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Ciencia

Alerta por la tormenta solar más grande en dos décadas que podría afectar a la Tierra

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Múltiples explosiones solares podrían provocar magníficas auroras en muchas partes de Estados Unidos este fin de semana.

Se espera que una severa tormenta geomagnética golpee la Tierra el viernes, provocando coloridas auroras nocturnas o auroras boreales. Los habitantes de Estados Unidos podrían ver actividad geomagnética de moderada a fuerte a partir de las 11 p.m. y durará hasta el sábado.

Los pronósticos actuales proyectan que las luces podrían verse hasta el sur de Alabama y California, según el Centro de Predicción del Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica. Las posibilidades de ver las luces serán mayores en el norte de Estados Unidos, Canadá y el norte de Europa.

Para maximizar sus posibilidades de ver auroras el viernes por la noche, busque un lugar con cielo oscuro lejos de las luces de la ciudad. También son ideales cielos sin nubes. Desafortunadamente, una considerable capa de nubes se extenderá sobre los Grandes Lagos, el Atlántico Medio y el Noreste, aunque es probable que haya algunos espacios libres. Lo más probable es que haya cielos despejados en los estados centrales y la costa oeste.

Las tormentas geomagnéticas son difíciles de pronosticar y, a veces, las auroras boreales previstas decepcionan si el momento de una tormenta cambia o su campo magnético no está alineado con el de la Tierra.

“En este momento se trata de una situación bastante volátil en el Sol que estamos monitoreando muy de cerca”, dijo Bill Murtagh, coordinador del programa en el Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA. “Vamos a tener un período prolongado de tormenta geomagnética”.

La tormenta geomagnética se produce cuando el sol está en su punto más activo en aproximadamente dos décadas, y se espera que permanezca así al menos durante el resto de este año.

Las auroras se crean cuando la energía y las partículas del sol perturban temporalmente la magnetosfera de la Tierra, creando una tormenta geomagnética. Algunas partículas solares viajan a lo largo de las líneas del campo magnético de nuestro planeta hacia la atmósfera superior, excitando moléculas de nitrógeno y oxígeno y liberando fotones de luz de diferentes colores.

La tormenta geomagnética prevista para el viernes es el resultado de múltiples explosiones en el Sol, llamadas eyecciones de masa coronal. Las eyecciones de masa coronal son grandes nubes de plasma solar y campo magnético. Desde principios de esta semana, el Sol ha enviado al menos cuatro o cinco de estas erupciones hacia la Tierra, que se espera que lleguen por primera vez el viernes. Es posible que algunas de estas eyecciones se combinen, aumentando la magnitud de la tormenta.

“Dependiendo de cómo se escalonen estas [ejecciones de masa coronal], se puede esperar que la actividad dure más”, dijo Rob Steenburgh, científico espacial del Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA. “Nuestras expectativas y el modelo sugieren que en cierto modo se pondrán al día entre sí”.

Hasta el jueves por la tarde, los pronósticos de la NOAA predijeron una tormenta geomagnética severa, con una calificación de 4 sobre 5. Si la tormenta geomagnética es tan fuerte, la gente en los estados del sur podría ver un resplandor rojo, como ha sucedido en tormentas recientes de fuerza similar.

En ocasiones, las tormentas geomagnéticas intensas también pueden alterar los sistemas de energía, las comunicaciones GPS o las operaciones satelitales. Steenburgh, sin embargo, no anticipa problemas con los sistemas eléctricos y está trabajando estrechamente con operadores de redes en toda América del Norte antes de la tormenta.

Las eyecciones de masa coronal provinieron de un área particularmente bulliciosa en el hemisferio suroeste del Sol, denominada región activa 3664, dijo Steenburgh. Las regiones activas son fáciles de ver porque contienen áreas oscuras llamadas manchas solares. Las manchas solares son manchas oscuras temporales donde el campo magnético del sol es extremadamente fuerte y eventualmente atraviesa la superficie del sol.

“Estos grupos de manchas solares emergen y vemos cientos de ellos al año. Pero muy pocos de ellos alcanzan este tamaño y complejidad magnética”, afirmó Murtagh. “Lo que lo hace único aquí es que está muy estresado magnéticamente y es magnéticamente complejo”.

El mismo grupo de manchas solares también liberó intensas ráfagas de radiación conocidas como erupciones solares. El sol desató tres llamaradas de clase X, las más intensas, desde el miércoles. Las erupciones solares pueden interrumpir las comunicaciones por radio, aunque Murtagh dijo que los funcionarios de la NOAA no han recibido ningún informe de ese tipo todavía.

El tamaño del grupo de manchas solares está en realidad a la par con el del evento Carrington de 1859, considerada una de las tormentas solares más intensas que azotó la Tierra, pero Murtagh dijo que esta tormenta geomagnética entrante no estará cerca del mismo nivel que la tormenta Carrington.

