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A un niño se le cae de la nariz una pieza de Lego que había perdido dos años antes
Sameer Anwar, un niño de la ciudad de Dunedin, en el sur de Nueva Zelanda, se llevó este domingo una gran sorpresa cuando de su nariz salió una pieza de Lego dos años después de haberla perdido, informa The Guardian.
En 2018, Sameer, por entonces de cinco años de edad, se introdujo en la nariz aquella pequeña pieza. Después le dijo a sus padres que no podía sacarla. El menor fue inmediatamente llevado a un hospital. Pero ni los médicos pudieron encontrar nada extraño en su nariz. Y ya que el niño no sentía molestia alguna, la familia decidió que la pieza simplemente se había perdido y todos se olvidaron de ella.
Pero este 16 de agosto sucedió algo «increíble», según contó el padre de Sameer al medio. Un plato con magdalenas recién cocinadas hizo que su hijo se inclinara para oler su aroma. Inmediatamente le empezó a doler la nariz. Pensando que había inhalado migas del postre, su madre lo ayudó a sonarse, pero en lugar de migas, lo que salió de sus orificios nasales fue la olvidada pieza de Lego negro, ya cubierta de hongos.
Sameer, quien sigue siendo un fanático de los coloridos bloques de construcción, se manifestó encantado al recuperarla: «¡Mamá, encontré el Lego! ¡Me decías que no, pero allí estaba!», dijo.
La familia aún no ha decidido qué hacer con la pieza encontrada. El padre del niño sugirió, bromeando, entregarla al museo de Lego.
El Ejército colombiano ubicó y desmanteló una fábrica clandestina de falsificación de moneda en el departamento de Boyacá, donde incautó 1.1 millones de dólares falsos destinados al mercado negro. El operativo se realizó en una vivienda del municipio de Berbeo.
Durante el procedimiento, las autoridades capturaron en flagrancia a un hombre de 64 años, identificado como profesional en artes gráficas, quien presuntamente lideraba el proceso de fabricación de los billetes falsos. Según las autoridades, la acción representa un golpe contra la falsificación de moneda que afecta la economía del país.
Un niño de 11 años fue atacado por un perro de raza pitbull en el barrio Las Brisas, municipio de Nueva Arcadia, Copán, en el occidente de Honduras. El menor, identificado como Elvin C. H., se dirigía a dejar unas tortillas cuando fue sorprendido por el canino, que le mordió el brazo derecho.
Tras el ataque, el niño fue trasladado al Centro de Salud, donde recibió atención médica debido a una herida de consideración que le provocó la pérdida de parte de la piel. Medios locales informaron que recibió entre cinco y seis puntos de sutura y posteriormente fue dado de alta para continuar su recuperación en su vivienda.
Ante lo ocurrido, autoridades locales y vecinos hicieron un llamado a los dueños de perros considerados de razas fuertes o potencialmente peligrosas para que los mantengan bajo control y debidamente amarrados, con el fin de evitar nuevos incidentes, especialmente contra niños.
Al menos cuatro personas, al parecer todas de una misma familia, fueron asesinadas en el interior de una vivienda en el barrio Centroamérica, de Tegucigalpa, informó este jueves el director de la Policía Nacional, Juan Manuel Aguilar.
Las víctimas son dos mujeres y dos hombres, uno de ellos menor de edad, según el alto oficial.
«Lastimosamente se da este hecho violento donde hay una muerte múltiple de cuatro personas», subrayó Aguilar en comunicación telefónica con el Canal 5.
Indicó además que los autores del crimen utilizaron armas blancas y de fuego, y que el hecho se habría registrado el miércoles, pero hasta hoy se supo del mismo a través de una llamada al teléfono de asistencia social 911.
Añadió que un equipo de la Policía Nacional está haciendo las investigaciones del caso, «que es extremadamente violento y nadie manifestó nada, sino que hasta el día de hoy hicieron una llamada anónima».
Según Aguilar, los vecinos del sector se mantienen «en un absoluto hermetismo» y «nadie quiere manifestar nada».
Honduras registra altos índices de violencia, con alrededor de una decena de homicidios diarios, según diversas fuentes, aunque las autoridades aseguran que la criminalidad se ha reducido sustancialmente, debido en parte a un estado de excepción parcial, que entró en vigor en diciembre de 2022.
La percepción de varios sectores hondureños, incluidos defensores de derechos humanos, difiere con la versión oficial y aseguran que el estado de excepción impuesto por el Gobierno no dado los resultados esperados.
