Ciencia
Día Mundial del Agua: Chile y Costa Rica son los únicos países donde es seguro beber agua potable en Latinoamérica
El agua es vida. No solo por sus beneficios para la salud, sino que además es un elemento clave en la mayoría de los procesos en el mundo. Fuente clave para la agricultura y producción de alimentos, fuente clave para la higiene, y para otros miles de usos. Fenómenos como el calentamiento global y la creciente contaminación en fuentes naturales de este recurso han encendido las alertas en la última década.
En la vereda contraria, Argentina y Brasil fueron catalogados como países donde no es seguro beber agua potable desde cualquier llave urbana.
El agua es un recurso que podría agotarse. Por esta misma razón, varias iniciativas científicas están trabajando para optimizar los procesos de purificación del recurso e incluso la desalinización del agua de nuestros océanos.

En este complejo escenario, que afecta directamente a las personas, Chile y Costa Rica tienen un motivo para sentirse orgullosos.

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En un análisis realizado por el portal Globehunters, construido en base a datos del Centro para el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, ambos países fueron clasificados como lugares en los que «no se deben tomar precauciones a la hora de tomar agua de la llave, excepto en lugares rurales donde no haya acceso a agua potable».
No es un hito menor. Menos de 60 países integran la lista de «los más seguros» para beber agua de la llave, la mayoría europeos. Entre ellos: Canadá, Estados Unidos, Groenlandia, Islandia, Finlandia, Reino Unido, España, Polonia, Japón, Alemania, Arabia Saudí, Italia, Singapur, Australia, Costa Rica, entre otros.
Más de 100 países no tienen agua potable 100% segura en sus zonas urbanas
En la otra vereda, y de color rojo, Argentina, Brasil y México fueron clasificados como países riesgosos para realizar esta práctica. La segunda lista posee más de 100 países. Podríamos decir que somos parte de un cuarto del planeta que es privilegiado.

No en todas partes es seguro beber agua de la llave. / Getty
Uno de los motivos que habrían impulsado a nuestra agua a ser destacada es que el agua potable chilena se rige por la Norma 409, que se aplica a todo servicio de abastecimiento. Por ello es seguro el consumirla desde la llave.
Puede haber cambios de sabor entre localidades, pero esto se debe principalmente a la concentración de diferentes minerales.
Sin embargo, los chilenos podemos estar tranquilos respecto a nuestra seguridad al beberla.
Colegio de Nutricionistas alerta: «Sólo el 28,3% de los chilenos consume la cantidad de agua recomendada»
Desde el Colegio de Nutricionistas de Chile destacaron el hito sobre el agua potable chilena. Sin embargo, y pese a que contamos con agua de calidad, alertan que según datos de la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017 solo el 28,3 % de los chilenos consumen la cantidad de agua recomendada (entre 6 y 8 vasos diarios).

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Francisca Toledo, vocera de la organización, indicó que “es fundamental mantener una buena hidratación, para así lograr un mejor rendimiento en todas las actividades que realizamos a diario en nuestras vidas”.
La ingesta recomendada por las guías alimentarias puede variar en menor o mayor medida, si las personas sufren patologías como problemas hepáticos, cardiacos, renales u otros.
El consumo también se diferencia en lactantes y niños, quienes deben consumir menor cantidad base que los adultos, lo que se calcula según el peso de los niños o niñas.
A través de los alimentos solo alcanzamos un 20% de nuestros requerimientos, de ahí la importancia de consumir el 80% restante.
Para Toledo, “es importante destacar lo beneficioso que es para la salud hidratarse con agua y no con otro tipo de liquidos, es la forma más natural, es económico porque bebidas y jugos cuestan aproximadamente $1.000 el litro, según donde se compre, versus 1 litro de agua de la llave que solo tiene un valor de $3″.
Agua, lo más sano

