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Murió celebrando un gol en una Copa del Mundo y revivió para terminar de jugar el partido

El futbolista argentino nacionalizado uruguayo Juan Hohberg fue el protagonista de uno de los episodios más impactantes del fútbol mundial. El oriundo de la ciudad de Córdoba fue un claro ejemplo de “la garra charrúa” ya que, contra todo pronóstico, revivió de un ataque cardíaco para terminar de jugar la semifinal de la Copa del Mundo de 1954.
Uruguay quería revalidar el título que consiguió en 1950, y para ello debía superar a la temible Hungría, quien poseía entre sus filas a Ferenc Puskas y Sándor Kocsis, siendo una de las selecciones favoritas a hacerse con el trofeo.
Todo fue cuesta arriba para los orientales aquel 30 de junio en el Stade Olympique de la Pontaise en la ciudad de Lausana. Al inicio del segundo tiempo, los sudamericanos ya caían por 2-0 con goles de Zoltán Czibor y Nándor Hidegkuti en un recinto repleto de fanáticos europeos.
Fue en ese momento cuando la figura de Juan Hohberg comenzó a tomar fuerza dentro del verde césped.Hohberg convirtió dos goles frente a Hungría
Con 26 años, y tras quedarse por segundo año consecutivo con el campeonato local al consagrarse con Peñarol, Hohberg disputaba su primera cita mundialista. En el segundo tiempo de aquel enfrentamiento, el delantero iba a convertirse en protagonista al anotar dos goles (a los 75 y 86) para empatar el marcador y darle esperanzas al conjunto dirigido por Juan López.
Sin embargo, fue en ese segundo tanto cuando se produjo el impactante episodio que pasó a formar parte de las grandes anécdotas de la historia de los Mundiales.
Después de eludir al portero Gyula Grosics, y rematar a puerta vacía, el futbolista levantó las manos y comenzó a festejar. Sus compañeros de equipo se unieron en una fuerte y emotiva celebración sin imaginar lo que estaba sucediendo con su goleador, quien estaba siendo víctima de un infarto en pleno partido.
Algo andaba mal, ellos lo notaron y rápidamente llegó Carlos Abate, el kinesiólogo de aquella selección. El encuentro continuó y la igualdad en el marcador iba a derivar en la prórroga, mientras tanto el profesional continuaba haciendo trabajos de reanimación con el futbolista tendido sobre un costado de la cancha.
Tras varios segundos prácticándole masajes en el pecho, Abate tomó la decisión de suministrarle coramina oral, un medicamento que estimula las funciones vasomotoras y respiratorias. Fue en ese momento cuando Hohberg, que según los especialistas había muerto durante 15 segundos, revivió.El médico le suministró coramina para revertir su situación
El jugador parecía haber recuperado el conocimiento y, a pesar de las indicaciones del personal médico para que no continuara, decidió entrar nuevamente al campo para completar lo que había empezado y no dejar a su equipo con 10 hombres.
Uruguay no tenía más cambios y debía defender, como sea, la racha de 21 partidos invictos entre Mundiales y Juegos Olímpicos. Con esa premisa, además de soñar con una remontada épica que les permitiera clasificar a la final, Hohberg puso la mano en su pecho, dio un paso adelante, y ya estaba de vuelta en acción.
Hungría sin embargo, logró marcar dos veces más en el tiempo extra (un doblete de Sándor Kocsis a los 109 y 111 minutos) y ahogó la ilusión de los futbolistas sudamericanos de volver a disputar una segunda final mundialista consecutiva.
Finalmente, Austria iba a ser su rival en el partido por el tercer puesto, mientras que Alemania Federal se consagraría campeón al vencer por 3-2 a los húngaros en el Wankdorfstadion (Berna).
El último lugar del podio desafortunadamente tampoco quedó en manos de los charrúas, que cayeron 3-1. Lo destacable de ese encuentro es que Juan Hohberg lo disputó y marcó el gol del descuento, a pesar de lo que había sucedido con su corazón.
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Manchester United y Tottenham se juegan más que un título en Bilbao

Este miércoles, el estadio de San Mamés en Bilbao será escenario de una final cargada de tensión, historia y necesidad. Manchester United y Tottenham Hotspur disputan mucho más que la Europa League: ambos clubes se juegan su última carta para alcanzar la próxima edición de la Liga de Campeones, tras firmar temporadas decepcionantes en la Premier League.
Ninguno de los dos logró clasificarse al máximo torneo continental a través del campeonato inglés, por lo que esta final se presenta como un salvavidas competitivo y económico. El ganador no solo se llevará el trofeo europeo, sino también un boleto directo a la Champions League y un ingreso estimado en 100 millones de euros.
Temporadas para el olvido
El United, bajo el mando del portugués Rúben Amorim, vive una de las peores campañas de su historia reciente. Ocupa la 16ª posición en la Premier y ha sufrido 18 derrotas en 37 partidos, una marca que remite al oscuro recuerdo de su descenso en 1974. Amorim, que llegó en noviembre, solo ha conseguido seis victorias en 26 partidos de liga.
La situación no es mejor en el norte de Londres. El Tottenham de Ange Postecoglou ha perdido 21 partidos y marcha 17º, cifras que igualan las peores épocas del club desde su retorno a la élite en 1978. La mala racha se extiende a los últimos seis encuentros, en los que los ‘Spurs’ solo sumaron una victoria.
Europa como refugio
A pesar de sus fracasos domésticos, ambos equipos han encontrado consuelo en el torneo continental. El United llega invicto a la final tras eliminar a Real Sociedad, Lyon y Athletic Club, mientras que el Tottenham, con Son Heung-min como figura recuperada, busca su primer título europeo en más de 17 años.
Aunque históricamente el United ostenta un palmarés más amplio, incluyendo FA Cup y Copa de la Liga recientes, el Tottenham ha sido superior esta temporada en los enfrentamientos directos: tres victorias en tres partidos ante los ‘Red Devils’.
Lesiones y esperanza
Las bajas también han marcado esta temporada. Tottenham no contará con James Maddison, Lucas Bergvall ni Dejan Kulusevski, mientras que el United celebra la recuperación de jugadores clave como Joshua Zirkzee, Diogo Dalot y Leny Yoro. Sin embargo, el peso del equipo recaerá nuevamente en Bruno Fernandes, Alejandro Garnacho y Casemiro, pilares en el camino hacia la final.
«Es un todo o nada. Estamos en situaciones parecidas, los dos entrenadores estamos en la cuerda floja», reconoció Rúben Amorim tras asegurar su pase a la final, la tercera de la Europa League entre equipos ingleses.
Una final con aroma a redención
Más allá del trofeo, esta final representa una oportunidad de redención y alivio financiero para dos gigantes heridos. Un partido al límite, en un escenario imponente, donde solo uno podrá celebrar y aferrarse a una nueva esperanza en Europa. La cita: miércoles, 19:00 GMT, en la Catedral del fútbol vasco.
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El Balón de Oro 2025 se entregará el 22 de septiembre en París