Si todavía tienes tus gafas para eclipses solares, podrás ver las grandes manchas oscuras en el cuadrante inferior derecho del sol.

Si se pierde un buen espectáculo de luces el viernes por la noche, manténgase alerta durante el fin de semana, dijeron Murtagh y Steenburgh. El grupo de manchas solares parece permanecer activo y podría enviar más eyecciones de masa coronal hacia la Tierra antes de que se aleje de nuestra trayectoria.

“Debido a que esa región ha estado activa y tiene un historial de producción de estos, no estaría fuera de discusión tener otra oportunidad”, dijo Steenburgh. “Le digo a la gente que permanezca atenta durante el fin de semana y vigile las cosas”.

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Ciencia

Se abre en Ginebra una nueva oportunidad para un tratado contra la contaminación plástica

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Del océano al cuerpo humano, ¿comenzará el planeta a «desplastificarse» a orillas del lago de Ginebra?

Representantes de unos 180 países se reúnen desde el martes en Suiza para una nueva y crucial ronda diplomática que ambiciona el primer tratado mundial para eliminar la contaminación plástica.

En un contexto de fuertes tensiones geopolíticas y comerciales, esta sesión adicional de diez días, denominada INC-5.2, fue convocada tras el fracaso en diciembre de la ronda celebrada en diciembre en Corea del Sur, presidida por el diplomático ecuatoriano Luis Vayas Valdivieso.

Un grupo de países productores de petróleo bloqueó entonces cualquier avance, y hay mucho en juego.

Si no se hace nada, el consumo mundial de plástico podría triplicarse de aquí a 2060, según las proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Además, la cantidad de residuos plásticos en el suelo y en los cursos de agua, desde las cimas de las montañas hasta los océanos, se duplicará en 2040, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que coordina las negociaciones de la ONU.

La situación es aun más dramática: el planeta produce actualmente 460 millones de toneladas de plástico al año, la mitad de las cuales son de un solo uso. Y recicla menos del 10% de los residuos plásticos.

Al descomponerse en micro y nanoplásticos que contaminan los ecosistemas, los polímeros penetran en la sangre y los órganos humanos, según estudios recientes.

Las consecuencias, aún desconocidas en gran medida para la salud de las generaciones actuales y futuras, son denunciadas por un grupo de unos 450 científicos de 65 países que siguen los debates.

«Bosquejo» de tratado

A pesar de la extrema complejidad de la negociación, que afecta a intereses antagónicos -productos químicos o desarrollo económico frente a medioambiente y salud-, «es muy posible salir de Ginebra con un tratado», declaró esta semana a la prensa la danesa Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA.

El ecuatoriano Valdivieso publicó tras el fracaso anterior en la ciudad surcoreana de Busan un proyecto de texto con más de 300 puntos de desacuerdo que deberán negociarse hasta el 14 de agosto, antes de llegar a un tratado.

Lo más difícil es incluir (o no) una limitación de la producción de plásticos nuevos, señala Saeed Hamid, miembro de una coalición que agrupa a 39 Estados insulares. Países petroleros como Arabia Saudí, Irán o Rusia no quieren ni oír hablar de esa posibilidad.

Otro punto espinoso es la elaboración de una lista de productos químicos considerados «problemáticos» para la salud o el medioambiente: los PFAS -conocidos como ‘contaminantes denominados eternos’-, los disruptores endocrinos, los ftalatos y los bisfenoles, entre otros.

«Nadie quiere ver un INC-5.3, nadie. (…) Así que la vía de escape más probable es un bosquejo al que se le llamará tratado, pero que necesitará financiación, agallas y alma para ser realmente eficaz», dijo a la AFP Bjorn Beeler, director de la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes (IPEN), con sede en Suecia.

«El contexto es difícil», añadió una fuente diplomática bajo anonimato, «ya que no se puede descartar por completo lo que está sucediendo en otros ámbitos del multilateralismo, como el nuevo papel de Estados Unidos o los BRICS, que están trabajando para reorganizarse».

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Ciencia

Una niña se queja de dolor de oído y los médicos encuentran cientos de garrapatas dentro

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Una mujer de la ciudad malasia de Malaca llevó a su hija al hospital porque le dolía el oído y el médico encontró cientos de garrapatas dentro, informan medios locales citando una historia publicada por la propia madre de la niña en sus redes sociales.

 

La pequeña Hayfa se quejaba de dolor en el oído, pero su madre, Aqila Nasir, no encontró nada anormal al alumbrarle la cavidad auditiva con una linterna, por lo que no vio necesario llevarla al médico en ese momento. Al día siguiente, la niña estaba aletargada y se quejaba de dolor no ya solo en el oído, sino también en el cuello, por lo que Aqila de nuevo se lo examinó. En esa ocasión vio unos puntos negros, y entonces sí llevó la niña al doctor.

