Judicial
Jornalero compartía con dos pandilleros bebidas alcohólicas y éstos lo terminan asesinado tras una discusión
Una discusión entre un jornalero y dos de sus amigos fue lo que puso punto final a una juerga que llevaron a cabo en el patio de una casa de Nejapa en la que corrió la sangre debido a un ataque a machetazos que recibió el primero de estos.
La migración interna que realizan los pandilleros llevó a Sigfredo Torres a conocer a Cristian D., alias “Pinguino”, de 19 años, y Aníbal, alias “Toño”, de 20, quienes llegaron a vivir al cantón Tejutepeque del referido municipio de San Salvador en el que la delincuencia ha incrementado en los últimos años.
Teniendo claro conocimiento que ambos hombres a los que llamaba amigos eran miembros de estructuras criminales, Torres entró en confianza con estos al punto de invitarlos a ingerir bebidas alcohólicas en su vivienda.
Fue hasta la noche del 3 de agosto de 2017 cuando la amistad entre los tres señalados terminó, luego de una larga jornada entre cañales, plantaciones de maíz y árboles frutales la víctima recibió la visita de los delincuentes.
Al fondo de la casa de adobe con techo de lámina y en medio de una silenciosa noche una luz tenue despejaba la oscuridad en la que los hombres se encontraban sentados tomando una de las botellas de licor que tenían para emborracharse.
El reloj marcaba las 9:15 de la noche cuando la botella quedó vacía, los hombres ya no tenían claridad en sus pensamientos y diferencias del pasado -que no se han esclarecido- provocaron que se iniciara una fuerte discusión.
Cada palabra pronunciada por el jornalero provocaba una reacción más violenta en los dos pandilleros quienes estaban unidos en la discusión que llegó hasta a los gritos que irrumpieron el silencio rural.
La situación se volvió más tensa cuando uno de los pandilleros amenazó de muerte a Torres: «Te vamos a matar», le advirtió Anibal al mismo tiempo que tomaba un corvo y apuntaba en su contra.
El delincuente inició su ataque con un contundente corte en el cuello que tumbó al suelo al jornalero que no tuvo tiempo de defenderse, el pandillero le propinó seis zarpazos entre el cuello y la cabeza que casi lo degollaron.
Luego de varios minutos, los delincuentes reaccionaron sobre lo ocurrido y salieron corriendo con el arma ensangrentada a través de unos cañales que estaban cerca de la casa hasta perderse.
El cuerpo destrozado de Sigfredo quedó tendido y fue hasta la media noche que agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) fueron alertados sobre lo ocurrido por un testigo que dio detalle sobre lo acontecido.
El relato del testigo permitió a las autoridades identificar a los delincuentes, el primero en caer fue Cristian quien seguía residiendo en la zona, mientras que Anibal fue detenido el 7 de septiembre de 2018 por autoridades migratorias de Honduras mientras cruzaba la frontera El Amatillo en La Unión.
Según lo determinado por el juzgado Tercero de Sentencia de San Salvador, ambos pandilleros enfrentarán juicios de manera separada por el delito de homicidio agravado en una fecha pendiente de fijar.
Foto Referencia.
Por: El Salvador Times.
Judicial
Mujer recibe 30 años de cárcel por no auxiliar a su recién nacido tras caer en fosa séptica en Cuscatlán
El Juzgado de Sentencia de Cojutepeque condenó a 30 años de cárcel a María Antonia Preza Hernández por el delito de homicidio agravado bajo la figura de comisión por omisión, luego de no auxiliar a su recién nacido tras caer en una fosa séptica.
Según la investigación fiscal, los hechos ocurrieron el 30 de marzo de 2024 en Monte San Juan, Cuscatlán Sur. La mujer, que estaba en labor de parto, no solicitó ayuda a sus familiares y tras el nacimiento de la bebé, no intentó salvarla, sino que limpió la escena y se retiró.
El cuerpo de la recién nacida fue descubierto tres días después por familiares. La autopsia del Instituto de Medicina Legal confirmó que la bebé nació con vida y que la causa de su muerte fue asfixia por obstrucción de vías respiratorias.
El tribunal consideró que Hernández incumplió con su deber de auxilio, tipificando su conducta como comisión por omisión, lo que derivó en la condena máxima impuesta por el Juzgado de Sentencia de Cojutepeque.
Rafael Antonio Gómez Castillo fue condenado a 12 años de prisión por agredir sexualmente a una niña de ocho años durante el 2024 en Sacacoyo, departamento de La Libertad.
Según las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR), la víctima sufrió maltratos físicos y psicológicos de su madre, al punto que la dejaba varios días encerrada en la vivienda o abandonada en la calle.
«La menor buscaba refugio y comida en la casa de Rafael Gómez, por el lazo familiar; sin embargo, él se aprovechó de la situación y del vínculo que tenía con la niña para abusar de ella en reiteradas ocasiones», señaló la institución.
Ambos se desempeñaban como líderes religiosos de una iglesia de donde fueron expulsados tras darse a conocer los maltratados que ejercían contra la niña.
Los abusos a los que la víctima era sometida fueron denunciados ante las autoridades por otro familiar cercano.
«Gracias a los elementos de prueba documental, pericial y testimonial que presentó la FGR ante el Tribunal Segundo de Sentencia de Sonsonate, se logró demostrar la participación de los imputados en los hechos antes mencionados», informó el ministerio público.
Es así como como Gómez Castillo fue sentenciado por el delito de agresión sexual o menor o incapaz agravada en modalidad continuada.
La Fiscalía General de la República (FGR) consiguió que María Antonia Preza fuera condenada a 30 años de cárcel por el homicidio agravado de una bebé recién nacida.
Según las investigaciones, en marzo de 2024, Preza dio a luz en una fosa séptica y no informó a nadie sobre el parto, procediendo a limpiar la escena para eliminar evidencias.
Tres días después, familiares hallaron el cuerpo de la bebé y notificaron a las autoridades. La autopsia reveló que la menor respiró al nacer y murió posteriormente por asfixia debido a la aspiración de heces.
