Internacionales
Hondureños no permitieron que salvadoreños se unieran junto a ellos a la tercera caravana de migrantes

La tercera caravana migrante, que se reunió en Oaxaca, quedó dividida por disputas internas avanzando de forma diezmada a Veracruz.
La caravana de hondureños que esperaba en Matías Romero, Oaxaca, a reintegrarse con sus connacionales para partir juntos hacia Estados Unidos, rechazó a la caravana de salvadoreños que arribó a ese municipio, con la intención de continuar el trayecto juntos. Incluso fueron amenazados con ser destazados si trataban de tomar el control del grupo, reportaron medios mexicanos.
El periódico Excelsior habló con Jairo Antonio Guevara, quien forma parte de la caravana de El Salvador, explicó que cuando llegaron al albergue que se ha establecido en el estadio de fútbol de la zona fueron bien recibidos.
Sin embargo, posteriormente “nos dijeron que los salvadoreños que se quedaran ahí en la noche iban a ser destazados. Entonces nosotros por el temor y para no generar conflicto decidimos salir. Y (cuando terminamos de salir) nos cerraron el portón de acceso”, relató Guevara a ese periódico.
Un grupo de jóvenes, al parecer pandilleros, los amenazó, confesó el migrante salvadoreño.
Incluso hubo un forcejeo entre hondureños y salvadoreños, hasta que finalmente los hondureños obligaron a salir del lugar a la gente de El Salvador que después buscó refugio en la parroquia del municipio, reportó el medio digital Multimedios.
Para evitar un altercado las autoridades del municipio de Matías Romero reforzaron sus medidas de seguridad y auxilio.
Por su parte, los hondureños acusaron a salvadoreños de mal comportamiento, incluso hubo un enfrentamiento entre Irineo Mujica, de la organización Pueblos Sin Fronteras, y el sacerdote Alejandro Solalinde, ante la depuración interna del grupo.
A decir de Mujica la gente de El Salvador desobedece el código de comportamiento impuesto, por lo que los malos elementos han sido expulsados del grupo.
Ofrecen transporte a salvadoreños para llegar a Ciudad de México
Según Exélsior, Solalinde ofreció transporte al grupo de salvadoreños que se encuentra en Matías Romero, Oaxaca, y sometió durante una asamblea a deslindarse de la agrupación Pueblos Sin fronteras, con quien el clérigo disputa el control de las caravanas.
Representantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos iniciaron un censo para saber cuántas personas integran esta caravana y poder dar los vehículos que los resguardarán todo el trayecto hacia la CDMX para que, al llegar, puedan informarse y tomar la mejor decisión para ellos, señaló Solalinde a este medio.
Esto causó molestia a Irineo Mujica, representante de Pueblos Sin Fronteras, quien tiene una orden de restricción en el estado de Chiapas que no le permite salir de la entidad por estar sujeto a proceso por los delitos de daños, resistencia de particulares y lesiones.
Previo a la asamblea, Solalinde y Mujica pelearon por el control de la caravana y, posterioremente, los salvadoreños corrieron a Mujica del lugar.
Datos de migrantes
De acuerdo con el informe entregado a Multimedios por el delegado del Instituto Nacional de Migración (INM), Jacobo Rodríguez, en la comisión de seguridad interna realizado en la Secretaría General de Gobierno, en los últimos días han cruzado por Oaxaca 9 mil migrantes, tanto de la primera como de la segunda y tercera caravana.
En el mismo reporte, cosigna el medio, se indica que cinco migrantes y dos civiles fueron remitidos ante la Fiscalía General de Justicia por robo, intento de violación y portación de drogas, pero no lograron ser consignados ante la denuncia de parte por parte de los ofendidos.
Asimismo, se indica que 600 fueron deportados o regresaron por su cuenta a sus países de origen.
En tanto, el director de gobierno dependiente de la Secretaria General de Gobierno, Antonio Cabrera Villalba, reportó que durante la presencia de las tres caravanas migrantes se distribuyeron 20 mil despensas, se entregaron 10 mil colchonetas y cobijas, además de que se dieron mil consultas médicas, reporta la publicación.
