La violencia a manos del narcotráfico volvió a mostrar cifras preocupantes luego que se registraron al menos cinco ejecuciones en menos de 10 horas en el municipio de Caborca en el estado de Sonora, al norte de México. El crimen que más llamó la atención por la saña con la que los sicarios lo realizaron fue el de un hombre al que los matones, no conformes con quitarle la vida le cortaron el pene y abandonaron el cuerpo, según reportes de redes sociales.

De confirmar el asunto, este modus operandi normalmente lo usan los criminales en casos cuando una de las víctimas tiene relaciones con sus mujeres por lo que posiblemente este sea uno de estos casos, aunque serán las autoridades las determinen el móvil de este sangriento crimen.

Identificados como Alfonso V. L. y Miguel Eduardo Á. C. de 27 años y 22 años respectivamente, fueron privados de la libertad y subidos por hombres armados a un vehículo por lo que se inició una persecución por parte de elementos de Seguridad Pública, pero los delincuentes lograron evadir a las autoridades y en un sitio desolado cerca de un basurero, los criminales ejecutaron a los dos jóvenes, cuyos cuerpos fueron encontrados horas más tarde.

Mientras que dos cuerpos más, fueron encontrados sobre las vías del tren ubicadas en el entronque a la comunidad conocida como “El Arenoso”, según reportes, las víctimas aún no identificados, estaban maniatados, con bolsas de plástico en la cabeza y presentaban signos de tortura varias lesiones provocadas con arma de fuego,

A decir de medios locales, hay una posible relación entre los cinco asesinatos, mismos que apuntaría un reacomodo en el organigrama de la delincuencia organizada en la región.

En el estado de Sonora se sabe de la operación de grupos como el de que se hace llamar La Barredora, así como los cárteles de Los Salazar (grupo que comandan “Los Chapitos” y cuyo nombre proviene del segundo apellido de los hijos del exlíder del Cártel de Sinaloa) además del que lidera “El Chapo Isidro“.