El astro argentino Diego Armando Maradona llegó para desintoxicarse, pero terminó viviendo cinco años en la isla mientras el polémico Fidel Castro aún gobernaba.

Fue con el inicio del año 2000 cuando “El Pelusa” llegó a Cuba. Los excesos de las recientes fiestas de diciembre de 1999 le provocaron un grave daño, vinculado sobre todo al consumo de cocaína.

El periódico español ABC rememora que fue hace 19 años que Maradona llegó para internarse en la clínica de recuperación “La Pradera”, en La Habana; sin embargo, el hecho de que la clínica fuera de régimen abierto ayudó poco. Es decir, el astro de fútbol podía entrar y salir a su antojo del lugar.

Además de poder salir y entrar a la clínica, no había limitantes para que el astro del fútbol recibiera todas las visitas posibles.

Tenía 39 años cuando Maradona llegó a La Habana: “No quiero dejar este mundo. Voy a luchar para seguir viviendo”, expresó en algún momento el futbolista, quien llegó a la isla con evidente sobrepeso y dificultad para caminar.

El periódico publica literalmente: “Muy pronto comenzó a escucharse por toda la capital cubana sobre las andanzas nocturnas de Maradona. Protegido por el régimen, el futbolista campaba a sus anchas por la capital. Fue en esa época cuando se tatuó la imagen del Ché en el hombro y la del propio Fidel en la pierna.

Meses después de su llegada sufrió un aparatoso accidente tras chocar su coche con un autobús de transporte turístico. Permaneció una hora con la pierna izquierda atrapada bajo el vehículo hasta que llegaron a asistirle. Dicen las malas lenguas que para entonces un periodista argentino amigo suyo ya se había encargado de hacer desaparecer la botella de whisky que había junto al accidentado.

Al margen de aquello hubo fiestas, peleas con los enfermeros de La Pradera y más de un susto provocado por el alcohol”.

En 2204 terminó el primer periodo de Maradona en la isla, pero volvió meses después por una recaída.

En el 2005, “El Pelusa” abandonó por completo Cuba.

“No fue hasta 2019, casi veinte años después de su llegada, cuando se supo que Maradona había dejado parte de su legado en la isla caribeña. Fue tras la aparición de unas comprometedoras fotos de Maradona junto a dos mujeres desnudas que se hicieron durante una de sus innumerables juergas allí. Al poco tiempo el abogado del astro, Matías Morla, desveló que Maradona había reconocido a tres chicos cubanos como hijos suyos. No descartaba que hubiera alguno más. En solo cuatro años en el Caribe, Maradona casi logró doblar su descendencia”, publica el diario español.

Estas son algunas de las explosivas fotos divulgadas del astro argentino: