ENTREGA ESPECIAL
«Lo que soy se lo debo al buzón de bebés», dice un jovén que fue abandonado al nacer
Foto: Philip FONG – AFP
Koichi Miyatsu saca de una mochila ropa de niño con personajes de manga y un par de zapatillas deportivas, únicos objetos de su vida antes de que fuera abandonado en un «buzón de bebés» en Japón.
«Tenía puesta alguna de esa ropa cuando me dejaron allí», cuenta a la AFP este joven de 18 años hoy en día. «Son los recuerdos más antiguos de mi infancia, los he conservado con mucho cuidado».
Koichi se convirtió este año en la primera persona en brindar testimonio público tras haber sido abandonado en el buzón de bebés del hospital católico Jikei en Kumamoto (sudoeste de Japón), abierto en 2007.
Sus declaraciones reavivaron el debate sobre este sistema inspirado de uno similar en Alemania, presentado por sus defensores como un último recurso para las mujeres marginadas y los padres que no quieren o no pueden recurrir a la adopción, pero que para sus críticos alienta el abandono de los niños.
Sin embargo, para Koichi, la cuestión está fuera de discusión. El día en el que fue abandonado «fue el inicio de un nuevo capítulo de mi vida», explica este estudiante en sociología y política. «Lo que soy se lo debo al buzón de bebés», agrega.
Según el hospital, el sistema permite prevenir los malos tratos e incluso la muerte de niños. En 15 años, 161 bebés y niños pequeños fueron confiados al centro médico.
«Grabado en mi memoria»
Poco después de haber sido abandonado, Koichi fue acogido por Yoshimitsu y Midori Miyatsu, en el departamento rural de Kumamoto. Padres biológicos de cinco hijos, su casa ha recibido a más de treinta niños.
«Me dije que nos habían enviado un ángel», recuerda Yoshimitsu, de 65 años, al hablar sobre la llegada de Koichi.
La pareja apoya desde hace mucho tiempo el programa de Jikei tras haber sido testigo de las dificultades vividas por otros niños colocados en familias sustitutas: hogares rotos, delincuencia, embarazos no deseados, algunos incluso que terminaron en situación de calle.
«Un día helado de diciembre, una joven con un embarazo avanzado y casi sin dinero vino a pedirnos ayuda… Sabíamos que había niños que necesitaban» este buzón de bebés, cuenta Midori, de 63 años.
Koichi, uno de los primeros niños abandonados en Jikei, no llevaba consigo ningún objeto que indicase su nombre, edad o lugar de nacimiento.
«No tengo ningún recuerdo del momento en que me dejaron… pero la imagen de la puerta del buzón quedó grabada en un rincón de mi memoria», afirma.
Casi un año más tarde, le mostraron una foto de esa puerta en un diario. «Nos dijo: ‘Estuve ahí’. Fue en ese momento que supimos que se acordaba», explica Midori.
«Decirle que crecí»
El alcalde de la ciudad le puso un nombre, y su edad fue establecida por pruebas de ADN. Los primeros tiempos fueron difíciles, ya que de niño tenía pesadillas y succionaba su pulgar de manera constante.
Pero la pareja nunca le ocultó su pasado y, con el tiempo, el traumatismo cesó. Años más tarde, Koichi conoció más sobre sus orígenes, y descubrió por ejemplo que su madre biológica murió en un accidente de tránsito cinco meses después de su nacimiento.
Ha conservado una foto de ella y dice tener la impresión de que «lo cuida desde el cielo».
«Me gustaría decirle que crecí, que tengo 18 años y que quiero vivir la vida que se interrumpió demasiado pronto para ella».
Una vez por mes, Koichi distribuye comida para niños desfavorecidos en un iglesia local, dice que quiere trabajar con niños en el futuro, y quizás convertirse también en un padre sustituto.
Espera que su testimonio público incite a otros niños abandonados a contar su propia historia, y recuerda que superó «sentimientos complicados».
«A pesar de que faltan algunas piezas, esto no cambia de manera fundamental quién soy hoy en día. No creo que mi identidad tenga que ser dictada por los primeros años de mi vida», piensa.
«La vida después del buzón de bebés es mucho más importante».
ENTREGA ESPECIAL
VIDEOS | “Mi mamá me llamó llorando y me dijo: ‘hijo, sos un héroe’”: Elías Valladares
Convencido de haber sido usado por Dios como un instrumento para salvar decenas de vidas y con lágrimas en sus ojos y el corazón conmovido, Elías Valladares habló sobre su increíble hazaña al atravesar su rastra para detener un autobús sin frenos en el occidente de Honduras.
El conductor de equipo pesado se hizo viral en las redes sociales luego que el viernes 18 de octubre colocara su unidad frente a un autobús sin frenos que iba cargado de migrantes a la altura de El Portillo, en el departamento de Ocotepeque, muy cerca de la frontera de Honduras y Guatemala.
Su heroico gesto fue el que evitó que ocurriera una tragedia, pues el bus pudo haber chocado contra otros vehículos, contra un paredón o pudo haberse salido de la carretera. En cualquier escenario, el saldo hubiera sido mortal.
Su rápida acción quedó captada en un video que fue tomado por un tercer conductor, quien fue identificado como Roger Melgar. Él grabó el momento justo en que el conductor de la rastra salvó a los adultos y niños que iban dentro de la unidad de transporte público.
Según se conoció, Elías Valladares, de 46 años, es originario de Los Charcos, Talanga, Francisco Morazán, y desde hace 12 años conduce equipo pesado y aunque ha vivido diversas experiencias al volante, esta es, sin duda, la más inusual y peligrosa que ha experimentado.
Ni él se explica cómo logró pensar tan rápido y tomar la decisión de arriesgarse él y a su unidad de trabajo para frenar el autobús sin frenos, al mismo tiempo que evitó poner en riesgo a los demás carros que transitaban por la carretera llena de curvas.
Ante esto, varios medios hondureños han entrevistado a Elías Valladares, un día después de la hazaña, en donde narró cómo fueron esos minutos de tensión y angustia.
“Cuando venía por El Portillo yo vi el autobús, pasamos cierto tramo de carretera y al ver que el autobús venía humeando en el lado de las llantas traseras, cuando veníamos más abajo de la pendiente lo rebasé, me le puse a la par y le dije al piloto que le iba agarrando fuego una llanta, que iba humeando demasiado y me hizo señas de que ya no llevaba frenos”, comenzó narrando Valladares.
“Cuando él me dice que ya no llevaba frenos, lo primero que se me ocurre a mí es ponerme en la parte de enfrente del automotor y tratar de ayudar a detenerlo… Lo primero que hice yo fue encomendarme a Dios porque no es fácil hacer ese tipo de maniobra, eso fue gracias a Diosito que nos ayudó porque logramos detener la unidad y salvar a varias personas”, añadió.
Elías asegura que un factor importante para poder salvar tantas vidas fue que su rastra no llevaba carga, porque de lo contrario el peso no le habría permitido rebasar tan rápido al autobús. Además de la pericia al manejar, pues en la primera ocasión, cuando intentó colocarse frente al bus y frenarlo con su plataforma, una camioneta se atravesó entre ambos, impidiéndole hacerlo; afortunadamente en el segundo intentó sí lo logró.
“Muchas de las personas que iban en el autobús se bajaron y me dijeron que yo era un ángel, enviado de Dios para salvarlos a ellos. Gracias a Dios porque nos mantuvo firmes y no nos dejó caer”, dijo con lágrimas en sus ojos.
“Cuando ya estaba todo controlado, yo me tiré de mi camión y vinieron unas personas que abordaban el autobús, me abrazaron y me dijeron que había sido un ángel guardián para ellos. El piloto del autobús también me dijo: ‘gracias, nos salvaste’”, recordó.
Don Elías también aseguró que fue una sorpresa para él cuando se enteró de que el video captado por una persona que viajaba en un carro detrás del bus había trascendido en las redes sociales y que, gracias a eso, miles de personas difundieron su fotografía y le dejaban mensajes de admiración.
Es por eso que se tomó un momento para agradecer al ciudadano que grabó el video que muestra cómo salvó a los ocupantes del bus, pues asegura que sin él nadie le hubiera creído lo que ocurrió y que además, gracias a esa persona, miles de usuarios de las redes sociales comenzaron a considerarlo un héroe.
Ese video también permitió que su esposa, sus tres hijos y su madre vieran cómo ocurrió todo y le expresaran cuánto lo aman y lo admiran. “Tras que pasó eso yo les mandé la foto y me dijeron ‘que Dios te guarde en todo momento’, se quedaron asombrados, pero cuando vieron el video… Mi mamá me llamó llorando, me dijo: ‘hijo, sos un héroe’, recordó con el corazón lleno de emoción y orgullo.