Internacionales
León XIV explica que eligió su nombre por su compromiso con las causas sociales

León XIV explicó este sábado que eligió su nombre papal por su compromiso con las causas sociales, ante los desafíos de la nueva revolución industrial y los retos de la inteligencia artificial.
Las declaraciones del nuevo líder de la Iglesia católica, nacido en Estados Unidos y nacionalizado peruano, son escrutadas por todo el mundo tras su elección el jueves.
En un discurso ante los miembros del Colegio Cardenalicio, el pontífice explicó que la elección de su nombre papal refleja su compromiso con las causas sociales defendidas por León XIII, que durante el siglo XIX fue un decidido defensor de los derechos de los trabajadores.
«Pensé tomar el nombre de León XIV. Hay varias razones, pero la principal es porque el papa León XIII, con la histórica Encíclica Rerum novarum, afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial», declaró el pontífice de 69 años.
Esta encíclica de 1891, un tipo de texto donde los papas abordan asuntos importantes puede traducirse como «cosas nuevas» o «innovaciones» y es la base de la doctrina social de la Iglesia católica que tiene como objetivo promover la dignidad de la persona, la solidaridad y el bien común, entre otros valores.
«Hoy la Iglesia ofrece a todos, su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial y a los desarrollos de la inteligencia artificial, que comportan nuevos desafíos en la defensa de la dignidad humana, de la justicia y el trabajo», dijo.
En la primera misa de su pontificado el viernes, este antiguo misionario nacido en Chicago y que ejerció como obispo en Perú, denunció el declive de la fe en favor del «dinero», el «poder o el placer».
Tras su elección como líder espiritual de 1,400 millones de católicos en el mundo, Robert Francis Prevost ha perfilado poco a poco su estilo.
El jueves por la noche, en su primera aparición en público inmediatamente después de su elección habló en italiano y español desde el balcón de la basílica de San Pedro ante la multitud.
Internacionales
China califica de «paso importante» las primeras discusiones comerciales con EE. UU.

China calificó el sábado de «paso importante» las primeras conversaciones comerciales con Estados Unidos desde el inicio de la guerra de aranceles del presidente Donald Trump, que se llevan a cabo este fin de semana en Ginebra.
Por parte de Estados Unidos participan el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer.
China está representada por el vice primer ministro chino, He Lifeng.
«El contacto establecido en Suiza es un paso importante para promover la resolución del problema», indicó un comentario publicado por la agencia oficial de noticias Xinhua, sin dar detalles sobre el avance de las negociaciones.
La delegación estadounidense tampoco hizo ningún comentario.
Las discusiones empezaron el sábado en un lujoso chalet del Representante Permanente de Suiza ante las Naciones Unidas en Ginebra y deberían continuar el domingo.
«Al presidente le gustaría resolver el problema con China. Como dijo, le gustaría apaciguar la situación», aseguró el secretario de Comercio, Howard Lutnick, el viernes en Fox News.
La rebaja anunciada por Trump sigue siendo simbólica porque a ese nivel los aranceles aduaneros siguen teniendo un gran impacto para las exportaciones chinas a Estados Unidos.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha convertido los aranceles en arma política e inicialmente anunció aranceles del 145% a China, que se suman a los que ya existían.
Pekín ha prometido luchar «hasta el final» y respondió con aranceles del 125% a los productos estadounidenses.
El resultado es que el comercio bilateral entre las dos primeras economías mundiales se ha estancado y los mercados han sufrido grandes turbulencias.
Internacionales
Trump sugiere reducir al 80 % los aranceles a productos chinos

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió este viernes rebajar al 80 % los aranceles que impuso a China, la víspera de negociaciones comerciales entre ambos países en Suiza.
Desde que Trump regresó a la Casa Blanca en enero, su administración ha impuesto tarifas aduaneras de hasta 145 % a productos procedentes de China en varias oleadas.
