Un sacerdote ortodoxo convenció a su feligresa Anna Shestakova, de 78 años, para que le prestara todos sus ahorros y desapareció tras recibir el dinero, ha informado la prensa local de Chelyabinsk (Rusia), donde ocurrió el suceso.

El párroco, llamado Alexander Gruzlev, se quejaba habitualmente a la parroquiana de que no podía pagar su hipoteca. Conmovida por los problemas económicos que atravesaba el clérigo, la pensionista escribió un testamento que le beneficiara, pero el pasado mes de mayo, el hombre logró convencer a la devota mujer para que sacara todo el dinero que tenía en su cuenta bancaria, que se elevaba a 600.000 rublos (9.000 dólares).

Según la anciana, el pope, que le «recordaba a un sacerdote de su niñez en la aldea, especialmente cuando cantaba», le pidió el dinero prometiendo devolverlo luego de cancelar el crédito y vender el apartamento, pero nunca lo hizo. En vez de eso, Gruzlev cambió su número de teléfono y se trasladó a otra parroquia sin decírselo a Shestakova. La anciana contó que las empleadas del banco intentaron disuadirla de hacer la operación y miraban al clérigo, que la acompañaba en esos momentos, «como a un ladrón».

Los representantes de la Iglesia ortodoxa en la región comentaron la situación diciendo que la pensionista había entregado sus ahorros por voluntad propia como una donación, agregando que el sacerdote sería incapaz de devolver la deuda con su salario mensual de unos 220 dólares. Tras calificar el caso de «complicado», consideraron que las acusaciones contra el clérigo carecían de pruebas. Mientras tanto, la anciana, que está gravemente enferma, apenas puede andar y tiene que pedir limosna para poder pagar el alquiler de la habitación donde vive.

Tras conocer el caso, la Fiscalía del distrito ha apoyado una solicitud de Shestakova para recuperar los fondos al considerar que fue inducida a error.