Internacionales
Bukele es un referente en seguridad y un aliado en migración para EE. UU.

En un hecho que no había ocurrido en un siglo, la agenda en el exterior de Estados Unidos comienza por América Latina. El Salvador hace historia como uno de los primeros países que el secretario de Estado, Marco Rubio, visita a partir de hoy y hasta el próximo jueves para enviar un claro mensaje sobre la relevancia que el hemisferio ha retomado bajo la administración de Donald Trump, quien esboza la «época dorada» de las Américas.
El enviado especial de la Casa Blanca para América Latina, Mauricio Claver-Carone, explicó que el Departamento de Estado ha elegido a Panamá, El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana, en ese orden, porque son importantes aliados y se busca «fortalecer y profundizar» esa relación.
En palabras del encargado de la política exterior estadounidense hacia América Latina, El Salvador es un referente en logros en seguridad y migración.
Claver-Carone explicó ayer durante una conferencia telefónica que el presidente Donald Trump hizo su primera llamada con un líder extranjero con el presidente Nayib Bukele porque «es el presidente más consecuente en la región. Hace diez años, San Salvador era la capital de asesinato, y hoy es la ciudad más segura».
«Nayib Bukele se ha convertido en un factor relevante en seguridad y, para nosotros, en un gran aliado en los temas de migración», explicó Claver-Carone, quien también recordó que Bukele ha mantenido importantes reuniones con líderes y jefes de Estado durante su gestión, la cual es «envidiable».
«Y si analizamos a El Salvador, Costa Rica y la República Dominicana, y analizamos al presidente Bukele, al presidente [Rodrigo] Chávez y al presidente [Luis] Abinader, estos son los tres líderes más populares en términos de índices de popularidad, yo diría que tres de los cinco líderes más populares en el hemisferio occidental», acotó Claver-Carone.
De acuerdo a la agenda del Departamento de Estado, durante la visita de Rubio se hablará de retomar un acuerdo de cooperación de asilo con El Salvador y del combate a la banda criminal transnacional Tren de Aragua.
«Este será un gran siglo americano. No hay mejor mensaje que se pueda mandar, no hay mensaje más fundamental que se pueda mandar en este sentido, recalcar por qué el presidente Trump ve y entendemos que no hay región del mundo, en temas de seguridad, que afecte más las vidas individuales de cada americano que Latinoamérica, que las Américas», continuó el enviado especial.
Trump y Bukele hablaron por teléfono el jueves pasado, tres días después de que el republicana regresara para tomar las riendas de la Casa Blanca. De acuerdo a un comunicado de prensa, conversaron sobre alternativas para detener la migración irregular y para acabar con bandas transnacionales como el Tren de Aragua. «El presidente Trump también elogió el liderazgo del presidente Bukele en la región y el ejemplo que da a otras naciones del hemisferio occidental», se destacó en un comunicado.
Ambos mandatarios mantuvieron una relación cordial durante la primera gestión de Trump, e incluso se reunieron en septiembre de 2019. Bajo el gobierno de Bukele, El Salvador ha mejorado de forma sostenida en seguridad y se ha logrado disminuir las cifras de migrantes irregulares, uno de los temas centrales de la agenda estadounidense.
Rubio llega hoy a Panamá, donde hablará con el presidente José Raúl Mulino sobre el tránsito por el Canal de Panamá.
Internacionales
Trump declara la «guerra» a los carteles mexicanos

Días después de designar como organizaciones «terroristas globales» a seis grupos mexicanos, incluido el cártel de Sinaloa (fundado en los años 1980 por Joaquín «El Chapo» Guzmán e Ismael «El Mayo» Zambada), Trump les declara «la guerra».
El territorio mexicano lindante con la frontera estadounidense «está dominado en su totalidad por cárteles criminales que asesinan, violan, torturan», afirmó el magnate republicano ante el pleno del Congreso.
«Ejercen un control total sobre toda una nación, lo que representa una grave amenaza para nuestra seguridad nacional», sostuvo.
«Los cárteles están librando una guerra contra Estados Unidos, y es hora de que Estados Unidos libre una guerra contra los cárteles, que es lo que estamos haciendo», aseguró el millonario de 78 años.
Desde que regresó a la Casa Blanca, Trump lidera una diplomacia agresiva en su lucha contra los cárteles y la migración ilegal y considera que Canadá y México no hacen lo suficiente para combatir la entrada de drogas, sobre todo el tráfico ilegal de fentanilo, un opiáceo sintético que causa estragos en Estados Unidos. Fue la excusa que esgrimió para imponerles aranceles.
En febrero llegó incluso a decir que el gobierno mexicano tiene «una alianza intolerable» con los cárteles del narcotráfico.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, a quien el republicano calificó públicamente de mujer «maravillosa», lo considera una calumnia.
A Trump, que entre diplomacia y transacción prefiere lo segundo, no parece importarle cómo sientan sus comentarios a sus vecinos siempre que den resultado.
«Debido a nuestras políticas arancelarias» México extraditó a «29 de los líderes de cárteles más importantes de su país, algo que nunca ha sucedido antes», recordó ante el Congreso.
Según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México, el traslado de los narcos entra dentro de «las labores de coordinación, cooperación y reciprocidad bilateral, en el marco del respeto a la soberanía de ambas naciones».
Internacionales
Papa Francisco «descansó bien» pero se pierde el inicio de la Cuaresma

