Un hombre intentó rescatar a su hijo y a un vecino que habían sido raptados por pandilleros, cuando este llegó al lugar descubrió que estos habían sido decapitados. Los delincuentes para no dejar testigos también asesinaron al hombre.

Según versiones policiales, eso es lo que sucedió el pasado 6 de enero en Atiquizaya, donde murieron dos hombres y un menor de edad. El crimen, al parecer, está relacionado con disputa territorial de dos pandillas.

La versión policial señala que Manuel Enrique Tobar Chávez, de 44 años, salió a recoger leña junto a su hijo Manuel Humberto Tobar Morales, de 20 años, y un vecino José S., de 15. En el camino, fueron privados de libertad por delincuentes, entre los que se encuentran niños de pandillas.

El parte policial estableció que en un primer momento Tobar Morales y José fueron los únicos que fueron raptados y posteriormente ejecutados por los delincuentes en la línea férrea de San Juan La Ceiba, calle al Refugio, de la referida zona del occidente del país.

Hasta el momento, las autoridades no encuentran explicación por la forma en la que los asesinos actuaron con Tobar Chávez, quien incluso llegó a su casa a dejar la leña en momentos en los que su hijo era decapitado.

El hombre de 44 años le manifestó a sus otros familiares de que «tenía un problema» y regresó al lugar donde supuestamente tenían privados de libertad a su hijo y vecino a quienes los victimarios interrogaron y torturaron previo a la ejecución.

Con la esperanza de encontrarlos vivos, el hombre decidió no dar aviso a las autoridades y se dirigió al lugar en el que encontró a los pandilleros, quienes para no dejar cabos sueltos decidieron asesinarlo de una manera menos sanguinaria.

«Los dos jóvenes fueron amarrados de los brazos, pies y decapitados con machete, mientras que el padre del joven de 20 años, presentaba heridas de la misma arma en el cuerpo», explicó la fuente.

Las investigaciones preliminares señalan que el joven de 20 años estaba perfilado como integrante del barrio 18 Revolucionarios. Los tres residían en una zona que es considerada marginal y de extrema pobreza.

Fuentes policiales señalaron que se tiene información que los ejecutores de este hecho son miembros de la pandilla MS, quienes quieren regresar a la zona de la que fueron obligados a salir hace unos años.

La versión señala que los delincuentes utilizaron machetes para decapitar a los dos jóvenes para dejar un mensaje a los cabecillas de la pandilla contraria por el acoso al que los han venido sometiendo durante las últimas semanas.

«Estamos ante una iniciación de  descuartizadores, la información que tenemos que  la pandilla está entrenando a unos niños a descuartizar personas, esta masacre  es un sanguinario rito de iniciación de  asesinos en serie¨, aseguró una fuente policial a este medio noticioso.

En tanto, en la base de datos de la corporación policial no se registran capturas por este hecho.

Nota tomada de El Salvador Times