Pekín tomó represalias con gravámenes del 125 % a las importaciones estadounidenses y otras medidas.
Desde entonces, el comercio bilateral prácticamente se ha paralizado.
«¡80 % de aranceles a China parece correcto! Depende de Scott B.», escribió Trump en su red Truth Social sobre el secretario del Tesoro, Scott Bessent, que liderará el equipo estadounidense en las negociaciones en Ginebra.
Bessent y el representante comercial Jamieson Greer prevén reunirse este fin de semana en Ginebra con el vice primer ministro chino, He Lifeng, para sentar las bases de las negociaciones.
En otro mensaje Trump afirmó este viernes que «China debe abrir su mercado a Estados Unidos». «¡Sería tan bueno para ellos! ¡Mercados cerrados ya no funcionan!», añadió.
Las conversaciones previstas en Ginebra son «un paso positivo y constructivo hacia la distensión», declaró el viernes la directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala.
Sin embargo los analistas tienen reservas.
«Quienes recordamos la primera guerra comercial entre China y Estados Unidos en 2018-19 [durante el primer mandato de Trump] recordamos las peripecias. Hubo reuniones, retrocesos. Tomó mucho tiempo alcanzar una primera fase de acuerdo», declaró a la AFP Josh Lipsky, director del departamento de geoeconomía del centro de reflexión estadounidense Atlantic Council.
«Creo que es principalmente para demostrar que ambas partes dialogan y eso es importante», estimó por su parte Xu Bin, profesor de economía en la Escuela internacional de negocios China-Europa (CEIBS), a periodistas en Shanghái.
«Ninguna de las partes puede permitirse que esto continúe», añadió el economista, que no espera que los aranceles vuelvan a un «nivel razonable».
– Un gran acuerdo –
Suiza aprovechó su papel de anfitrión para abordar su propio caso con altos cargos estadounidenses, cuando Washington amenaza con imponer un recargo del 31% a sus productos.
La presidenta de la confederación, Karin Keller-Sutter, afirmó que ambas partes «acordaron» acelerar las negociaciones.
Desde enero Trump, un proteccionista acérrimo, ha lanzado una guerra comercial sin cuartel: nuevos aranceles a varios sectores (25% sobre el acero, el aluminio y los automóviles) y gravámenes universales (10% sobre la mayoría de los productos que entran en Estados Unidos, sea cual sea su origen). Y amenaza con más.
Había previsto tarifas aduaneras aún más altas para los socios con los que Estados Unidos tiene déficit comercial, pero las suspendió hasta principios de julio, salvo para China, para dar margen a negociaciones.
El magnate republicano ha afirmado en varias ocasiones que China tiene más prisa que Estados Unidos en llegar a un trato porque, según él, el país asiático depende mucho de las exportaciones y del acceso al mercado estadounidense.
«Quieren hacer negocios con nosotros y nosotros con ellos. Creo que ese es el objetivo de Scott Bessent y también de la delegación china», declaró el jueves a la CNBC el secretario de Comercio, Howard Lutnick.
«Creo que es el resultado que espera el presidente, un mundo de desescalada en el que empecemos a comerciar de nuevo entre nosotros y en el que trabajemos juntos en un gran acuerdo», añadió.
Son declaraciones realizadas después de que Estados Unidos y el Reino Unido informaran de un acuerdo bilateral «histórico».
El documento se hizo público el viernes. Sólo tiene cinco páginas y «no es jurídicamente vinculante».
Debería permitir al Reino Unido eludir la mayor parte de los recargos estadounidenses sobre sus automóviles y abrir el mercado británico a más productos agrícolas estadounidenses.
Está previsto que ambos países sigan negociando para formalizar sus compromisos, pero los aranceles estadounidenses sobre los productos británicos se mantienen por el momento, según un portavoz del gobierno británico.
La administración de Trump sostuvo que el acuerdo con Londres beneficia a ambos, pero más a Estados Unidos.