Los mensajes de admiración y felicitación a través de las redes sociales siguen llegando y don Elías afirma sentirse agradecido, pues jamás imaginó que en un día más de trabajo se convertiría en un personaje reconocido dentro y fuera de Honduras.
Desde El Salvador, estos son algunos de los comentarios que han dejado a Elías Valladares por su gran valentía.
ENTREGA ESPECIAL
Thomas Girón: el polivoz salvadoreño que conquista escenarios imitando a grandes de la música
Thomas Girón comenzó cantando en la iglesia cristiana a la que pertenecía en su natal Huizúcar, en La Libertad. Simultáneamente, aprendió a tocar guitarra, el teclado y el bajo, «pero no los toco profesionalmente», dice.
No obstante, saber de ritmos, tiempos, escalas, sobre todo su pasión por escuchar música, sentaron las bases para que se convirtiera en un polivoz.
«Comencé con mi hermano mayor, él tocaba teclado en ese entonces, y él me metió a la parte de los coros. Luego, como siempre me ha gustado la música, iba a los karaokes cuando tenía más edad. Allí conocí a un amigo que ya tiene trayectoria, se llama Robert Riveira, él trabajaba en Merliot, me escuchó cantar y me dijo: “Cantás muy bien», expresa Thomas.
Riveira (también polivoz) compartía escenario con Girón y así el joven se fue adentrando más en la imitación de voces. Hacían dúo o cada quien tenía su tiempo para presentarse al público. Trabajaron juntos aproximadamente un año, durante el cual también amenizaron festividades o eventos privados en el interior del país.
Su amigo fue quién le habló de tener un repertorio de música a interpretar, además le enseñó técnicas vocales. «Somos artistas distintos, él es más alegre, yo soy un poco más serio, aunque ya trabajando uno tiene que soltarse un poquito más y así comencé», agrega el joven.
Ricardo Montaner y Sin Bandera fueron los primeros a quienes imitó Thomas. Las presentaciones en restaurantes y eventos privados las combinaba trabajando en un call center y con la administración de sitios web.
Hace seis años, aproximadamente, se presentó como solista. «Tenía muchos nervios porque no tenía mucho repertorio», recuerda.
En el 2021 dejó su trabajo en el call center para darle más empuje a su carrera universitaria y a su faceta artística. Los ahorros que tenía sirvieron para comprar un equipo de sonido y su debut fue en el restaurante La Costilla (que ya desapareció), por el bulevar de Los Héroes.
El público es quien lo orientó a ampliar sus imitaciones. A la fecha interpreta a José José, Juan Gabriel, Rudy La Scala, Leo Dan, Bronco, Camilo Sesto, José Luis Perales, por supuesto mantiene a Montaner y Sin Bandera. Más recientemente ha aprendido a cantar y caracterizar a Pedro Infante.
Divas y canciones en inglés
Debido al talento que ha desarrollado y a las peticiones de su público, Thomas decidió incluir en su repertorio a voces femeninas.
Recuerda con claridad que fue en el 2022 cuando ensayó durante 15 días para lograr la voz de una famosa mexicana. «La primera voz femenina fue Marisela, la canción fue “Sin él”», dice.
Después de Marisela se han sumado a la lista de divas a interpretar artistas como Paquita la del Barrio, Ana Gabriel y Rocío Durcal. Esta última dice que es «de las más difíciles» de imitar.
Al preguntarle ¿cómo descubrís que podés cantar como ellas? Thomas dice: «Con el tiempo se va conociendo la voz. Cuando diferentes artistas de acá me fueron conociendo, me dijeron que cantara de todo un poco. No voy a mentir, tuve temor al principio, bueno, solo con el hecho de cantar de Juan Gabriel la gente habla de más. Ahora, cuando se canta de mujeres quieren que uno se vista de mujer, era el temor aquel de que la gente se mete. Al final, el punto principal del artista es complacer a la gente».
Otro amigo suyo, el también polivoz José Hernández, le dio consejos sobre cómo mejorar su espectáculo, en especial cuando incluyó el repertorio femenino.