El Vaticano indicó este miércoles temprano que el pontífice argentino de 88 años «descansó bien durante la noche» y se despertó poco después de las ocho de la mañana (07H00 GMT).
En su anterior boletín publicado el martes por la noche, la Santa Sede señaló que el estado de Francisco era «estable» y que «no tuvo episodios de insuficiencia respiratoria ni broncoespasmo», como sucedió la víspera.
Sin embargo, su pronóstico vital todavía sigue siendo «reservado» y los médicos le hicieron llevar una máscara de oxígeno durante la noche.
En su vigésimo día de ingreso en el hospital Gemelli de Roma, el líder de la Iglesia católica no participará en las celebraciones del Miércoles de Ceniza que dan inicio a la Cuaresma, el periodo de cuarenta días que precede a la Pascua.
El papa suele presidir la misa de este día, en la que los feligreses reciben cruces de ceniza en sus frentes. La ceniza tradicionalmente procede de la quema de las palmas del Domingo de Ramos de las celebraciones de Pascua del año anterior.
El pontífice argentino ya se había perdido las celebraciones del Miércoles de Ceniza en 2022 debido a un agudo dolor de rodilla.
En esta ocasión tampoco podrá participar en los tradicionales «ejercicios espirituales», un retiro que tiene lugar cada año al inicio de la Cuaresma con la Curia, el personal y la administración de la Santa Sede.
La hospitalización más larga –
En el hospital Gemelli de Roma, que el papa Juan Pablo II llegó a bautizar como «Vaticano III», el jesuita argentino alterna reposo, plegaria y fisioterapia para recuperarse de una neumonía en ambos pulmones que le ha provocado varios episodios de insuficiencia respiratoria.
Es la hospitalización más larga del pontificado de Francisco, que no ha aparecido en público desde su ingreso y se ha perdido la oración del Ángelus los tres últimos domingos, una novedad desde su elección en 2013.
El equipo médico del papa no se ha pronunciado por ahora de cuánto más tiempo seguirá ingresado ni cuánto tiempo precisará de convalecencia si consigue superar la enfermedad, lo que genera inquietud entre los fieles.
El martes, creyentes argentinos colocaron frente al hospital una estatua de la Virgen de Luján, con un velo azul y blanco, a la que Francisco solía ir a rezar en peregrinaje cuando era arzobispo de Buenos Aires.
Esta hospitalización, la cuarta desde 2021, genera preocupación por los problemas previos que debilitaron la salud de Jorge Bergoglio en los últimos años: operaciones en el colon y el abdomen, y dificultades para caminar.
También reabrió los interrogantes en el Vaticano sobre la capacidad de desempeñar las labores papales de Francisco, que en los últimos tiempos descartó la idea de renunciar.
Internacionales
Costa Rica y Panamá a cargo ruta migratoria

Costa Rica y Panamá coordinarán el traslado en autobuses de migrantes que retornan hacia el sur tras fracasar en su intento de ingresar a Estados Unidos, con el fin de controlar un flujo migratorio inverso en ascenso.
El plan consiste en otorgar un salvoconducto a los migrantes y transportarlos en autobuses desde la localidad costarricense de Peñas Blancas, en la frontera con Nicaragua, hasta un albergue próximo al límite con Panamá.
Desde allí serán trasladados al refugio de migrantes del Gobierno panameño en Lajas Blancas, en la selva del Darién, limítrofe con Colombia, para un recorrido total de más de 1.400 kilómetros por carretera entre ambos países. Desde Panamá deberían seguir viaje por mar hacia Colombia.
Con esta medida, los migrantes, que son sometidos a controles biométricos de seguridad, «no cruzarán Costa Rica de forma clandestina e insegura», señaló desde Peñas Blancas el ministro costarricense de Seguridad, Mario Zamora.
«Es una noticia muy buena para los migrantes y para quienes velan por los derechos humanos de estas personas porque este flujo ordenado las aleja de las mafias migratorias», que cobran hasta $300 por pasar ilegalmente la frontera, expresó Zamora a la prensa junto a su homólogo panameño, Frank Ábrego.