Con Lionel Messi descartado y recuperándose de su lesión en el tobillo derecho, el Barcelona se mide ante un Eibar que llega al Camp Nou con dificultades en la zona baja de la tabla del campeonato local.

Tras el parate por navidad, el conjunto azulgrana disputará el último partido del año. Un 2020 para el olvido, en el que no pudieron levantar ningún trofeo y fueron víctimas de una goleada histórica, al caer por 8-2 contra el Bayern Múnich por Champions League. A ello, hay que sumarle la dimisión de su presidente Josep Maria Bartomeu, el escándalo de La Pulga con el burofax, las salidas de futbolistas como Luis Suárez y la llegada de un nuevo entrenador.

Después de las destituciones de Ernesto Valverde y Quique Setién, el actual técnico azulgrana, Ronald Koeman, pretende afianzarse en el cargo con una mezcla de buenos resultados y de juego vistoso. Con esta combinación, los culés consiguieron derrotar al Valladolid (0-3) el martes pasado, en el último encuentro liguero disputado.

En Pucela, Koeman dio con la tecla usando un sistema 3-5-2, con tres centrales y dos carrileros ofensivos por la banda. De cara al partido contra el Eibar, la ausencia del lateral izquierdo Jordi Alba, que vio la quinta tarjeta amarilla en Valladolid, se convierte en una baja sensible para el nuevo esquema.

La sanción de Alba, que será sustituido por Junior Firpo, podría abrir la puerta al regreso del sistema 4-3-3. Sin embargo, lo más probable es que Koeman amolde al equipo para darle continuidad al 3-5-2, confiando en Firpo para el carril izquierdo y repitiendo con el lateral Sergiño Dest por la banda derecha.

Frente al Eibar, el capitán azulgrana es baja por unas molestias en el tobillo derecho y tiene el permiso del club para alargar sus vacaciones en Argentina. Esto abre las puertas de la titularidad a Phillipe Coutinho para hacer de enganche con una delantera formada por Antoine Griezmann y Martin Braithwaite.

Mientras, el Eibar tiene encendidas todas las luces rojas ante este partido, y la baja de Messi alimenta sus aspiraciones para cambiar la tendencia de sus encuentros.

El equipo visitante viene de sufrir dos derrotas consecutivas, la primera en Ipurua ante el Real Madrid y la segunda en Mendizorroza frente al Alavés, que le han privado del colchón de puntos que le separaba de los puestos de descenso y tras estos dos encuentros perdidos se ha colocado a sólo un punto de los lugares que suponen la pérdida de categoría al final de la temporada.

El estadio del Barcelona no es el más indicado históricamente para iniciar la remontada, dado que en las seis campañas que el Eibar lleva en Primera nunca ha sido capaz de puntuar en él.