Desde que empezó de lleno con su carrera, la música en inglés ha estado presente en el espectáculo de Thomas; sin embargo, ha ido agregando artistas. Actualmente, interpreta lo más clásico de Elvis Presley, Michael Bolton, Bryan Adams, Bee Gees y Michael Bolton.
Por toda la habilidad que ha ido desarrollando, algunos grupos musicales le piden que los acompañe. Desde hace un año es vocalista de la agrupación Son Latino, donde canta salsa, cumbia y bachata. El grupo fue telonero de los venezolanos Los Adolescentes cuando se presentaron en el país.
Girón también suele presentar su show en el Restaurante Las Brasileñas, en el centro de San Salvador.
«A mí me encantan Los Temerarios, Bronco, la música corta venas, pero hay gente que no [..] Canto unas canciones a dúo también, por ejemplo, la que cantan juntos Alejandro Fernández y Cristina Aguilera, que es lo último que ido metiendo (al show) porque es muy solicitada, la canción es «Hoy tengo ganas de ti». Esto impacta más en el público, cuando hago las dos voces», añade.
El polivoz tiene muchos proyectos en mente, entre los que destaca presentar su espectáculo en otros países. Ya tuvo gratas experiencias en República Dominicana y Panamá.
Sobre el artista
Nació en Huizúcar el 20 de octubre de 1990, estudió allí hasta séptimo grado y luego su familia se muda a San Andrés, Ciudad Arce, en el 2005, donde continuó los estudios hasta concluir el bachillerato contador. Para esa época también cursaba una beca de tres años en inglés y computación.
A la fecha ha cursado 31 de las 46 asignaturas de la Licenciatura en Contaduría Pública.
Comenzó trabajando en un call center, pero lo dejó para dedicarse por completo a la imitación de grandes figuras del canto de diversos géneros musicales.
Para contrataciones puede llamar o escribir al 7450-4379 o al 7943-6499. En Facebook lo puede contactar con la cuenta Thomas Girón. Si el polivoz no tiene dentro de su repertorio al artista que solicita el cliente, pide al menos 15 de preparación para conocer y caracterizar a quien interpretará. El cliente también decide cuánto tiempo será de presentación o si realiza set cortos con música variada.
ENTREGA ESPECIAL
Terremoto de 1986: se cumplen 38 años de la tragedia que dejó 1,500 muertos en El Salvador
Un día como hoy, 10 de octubre, pero del año 1986, El Salvador vivió uno de los capítulos más trágicos de su historia: un devastador terremoto de 7.5 grados en la escala de Richter sacudió al país a las 11:49 de la mañana, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva salvadoreña.
Aquel día fatídico, más de 1,500 salvadoreños perdieron la vida, mientras que al menos 10,000 resultaron heridos y cerca de 200,000 quedaron damnificados. El epicentro del movimiento telúrico se situó en Los Planes de Renderos, al sur de San Salvador, a una profundidad de 5.4 kilómetros. La onda expansiva se extendió hacia el norte de la capital, atravesando barrios como San Jacinto, Santa Anita, Candelaria y el reparto Santa Marta, dejando a su paso un rastro de destrucción.
El Centro Histórico de San Salvador se convirtió en un símbolo de la tragedia. La fuerza del terremoto provocó el colapso de varios edificios, entre ellos el emblemático edificio Rubén Darío, donde alrededor de 75 personas estaban laborando en ese momento y cuya suerte marcó el inicio de un luto nacional. Las imágenes de escombros y grupos de rescate trabajando incansablemente en la búsqueda de sobrevivientes quedaron grabadas en la memoria del país.
A pesar de los años transcurridos, el recuerdo de aquel día persiste. Hoy en día, aún podemos encontrar edificios y condominios que presentan «severos daños irreversibles» que siguen en pie, tanto por la falta de recursos como por la inacción de las autoridades. Muchos de estos inmuebles, marcados con banderas rojas, continúan siendo utilizados, recordando a todos los salvadoreños la fragilidad de la vida ante la fuerza de la naturaleza.
El aniversario de este terremoto también sirve como un llamado a la reflexión sobre la importancia de la preparación ante desastres naturales y la obligación del estado y la sociedad de garantizar la seguridad de sus ciudadanos. En medio del luto, la esperanza de un futuro más seguro sigue viva en el corazón de aquellos que sobrevivieron y en la memoria de quienes no lo lograron.