Cuando una especialista examinó a Hayfa, observó que dentro del oído había un centenar de garrapatas. La doctora utilizó una cámara para mostrarle a la paciente y a su madre multitud de pequeños puntos negros esparcidos por todo el canal auditivo. A la niña le limpiaron la oreja, eliminando poco a poco todas las garrapatas. Quitar insectos de dentro del oído es un proceso doloroso, pero la niña lo toleró con normalidad.

Según la madre, a Hayfa le dijeron que tomara analgésicos y la enviaron a casa. Tras el incidente, ocurrido la semana pasada, Aqila instó a las madres a escuchar siempre a sus hijos si dicen que no se encuentran bien. Sin embargo, señaló que sigue sin entender cómo pudieron entrarle garrapatas al oído, ya que la niña siempre lleva hiyab cuando juega al aire libre. Al mismo tiempo, indicó que la médica le preguntó si tenían gatos en casa, suponiendo al parecer que los insectos podían proceder de ellos.

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Ciencia

El lago Kivu en África esconde un gas mortal en sus profundidades y podría asfixiar a miles de personas si explota

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El lago Kivu, conocido por su belleza natural y tranquilidad superficial, esconde una amenaza potencialmente letal bajo sus aguas. Este cuerpo de agua, compartido entre Ruanda y la República Democrática del Congo (RDC), contiene enormes cantidades de dióxido de carbono y metano. Su configuración geológica única lo convierte en un candidato para una erupción límnica, fenómeno que podría liberar vastas nubes de gases tóxicos y asfixiar a millones de personas.
National Geographic informa que el fondo del lago Kivu contiene aproximadamente 300 km³ de dióxido de carbono disuelto y 58 km³ de metano. El ingeniero y fundador de Hydragas Energy, Philip Morkel, declaró a esta plataforma: “Cuando el lago alcance el 100% de saturación (y actualmente está en algún punto por encima del 60%) entrará en erupción espontáneamente”. Comparó este fenómeno con una olla de agua hirviendo, tranquilamente amenazante hasta que empieza a burbujear.

Proyecto KivuWatt: entre la explotación y la seguridad
Para mitigar este riesgo y al mismo tiempo aprovechar los recursos del lago, el gobierno de Ruanda ha autorizado a la empresa británica ContourGlobal implementar el proyecto KivuWatt. Básicamente, se extrae el agua de cierta profundidad por debajo del límite de gradiente de densidad, donde se encuentra el agua rica en gas, y en la superficie, se separa el agua del CO2 y el metano. Luego, el agua desgasificada se devuelve al lago. Esta iniciativa actualmente aporta 26 megavatios de energía a la red eléctrica de Ruanda.
Sin embargo, algunos investigadores advierten que este proceso podría desencadenar la misma erupción límnica que se pretende evitar. Surge un debate sobre los métodos más seguros para la extracción del gas. Sergei Katsev, limnólogo de la Universidad de Minnesota Duluth, mostró sus reservas señalando que “es un compromiso entre seguridad y explotación comercial a largo plazo”.

Un debate entre científicos
La revista Nature añade más al debate científico. Informaron que el lago Kivu podría liberar el equivalente a entre 2 y 6 gigatoneladas de carbono en un solo día, aumentando el riesgo de una crisis humanitaria sin precedentes. En una reciente erupción volcánica del Monte Nyiragongo en 2021, se evitó por poco una liberación masiva de gases del lago. Dario Tedesco, un vulcanólogo que trabaja en Ruanda, expresó su preocupación respecto a la seguridad en la región, mencionando que “la combinación de gases subterráneos y actividad volcánica crea un potencial significativo para múltiples desencadenantes”.
El peligro de la metanización
El proceso de extracción de metano no está exento de controversia. Mientras que algunos expertos creen que la extracción a pequeña escala es manejable, otros, como Finn Hirslund, advierten sobre “destruir el gradiente principal” del lago, lo que podría aumentar el riesgo de una erupción catastrófica. La metodología actual utilizada por KivuWatt ha provocado inquietudes sobre su impacto a largo plazo en la estructura del lago.
Martin Schmid, investigador del Instituto Suizo de Investigación sobre el Agua y el Medio Ambiente, explicó a National Geographic que “aunque sabemos que el proceso de desgasificación cambia la estratificación del lago, no creemos que esto sea realmente un problema, pero las predicciones nunca son del todo correctas”. Esta declaración subraya la incertidumbre científica en torno a los efectos del proyecto de KivuWatt.

 

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