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“A diferencia de bebidas y jugos, el agua es libre colorantes artificiales, saborizantes, edulcorantes, acidulantes, azúcar entre otras sustancias como la cafeína. El agua no aumenta el riesgo de ganar peso o de enfermedades crónicas como la diabetes.
El menor consumo de agua puede generar deshidratación, la que puede presentar como leve, media y grave. La deshidratación ocurre cuando perdemos más líquido de lo que ingerimos y no hay agua suficiente para mantener las funciones del cuerpo” concluyó la nutricionista.
La deshidratación leve provoca boca seca, dolor de cabeza, alteración en la concentración y memoria a corto plazo. La Deshidratación media afecta habilidades psicomotoras y la Deshidratación grave puede causar la muerte, cuando se pierde alrededor del 20% del peso corporal.
Si el cuerpo detecta menos agua, la primera reacción es disminuir la pérdida de agua por la orina, y queda de color más oscuro. El color de la orina es una buena forma de poder saber si estamos bien o mal hidratados.
Ciencia
Científicos logran curar la diabetes tipo1 en ratones
Científicos de la Universidad de Stanford, liderados por Seung K. Kim, lograron curar la diabetes tipo 1 en ratones mediante un innovador trasplante combinado de células madre sanguíneas e islotes pancreáticos de donantes inmunológicamente incompatibles.
Con estos ensayos realizados en un tiempo de seis meses, lograron reiniciar el sistema inmunitario para detener el ataque autoinmune a las células productoras de insulina sin necesidad de fármacos inmunosupresores crónicos ni insulina exógena.
Este avance, publicado en el Journal of Clinical Investigation y basado en estudios previos del equipo, previene el rechazo de injertos y la destrucción de células beta en 19 de 19 ratones sanos y 9 de 9 con diabetes establecida.
Este resultado es un logro prometedor que abre la oportunidad de aplicarla en los humanos para eliminar riesgos de inmunosupresión y extenderse a otras enfermedades autoinmunes como artritis o lupus.
Ciencia
Nueva revisión de la Biblioteca Cochrane concluye que los cigarrillos electrónicos ayudan a dejar de fumar
Una nueva actualización de la prestigiosa Biblioteca Cochrane, considerada el estándar de oro en revisiones de evidencia médica, refuerza que los cigarrillos electrónicos con nicotina duplican prácticamente las probabilidades de abandonar el tabaco tradicional durante al menos seis meses en comparación con los métodos clásicos de reemplazo de nicotina (parches, chicles o inhaladores) y superan también a los vapes sin nicotina.La décima edición de esta revisión sistemática, publicada hoy, incorpora 104 estudios con datos de más de 30.000 fumadores adultos que intentaron dejar el cigarrillo convencional. Es la actualización más completa realizada hasta el momento y añade 14 nuevos ensayos clínicos respecto a la versión de enero de 2025.
Por cada 100 personas que usan cigarrillos electrónicos con nicotina:
entre 8 y 11 logran dejar de fumar durante al menos seis meses.
Con terapia de reemplazo de nicotina tradicional: solo 6 lo consiguen.
Con cigarrillos electrónicos sin nicotina: también 6.
Sin apoyo o solo con apoyo conductual: apenas 4.
Los autores califican como “evidencia de alta certeza” la superioridad de los vapes con nicotina frente a la terapia de reemplazo tradicional, y como “evidencia de certeza moderada” su ventaja sobre los vapes sin nicotina.
¿Por qué funcionan mejor?
Los investigadores explican que los cigarrillos electrónicos replican mejor el ritual y la entrega rápida de nicotina al cerebro, algo que los parches y chicles no logran con la misma eficacia. Además, destacan que los dispositivos más modernos (pods y sistemas de sales de nicotina) administran la nicotina de forma aún más eficiente que los modelos antiguos utilizados en muchos de los estudios ya incluidos.Precisamente por eso, Cochrane subraya la necesidad de nuevos ensayos con estos dispositivos de última generación: “Una mejor administración de nicotina podría traducirse en tasas de abandono todavía mayores”.