La ceremonia del Balón de Oro 2025 se celebrará el próximo 22 de septiembre en el Theatre du Châtelet, en París, y por primera vez otorgará el mismo número de galardones tanto en categoría femenina como masculina, informaron este lunes France Football y la UEFA, organizadores del evento.
Además del tradicional Balón de Oro a la mejor futbolista del año y al mejor entrenador o entrenadora de un equipo femenino, se incorporan el Trofeo Kopa a la mejor jugadora joven, el Trofeo Yashin a la mejor portera y el Trofeo Gerd Müller al mejor gol, todos ellos ya existentes en la rama masculina. En total, se entregarán 13 premios: seis para mujeres, seis para hombres, y el Premio Sócrates al compromiso social.
Los nominados se anunciarán en agosto. En 2024, los ganadores del Balón de Oro fueron los españoles Aitana Bonmatí (Barcelona) y Rodri (Manchester City). La edición anterior estuvo marcada por el boicot del Real Madrid, tras conocerse que Vinicius Jr. no recibiría el galardón principal.
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El Crystal Palace deja en blanco al City y gana su primer título en 164 años

El Crystal Palace conquistó la Copa de Inglaterra, el primer título en sus 164 años de historia, con una victoria por 1-0 y dejó al Manchester City con una temporada en blanco, la primera desde 2017. Los ‘Eagles’, más ruidosos, con más hambre y con un Dean Henderson espectacular que incluso paró un penalti, superaron a los de Pep Guardiola, que siguieron con la tónica de la temporada y flojearon en el momento decisivo.
Un gol de Eberechi Eze, culminando una contra lanzada por Jean-Philippe Mateta y proseguida por el colombiano Daniel Muñoz, que puso un centro genial para el remate del ’10’ del Palace, desajustó a un City que recibió este sábado la puntilla. Esta ‘FA Cup’ era su opción de salvar la temporada con un título, una especie de guinda en un pastel bastante agrio por su destino en Premier League, Liga de Campeones y Copa de la Liga, tres trofeos perdidos hace mucho.
Pero el City nunca acabó de recuperarse de esa picadura de Eze, sin dudas el mejor futbolista del Crystal Palace, pero no el único de un conjunto que cuenta con Mateta como un delantero centro de otra época, un pelotero en el centro del campo como Adam Wharton, al que se verá mucho en la selección inglesa en el futuro, y el eléctrico Daniel Muñoz en el carril derecho.
Y también a Dean Henderson en la portería, porque aunque el meta pudo y seguramente debió ser expulsado al cortar una carrera de Haaland en la frontal del área con una mano, paró un penalti a Omar Marmoush que pudo cambiar el encuentro. Henderson, ex del United, adivinó la intención del egipcio, sorprendente lanzador con Kevin de Bruyne y Haaland sobre el césped, y agrandó su historia con las penas máximas. Ha salvado nueve de las 22 que le han lanzado en su carrera, es decir, más de un 40 % de acierto. Una auténtica brutalidad.
A esta acción le agregó varias más para redondear su encuentro. Especialmente una estirada a Jeremy Doku y un mano a mano con el debutante Claudio Echeverri. Salvó a su equipo en los momentos importantes y desde su arco, bajo los aficionados del City, celebró el 2-0 de Daniel Muñoz, durante los pocos instantes que tardó en desbaratarlo el VAR al comprobar que había fuera de juego en la jugada. Fue un pequeño jarro de agua fría para los londinenses, que ya se veían con la copa bajo el brazo, pero fueron capaces de aguantar el arreón final de los de Guardiola y abrochar un título que se les había escapado en las finales de 1990 y 2016.
El primer gran trofeo para los ‘Eagles’ en 164 años de historia y un premio al gran proyecto que ha construido Oliver Glasner desde que aterrizó en Selhurst Park en febrero de 2024. Ha salvado al Palace dos temporadas consecutivas, lo ha sostenido en la media tabla y le ha dado el tan ansiado entorchado. Al otro lado queda un City derrotado, necesitado de una regeneración y con el único gusto para echarse a la boca esta temporada de clasificarse entre los cinco primeros de la Premier League para no caer a la Liga Europa el curso que viene.