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Anciana reportada desaparecida es enterrada con cemento en el sótano de su casa
La cuidadora de Lynn Gay Keene fue acusada en North Carolina de haberla asesinado y enterrado con cemento en el sótano de la casa de anciana de 70 años.
Elizabeth Katherine Carserino, conocida como Elizabeth Freeman, fue detenida por agentes de la Oficina del Alguacil del Condado Jackson el sábado bajo cargos de asesinato, robo de identidad, hurto de vehículo de motor y robo de tarjeta financiera.
La mujer permanece detenida en el penal del condado Avery bajo una fianza de $1.62 millones de dólares.
Gay Keene se encontraba desaparecida desde hacía casi dos meses hasta que sus restos fueron descubiertos en su vivienda en Linville Falls.
Carserino fue arrestada después de que fuera dada de alta del hospital por un asunto de drogas.
La Oficina del Alguacil del Condado Avery emitió una alerta de persona desaparecida el 30 de julio, según precisó el informe de WLOX. Sus parientes indicaron que la última vez que tuvieron contacto con la mujer fue el 14 de junio.
Al arribar a la vivienda de Keene, las autoridades encontraron el inmueble asegurado, pero no el vehículo 2000 Lincoln Town Car de la víctima en el lugar.
Oficiales del Departamento de Policía en Cherokee reportaron que el auto fue localizado abandonado en Blue Wing Road de ese pueblo.
El auto estaba asegurado y las llaves fueron recuperadas debajo del asiento del conductor.
Dos bolsas de mezcla de concreto que se encontraban en el maletero fue lo que redirigió la pesquisa a una por homicidio.
Posteriormente, los investigadores obtuvieron una orden de allanamiento para inspeccionar la casa de Lynn Keene.
La búsqueda llevó a la recuperación de restos humanos, que, tras ser sometidos a pruebas dentales, resultaron compatibles con los de la anciana.
La autopsia además reveló que la fémina no murió por causas naturales, sino que fue asesinada.
Cuando el detective Tim Austin y un colega abrieron la puerta del sótano se toparon con una gran cantidad de moscas, lo que era indicativo de un cadáver.
“Ella presentaba traumatismo por objeto contundente en la cabeza así como estrangulamiento por ligadura, era una correa”, detalló Austin según citado por la misma cadena.
La sospechosa del crimen Freeman, de 53, había sido contratada por la familia de la víctima para viviera con ella y la cuidara.
Videos de cámaras de seguridad muestran a la mujer en el auto de Keene en una tienda en Marion y usando una de sus tarjetas bancarias.
La fragmentación de los principales grupos criminales ha desencadenado un aumento significativo de la violencia en Ecuador, con una proyección de 9,100 homicidios al cierre de 2025, según un informe de la Iniciativa Global contra la Delincuencia Organizada Transnacional (GI-TOC). Esto representaría un incremento del 30,67 % con respecto a 2024.
El estudio señala que los arrestos, asesinatos y extradiciones de líderes de pandillas han generado facciones rivales que se disputan territorios y cometen delitos como extorsión, secuestro, tráfico de drogas y minería ilegal. Un ejemplo destacado es la captura de William Joffre Alcívar Bautista, alias “Negro Willy”, líder de Los Tiguerones, lo que provocó la división de la pandilla en dos grupos —Los Fénix y Los Igualitos— alineados con facciones rivales.
La violencia se ha concentrado principalmente en la provincia del Guayas, donde barrios de Guayaquil y Durán registran tasas de homicidios alarmantes. Durán alcanza 140 homicidios por cada 100,000 habitantes, mientras que Guayaquil enfrenta un aumento de asesinatos relacionados con el reclutamiento de menores, el uso de explosivos y el control de puntos estratégicos, incluidos los puertos de la ciudad.
La extradición de líderes como José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, ha debilitado la cohesión de grupos como Los Choneros, pero también ha generado masacres por venganzas internas y luchas de poder, especialmente en Manta.
Entre enero y agosto de 2025, Ecuador contabilizó 6,449 homicidios, y la Policía Nacional reportó 7,028 asesinatos en 2024, consolidando al país como uno de los más violentos de América Latina según el informe de la GI-TOC.
Más de 70 personas han perdido la vida a causa de inundaciones y deslizamientos de tierra en regiones aisladas de Nepal y el noreste de India, donde continúan las complejas operaciones de rescate. Según los balances oficiales, Nepal registra 46 fallecidos, mientras que en el estado indio de Bengala Occidental se contabilizan 28 muertos, con varias personas desaparecidas.
En Nepal, los deslizamientos en el distrito de Illam provocaron 37 muertes. Los equipos de rescate han tenido que desplazarse largas distancias por zonas montañosas y cruzar ríos desbordados para llegar a las comunidades afectadas.
En India, los desastres afectaron principalmente las plantaciones de té de Darjeeling, donde más de un centenar de viviendas fueron destruidas y se reportaron deslizamientos en 35 lugares distintos. Autoridades locales advirtieron que el número de víctimas podría aumentar al llegar a las zonas más remotas.
Los fenómenos meteorológicos extremos son comunes durante la temporada de monzones en el sur de Asia, entre junio y septiembre, pero los científicos señalan que el cambio climático ha intensificado su frecuencia y gravedad. Varios cientos de turistas fueron evacuados de las áreas afectadas, algunos incluso en elefantes, mientras que los habitantes buscan recuperarse de los daños materiales.
El número de fallecidos por el derrumbe de una escuela islámica en la isla de Java, Indonesia, aumentó este lunes a 63, informaron las autoridades locales. Equipos de rescate continúan con las labores de búsqueda para recuperar los cuerpos de al menos seis menores que aún permanecen desaparecidos.
El colapso ocurrió la semana pasada en la región de Sidoarjo, cuando más de 150 estudiantes se encontraban reunidos para las oraciones de la tarde. “Esperamos poder concluir hoy la operación de recuperación y devolver los cuerpos a las familias”, declaró el director de operaciones de la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate, Yudhi Bramantyo.
El subdirector de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Budi Irawan, confirmó que este es el desastre más mortífero registrado en Indonesia en lo que va del año.
Las familias de las víctimas autorizaron el uso de maquinaria pesada tras cumplirse las 72 horas críticas para hallar sobrevivientes. Las primeras investigaciones apuntan a que la causa del colapso podría estar relacionada con una construcción de baja calidad.