“Los cigarrillos electrónicos con nicotina aumentan las probabilidades de dejar de fumar en comparación con la terapia de reemplazo de nicotina o con los cigarrillos electrónicos sin nicotina. Los responsables de políticas públicas y los profesionales sanitarios deberían tener en cuenta estos datos a la hora de regular y recomendar herramientas para reducir el tabaquismo”, resume la revisión.
La Biblioteca Cochrane seguirá actualizando esta revisión a medida que aparezcan nuevos estudios, especialmente sobre los dispositivos de nueva generación que dominan actualmente el mercado.
Ciencia
Se abre en Ginebra una nueva oportunidad para un tratado contra la contaminación plástica
Del océano al cuerpo humano, ¿comenzará el planeta a «desplastificarse» a orillas del lago de Ginebra?
Representantes de unos 180 países se reúnen desde el martes en Suiza para una nueva y crucial ronda diplomática que ambiciona el primer tratado mundial para eliminar la contaminación plástica.
En un contexto de fuertes tensiones geopolíticas y comerciales, esta sesión adicional de diez días, denominada INC-5.2, fue convocada tras el fracaso en diciembre de la ronda celebrada en diciembre en Corea del Sur, presidida por el diplomático ecuatoriano Luis Vayas Valdivieso.
Un grupo de países productores de petróleo bloqueó entonces cualquier avance, y hay mucho en juego.
Si no se hace nada, el consumo mundial de plástico podría triplicarse de aquí a 2060, según las proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Además, la cantidad de residuos plásticos en el suelo y en los cursos de agua, desde las cimas de las montañas hasta los océanos, se duplicará en 2040, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que coordina las negociaciones de la ONU.
La situación es aun más dramática: el planeta produce actualmente 460 millones de toneladas de plástico al año, la mitad de las cuales son de un solo uso. Y recicla menos del 10% de los residuos plásticos.
Al descomponerse en micro y nanoplásticos que contaminan los ecosistemas, los polímeros penetran en la sangre y los órganos humanos, según estudios recientes.
Las consecuencias, aún desconocidas en gran medida para la salud de las generaciones actuales y futuras, son denunciadas por un grupo de unos 450 científicos de 65 países que siguen los debates.
«Bosquejo» de tratado
A pesar de la extrema complejidad de la negociación, que afecta a intereses antagónicos -productos químicos o desarrollo económico frente a medioambiente y salud-, «es muy posible salir de Ginebra con un tratado», declaró esta semana a la prensa la danesa Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA.
El ecuatoriano Valdivieso publicó tras el fracaso anterior en la ciudad surcoreana de Busan un proyecto de texto con más de 300 puntos de desacuerdo que deberán negociarse hasta el 14 de agosto, antes de llegar a un tratado.
Lo más difícil es incluir (o no) una limitación de la producción de plásticos nuevos, señala Saeed Hamid, miembro de una coalición que agrupa a 39 Estados insulares. Países petroleros como Arabia Saudí, Irán o Rusia no quieren ni oír hablar de esa posibilidad.
Otro punto espinoso es la elaboración de una lista de productos químicos considerados «problemáticos» para la salud o el medioambiente: los PFAS -conocidos como ‘contaminantes denominados eternos’-, los disruptores endocrinos, los ftalatos y los bisfenoles, entre otros.
«Nadie quiere ver un INC-5.3, nadie. (…) Así que la vía de escape más probable es un bosquejo al que se le llamará tratado, pero que necesitará financiación, agallas y alma para ser realmente eficaz», dijo a la AFP Bjorn Beeler, director de la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes (IPEN), con sede en Suecia.
«El contexto es difícil», añadió una fuente diplomática bajo anonimato, «ya que no se puede descartar por completo lo que está sucediendo en otros ámbitos del multilateralismo, como el nuevo papel de Estados Unidos o los BRICS, que están trabajando para reorganizarse».








