Nacionales
DRAMA DE EL SALVADOR: Cabo de la UMO asesinado en Ayutuxtepeque destacó en sus 22 años de servicio, estudiaba para ser abogado y nunca encontró a su hijo desaparecido
Cabo de la UMO asesinado en Ayutuxtepeque destacó en sus 22 años de servicio, estudiaba para ser abogado y nunca encontró a su hijo desaparecido
El agente fue atacado por tres delincuentes cuando se dirigía a visitar a su pareja en las cercanías del cementerio de la localidad a la que llegó luego de la desaparición de su hijo en Sonsonate.
Walter Alfredo Barrientos Cardona, de 43 años de edad, fue un cabo de la Unidad del Mantenimiento del Orden (UMO) quien sirvió por más de 22 años a la Policía Nacional Civil (PNC) y fue asesinado por supuestos miembros pandilleros cuando cursaba la carrera de ciencias jurídicas en una universidad de San Salvador.
El 10 de agosto de 1996, Barrientos Cardona ingresó a la corporación y desde un inicio comenzó a destacar por su “espíritu de cuerpo”, algo que lo condujo a la UMO en la que siguió siendo de los elementos más destacados.
Para el año 2016, Barrientos ascendió a cabo y actualmente estudiaba la licenciatura en Ciencias Jurídicas en una universidad de San Salvador. Su objetivo era ser un abogado y poder retirarse de la institución en la que estaba por cumplir 23 años de servicio.
«Era una persona con iniciativa y muy proactivo en su trabajo; tenía una función bien particular de ser «granadero», manejaba un lanzagranadas M203 y era técnico en el uso de medios químicos», sostuvo una fuente policial consultada.
El cabo era miembro del grupo anfibio de la Policía, también había sacado el curso básico de rescate urbano; además, estaba capacitado para conducir medios de transporte pesados como buses. A veces manejaba el bus que transportaba a sus compañeros a lugares donde se requería la presencia de la unidad.
«Dentro de la unidad no sólo se ve lo que es el mantenimiento y el orden, sino áreas de rescate vertical o rescate de personas en estructuras colapsadas y él las había cursado», detalló la fuente policial.
La desaparición de su hijo
El cabo con ONI 14773 tuvo dos parejas, con la primera procreó dos hijos, uno de estos fue privado de libertad cuando tenía 18 años y residía en Sonsonate. Barrientos nunca volvió a saber nada de él.
Compañeros del agente señalaron que a uno de sus hijos lo interceptó un grupo de delincuentes cuando regresaba de estudiar, al parecer, el hecho se produjo por el trabajo que tenía Barrientos.
Por diferentes circunstancias, entre ellas la desaparición de su hijo, el agente separó y luego de un tiempo comenzó a relacionarse con su actual pareja, a quien se dirigía a ver cuándo fue interceptado por un grupo de delincuentes.
Hipótesis de su asesinato
El director de la PNC, Howard Cotto, dijo que al menos tres pandilleros le dispararon al cabo de la UMO cuando este iba en su motocicleta en las cercanías del cementerio de Ayutuxtepeque.
Horas más tarde, Ever Manzano, vocero de la corporación aseguró que Barrientos fue asesinado en un punto de asalto en el que trató de defenderse y evitar que le robaran el arma.
«Queremos subrayarlo así, no es que sea un ataque hacia al compañero por ser miembro de la Policía, sino que más se puede tratar de un robo en el cual al intentar defenderse lo asesinaron y le robaron su arma de equipo», aseguró Manzano.
En lo que va del año han sido asesinados diez agentes policiales, más dos empleados del área administrativa de la Policía.
Cotto sostuvo que el caso está siendo investigado por agentes de la División Central de Investigaciones (DCI) aunque de momento no se reportaban detenciones.
Nota tomada de El Salvador Times
A medida que los narcotraficantes buscan nuevas rutas y formas para trasladar cocaína de Colombia y Ecuador a México, Estados Unidos y Europa, las autoridades Antinarcóticos de la región también incrementan los controles o se adentran a grandes distancias en el océano Pacífico, como lo hace El Salvador, que de esta manera ha contribuido a millonarios decomisos.
De acuerdo con estadísticas oficiales de los países de Centroamérica, la región logró decomisar en todo 2024 más de 182,700 kilos de cocaína (182.7 toneladas), cuyo valor ronda los $4,500 millones.
A estas cifras millonarias en decomisos se suma el aporte de El Salvador con la Fuerza de Tarea Naval Tridente (FTNT), que confiscó 16.7 toneladas de cocaína en más de una decena de incursiones a cientos de kilómetros en el Pacífico. El valor de la droga decomisada por los salvadoreños en altamar suma $417.7 millones.
Tras el último decomiso de 2024, a 1,945 kilómetros de la costa salvadoreña (1,050 millas náuticas y distancia récord), el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, afirmó: «Este maldito negocio de la droga no se tolerará en este país y recorreremos los kilómetros que sean necesarios para perseguir este veneno».
