En Guanajuato, los emisarios de la muerte llegan a domicilio, irrumpen la tranquilidad y confort de los hogares para clavar su guadaña en forma de balazos que terminan con vidas y dejan dolor a quienes pierden a sus seres queridos. En Apaseo El Alto, una familia fue asesinada dentro de su casa, un comando armado mató a tres de sus integrantes, y solo una bebé de ocho meses resultó ilesa.

Un padre, una madre y su hija murieron acribillados, los disparos que terminaron con sus vidas asustaron a  los vecinos que de inmediato dieron aviso a las autoridades. Al llegar al domicilio, la policía encontró los cuerpos de la pareja en el suelo, pero escucharon el llanto de un bebé, lo siguieron y llegaron a una habitación, en ella estaba la mujer joven ya sin vida. Tomaron a la menor en brazos para ponerla a salvo.

Medios informaron que la familia asesinada se dedicaba a la venta de “vaquitas”, un pan relleno, tipo empanada, tradicional de la región. Se desconoce si fueron víctimas de alguna extorsión, pues de acuerdo a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guanajuato, en la escena del crimen hallaron una cartulina con un mensaje amenazante, aunque no se especificó el contenido.

De acuerdo al sitio La Silla Rota, el día de los asesinatos la venta había sido muy buena, pues se celebró a la Inmaculada Concepción. Dicho medio también dio a conocer las identidades de las víctimas: Don Pedro Lara, su esposa Ángeles y su hija Julieta.

Los Lara eran muy conocidos y queridos en su comunidad debido a su actividad comercial, por lo que los vecinos lamentaron la muerte de las tres personas a las que describieron como muy trabajadoras. En redes sociales se difundió la noticia de los homicidios y varios internautas lamentaron lo sucedido.

Una lluvia de balas dejó sus cuerpos sin vida, los cuales fueron llevados al Servicio Médico Forense (Semefo), pero también dejó una menor huérfana, sin poder recordar a quien le dio la vida y la amó. De la pequeña no se sabe nada.