to confirm details.
— Burma Campaign UK (@burmacampaignuk) October 24, 2022
We renew our call for aviation fuel sanctions to try to help stop these attacks.
Footage from WeChat. pic.twitter.com/l8BoX1kAcb
“Es posiblemente una táctica movida por la desesperación: cuanto más fuerte ataquen a la población, creen que antes se rendirán”, dice este portavoz desde el exilio, quien considera que el Ejército “está perdiendo terreno frente a los rebeldes y ya solo les queda utilizar sus fuerzas aéreas, de las que no dispone ningún grupo”.
Un análisis prácticamente imposible de verificar desde Myanmar, dado que el país ha quedado sometido a un semi apagón informativo desde el golpe, con una renovada persecución a disidentes, periodistas y un sistema de telecomunicaciones disfuncional que lo mantiene a oscuras.
Más aún en los lugares atacados: la localidad de Hpakant, donde ocurrió el bombardeo, se encuentra cercada y las telecomunicaciones cortadas, confirman fuentes desde el terreno que guardan el anonimato, que aseguran que los militares no permiten que los heridos sean trasladados a hospitales cercanos.
“Se habla de entre 50 y 80 fallecidos, pero es una cifra que previsiblemente va a crecer, porque hay muchos heridos graves y no pueden ser atendidos”, dicen estas fuentes.
El ataque, en general uno de los más cruentos desde que los militares se instalaron en el poder, poniendo fin a una década de transición democrática, ha sido condenado por representantes diplomáticos de diversos países, entre ellos Australia, España, Alemania, Estados Unidos y Reino Unido, así como varias ONG.
En un inusual comunicado, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) expresó hoy su “grave preocupación” por la reciente escalada de violencia en Myanmar e hizo un “llamamiento urgente a todas las partes involucradas” a tomar “medidas concretas”.
La declaración del grupo (formado por Myanmar, Tailandia, Vietnam, Camboya, Laos, Filipinas, Indonesia, Singapur, Malasia y Brunéi) se produce en la víspera de su reunión de emergencia este jueves en Yakarta para estudiar la situación en Myanmar.
En ella se espera que se revisen los cinco puntos de consenso alcanzados en abril del año pasado por los mandatarios de la ASEAN y el líder de la junta militar birmana, Min Aung Hlaing, entre los que se encuentra el “cese inmediato de la violencia” contra civiles.
Condena internacional
Un objetivo que, a tenor de lo ocurrido el domingo, parece difícil de alcanzar, entre críticas a la ASEAN y a la comunidad internacional por la falta de acción ante un conflicto con visos de enquistarse.
El golpe de Estado militar ha sumido a Myanmar en una profunda crisis política, social y económica, abriendo una espiral de violencia con nuevas milicias civiles, entre ellas el brazo armado del NUG, que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.
Desde el 1 de febrero de 2021, cerca de 2.400 civiles han muerto en manos de las fuerzas de seguridad birmanas, según la Asociación para la Asistencia de Prisioneros Políticos de Myanmar.
“Durante más de un año y medio, la junta ha perpetrado graves abusos contra millones de personas que se oponen a su mando, cometiendo crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra”, advierte en un comunicado sobre el ataque aéreo del domingo la organización Human Rights Watch (HRW).
“¿Cuánto más -añade HRW- tiene que subir el contador de muertes para que los gobiernos del mundo impongan medidas que impacten en el comportamiento de la junta?”.
Internacionales
Proponen elevar a $100 millones la recompensa por Nicolás Maduro

El senador estadounidense Rick Scott solicitó este martes que la recompensa por la captura del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se incremente a $100 millones de dólares “lo antes posible”.
A través de un mensaje publicado en su cuenta de X, el legislador republicano instó a la aprobación de su proyecto de ley “Stop Maduro”, en el que advierte sobre las amenazas que representan el mandatario venezolano y sus funcionarios, a quienes calificó como “matones”.
La iniciativa fue presentada en septiembre de 2024 por Scott y el entonces senador Marco Rubio, con el objetivo de aumentar la recompensa, que en ese momento era de $15 millones, hasta un máximo de $100 millones por la captura y condena de Maduro.
De acuerdo con Scott, los fondos provendrían de bienes incautados y actualmente retenidos al régimen venezolano, lo que permitiría al gobierno federal cubrir el pago de la recompensa.
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Más de mil personas mueren sepultadas por un alud en Darfur, Sudán

Más de mil personas murieron tras un alud de tierra que sepultó por completo la aldea de Tarasin, en la región montañosa de Jebel Marra, Darfur occidental, informó el Movimiento de Liberación de Sudán (MLS), grupo rebelde que controla la zona.
El deslizamiento ocurrió el domingo tras varios días de intensas lluvias. Según el MLS, solo una persona sobrevivió a la tragedia, calificada como “masiva y devastadora”. La organización pidió ayuda urgente a la ONU y a otras agencias internacionales para recuperar los cuerpos aún atrapados bajo lodo y escombros.
“Esto está más allá de nuestra capacidad”, declaró a la AFP Abdulwahid al Nur, líder del MLS, quien señaló que los equipos locales intentan rescatar cuerpos, pero la magnitud supera los recursos disponibles.
Imágenes difundidas por el movimiento muestran la aldea completamente sepultada bajo lodo y rocas, con árboles arrancados y viviendas destruidas.
El gobernador de Darfur, Minni Minnawi, aliado del ejército sudanés, describió el hecho como “una tragedia humanitaria que trasciende las fronteras de la región” y pidió asistencia internacional inmediata.
La emergencia se produce en medio de la guerra civil que azota a Sudán desde abril de 2023 entre el ejército regular y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), un conflicto que ha dejado decenas de miles de muertos y ha desplazado a más de 14 millones de personas dentro y fuera del país, según datos de la ONU.
El acceso limitado de la ayuda humanitaria a Darfur, una de las regiones más golpeadas por la violencia y el hambre, complica aún más las labores de rescate y atención a los sobrevivientes.
Internacionales
Inundaciones en Punyab dejan al menos 29 muertos y más de 250,000 afectados en India

Al menos 29 personas han muerto en el estado de Punyab, al noroeste de India, a causa de las inundaciones que han aislado a cerca de mil aldeas, informaron este martes las autoridades.
El jefe de gobierno estatal, Bhagwant Mann, calificó la situación como “el peor desastre en décadas”, con más de 250,000 personas afectadas y 940 km² de tierras agrícolas bajo el agua, lo que ha ocasionado pérdidas devastadoras en las cosechas.
En una carta dirigida al primer ministro Narendra Modi, Mann advirtió también sobre una posible “enorme pérdida de ganado”, cuya magnitud se conocerá cuando bajen las aguas. Modi, por su parte, aseguró el “pleno apoyo” del gobierno federal.
El ejército y equipos de emergencias desplegaron más de mil embarcaciones y 30 helicópteros en operaciones de rescate y distribución de alimentos. “Lo más importante es salvar las vidas de personas y animales atrapados en el agua”, subrayó Mann.
Los ríos que atraviesan la región también han provocado inundaciones en Pakistán.
Las lluvias monzónicas, habituales entre junio y septiembre, suelen causar inundaciones y deslizamientos en el sur de Asia. Sin embargo, expertos advierten que el cambio climático y la planificación urbana deficiente están intensificando la frecuencia y el impacto de estos desastres.