Agregó que El Salvador está «demostrándole al mundo que somos pequeños, pero tenemos el coraje de enfrentar, como firme y valiente Estado de derecho, todo lo que determinemos que es enemigo de la sociedad».
Para el Gabinete de Seguridad del presidente Nayib Bukele, 2024 fue el año con más confiscaciones de drogas en la historia, y la Fiscalía procesa a por lo menos 130 narcolancheros de orígenes colombiano, ecuatoriano y mexicano.
Mientras que, en Panamá, según un informe del Ministerio de Seguridad Pública, fueron decomisados 89,360 kilos de cocaína (de enero a noviembre), gran parte proveniente de territorio colombiano. El 30 de septiembre de 2024 efectuaron uno de los más importantes decomisos de drogas, cuando en una operación de registro en tres contenedores en la provincia de Colón hallaron 4,489 kilos de cocaína que tenían como destino Barcelona, España.
El 2 de junio del año anterior, Panamá envió vía aérea 49.3 toneladas de cocaína confiscada hacia EE. UU. para ser incinerada y «evitar la contaminación que genera quemarla a cielo abierto en el país», según el ministro Juan Pino.
Panamá es punto de paso para droga que proviene de Sudamérica, principalmente de Colombia, y que tiene como destino Estados Unidos y Europa. En 2023, Panamá decomisó 119.2 toneladas de drogas, 95 toneladas eran de cocaína.
En Costa Rica, mientras tanto, el Ministerio de Seguridad Pública informó que los cuerpos policiales decomisaron 32 toneladas de cocaína y 15 toneladas de marihuana.
Eric Lacayo, viceministro de Seguridad Pública, indicó que en los últimos años han trabajado en una ruta de contención para disminuir la violencia y el microtráfico de drogas.
En total, las autoridades costarricenses decomisaron 32 toneladas de cocaína, 15 toneladas de marihuana, 60 kilos de crac, 373,958 dosis de drogas sintéticas y 221,697 plantas de marihuana fueron destruidas.
«Sin duda viene un reto importante para 2025, en el que hombres y mujeres tienen un absoluto compromiso por continuar con este arduo trabajo», afirmó Lacayo.
UN EXPRESIDENTE NARCO Y MILLONES DE ARBUSTOS DE COCA
En la vecina Honduras, que es aquejada por las pandillas y bandas de narcotraficantes, fueron testigos el año anterior de la condena en un tribunal de Nueva York del expresidente Juan Orlando Hernández, quien pagará 45 años de cárcel por narcotráfico.
Y en una ceremonia de ascensos en la Policía Nacional, en la ciudad de La Paz, en el oeste del país, el director policial, Gustavo Sánchez, destacó «los avances en la lucha contra el crimen organizado en Honduras», que incluyen «la incautación de más de 26 toneladas de cocaína, la destrucción de más de 11 millones de arbustos de coca y el retiro de más de 15,000 armas de fuego de las calles».
De acuerdo con los recuentos periodísticos, en 2024 fueron decomisadas 25 toneladas de cocaína en 11 de los 18 departamentos de Honduras, pero paradójicamente ninguna de estas operaciones fue en Olancho, departamento considerado en la ruta del narcotráfico.
En Guatemala, los decomisos durante 2024 sumaron 18.2 toneladas de cocaína, equivalentes a $243 millones, la segunda cifra de incautación anual más alta de su historia, solo por detrás de las 18.9 toneladas incautadas en 2019.
El Gobierno que preside Bernardo Arévalo de León informó recientemente que las 18.2 toneladas decomisadas sobrepasan a las incautaciones completas (17.9 toneladas) durante el Gobierno de Otto Pérez Molina, entre 2012 y 2015.
Ciclista de diferentes zonas del territorio nacional asistieron ayer (domingo) a la séptima Pedaleada, organizada por el Gobierno de El Salvador, que incluyó un recorrido de 10 kilómetros, desde el parque Bicentenario hasta el redondel Nicaragua, en San Salvador.
Autoridades del Ministerio de Obras Públicas y el Viceministerio de Transporte fueron parte de la logística de dicha actividad recreativa, dedicada a las familias salvadoreñas que cuidan de su bienestar.
Cabe mencionar que la séptima Pedaleada tiene como objetivo promover la movilidad sostenible, además de convertirse en un espacio de diversión, en medio de un ambiente de seguridad.
De igual forma, como parte de la logística, de este evento deportivo, se incluyó la organización de transporte para aquellos ciclistas que asistieron desde el oriente, occidente y centro del país.
La Policía Nacional Civil (PNC) capturó a un terrorista que presumía su pertenencia a la pandilla 18R en redes sociales.
El pandillero fue identificado por las autoridades como Herbert Ernesto Elías Juárez, de 29 años de edad.
Las autoridades informaron que, según los registros de la institución de 2016, este terrorista amenazaba con atentar contra la vida de los policías y soldados que vivían en la comunidad Hermosa Providencia, San Salvador, junto a otros pandilleros.
Elías fue capturado sobre la 23 Calle Oriente y 5ª Avenida Norte, San Salvador.
El terrorista de la pandilla 18R será procesado por el delito de agrupaciones ilícitas.
