Los cárteles de la droga en México cuentan con un arsenal para hacer frente a las autoridades, así como a otros grupos del crimen organizado con los que se disputan los territorios.

Desde hace unos años hacen uso de enormes camiones y camionetas con blindaje artesanal conocidos como “vehículos monstruo”, en los que trasladan a sus sicarios durante los enfrentamientos. 

Aunque las primeras unidades de este tipo se vieron en Tamaulipas con los grupos que operan en esa región, como Los Zetas y el Cártel del Golfo.

Actualmente el Grupo Élite del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), es uno de los que han perfeccionado el diseño de este tipo de vehículos.  Le han dado una gran importancia a este transporte, que incluso la organización liderada por Nemesio Oseguera, alias “El Mencho”, ha llegado a secuestrar a expertos en blindaje para armar sus camionetas.

Así lo reveló un empresario de ese sector durante una entrevista para un diario local, en la que, bajo condición de anonimato, reveló que las organizaciones criminales, especialmente el CJNG, han “levantado” a empleados de firmas de blindaje.

“No solamente a mí, varias empresas nos percatamos que desaparecían nuestros técnicos especializados, no sabemos si era por voluntad propia o de forma forzada, pero asumimos que tenía que ver con el rapto o secuestro, la desaparición forzada de individuos que conocían el proceso de blindaje y se los llevaban a hacerles estos vehículos de muy baja calidad, casi artesanales”, señaló el empresario.

Respecto a una colaboración entre una empresa de blindaje y un cártel de la droga, el entrevistado mencionó que es muy poco probable, debido a que sería muy fácil de identificar e incluso combatir.

“No hay de ninguna forma una colaboración entre los cárteles y las empresas que se dedican a blindar, por lo menos las serias. La industria del blindaje tiene mucho tiempo que está regularizada, que está legislada, incluso bajo las leyes de Hacienda que contemplan actividades propensas al lavado de dinero”, explicó.

Por último, detalló que, aunque las organizaciones criminales han perfeccionado sus vehículos monstruo, la falta de acceso a materiales de calidad para el blindaje les impide construir unidades efectivas contra el impacto de disparos con armas grandes, como calibres 50 con puntas perforantes, materiales con los que sí cuenta el ejército y la marina.