Después de la desastrosa pretemporada del Real Madrid, todos teníamos dudas sobre cómo arrancarían La Liga de España. El día del debut llegó y los merengues despejaron las dudas tras vencer a domicilio al Celta de Vigo con un contundente 1-3.

Zidane mandó a la cancha a un equipo que ya se conoce, sin fichajes; apostó por la continuidad, el trabajo en equipo y la mesura. La jugada le salió bien. Desde el principio del encuentro quedó clara la intención de los blancos de esperar a su rival y jugar a los trazos largos para aprovechar cualquier posible descuido del Celta. Y el primero llego al minuto 12, cuando los defensores se distrajeron pidiendo una supuesta mano de Bale, quien les hizo una jugada de crack y mandó un centro que remató Benzema y terminó en la red.

Después, el Celta tuvo el balón y se fue con todo al ataque, tuvieron algunas jugadas peligrosas, pero no lograron concretar. El Madrid se salvó un par de veces y al final del primer tiempo casi encuentra el segundo gol por conducto de Bale, uno de los mejores hombres del partido, ese mismo Bale que estuvo cerca de dejar la institución. Inmediatamente después, en la siguiente jugada y ya en tiempo de compensación del primer episodio, el Celta encontró la meta, pero el VAR anuló el tanto por fuera de juego. La pizarra al descanso aún marcaba 0-1.

En la segunda mitad, luego de un par de jugadas peligrosas de ambos lados, Modric fue la primera víctima de la nueva regla que prohíbe las entradas sobre el tendón de Aquiles, sean o no con intención. La de Modric pareció carecer de ella, pero aún así vio la roja y no hubo discusión. Los blancos se quedaban con 10.

A partir de allí, pese al hombre de menos, se le vio mejor al Real Madrid. Al 61’ Kross hizo un golazo, con un disparo desde afuera del área que pegó en la escuadra y picó dentro de la meta defendida por Rubén Blanco.

Al minuto 69 se despidió Vinicius y entró Lucas al campo. Otra decisión acertada de Zidane. Desde su ingresó el equipo se plantó mejor a la ofensiva y en su segunda oportunidad frente al arquero marcó el tercero luego de una maravillosa combinación entre Isco, Marcelo y Benzema, quien le puso un pase de oro.

El descuento del Celta de Vigo llegó por conducto de Iker Losada, pero ya era demasiado tarde, el reloj marcaba 92’ y el tiempo no alcanzó para más. El marcador quedó sellado en Balaídos con el 1-3.