Hace ocho años, la muerte de su compañera de vida llevó a Javier a desempeñar el rol de padre y madre con su hija de quien no se separó hasta la mañana del pasado 9 de abril cuando la muerte truncó sus sueños de convertirse en contadora y ayudar a su familia.

«Mi esposa falleció hace ocho años, a ella la operaron del corazón por cambio de válvula, y desde entonces la niña quedó a mi cuido y a mí me ha costado», expresó el doliente padre de familia.

Salguero se encargó de la entonces recién nacida y de su hijo mayor a quienes trató de educar de la mejor manera y con quienes vivió en la comunidad Valle de Oro, de la colonia Escalón, lugar en el que ahora lloran la muerte de la niña.

«Mi dolor es muy fuerte en este momento, lo que me duele es que por parte de la escuela no se han hecho responsables. Debajo de la rueda no había ningún maestro supervisando ese juego mecánico el cual considera que es para adultos no para niños», denunció Salguero.

El primer día de este hombre sin su hija se tornó gris como el cielo que cubría la casa comunal del referido lugar donde El Salvador Times conversó con varios miembros de la familia doliente.

El reloj marca las 3:30 de la tarde del miércoles, unas 15 personas se encuentran frene al féretro de la niña que fue adornado con flores y velas encendidas. La tristeza en el lugar es evidente ya que nadie termina de dar crédito de la repentina tragedia.

Amigos de la familia llegaban al lugar conforme pasaban las horas, la versión que se conocía era que «los encargados de los juegos estaban tomados y pusieron los juegos mecánicos a todo lo que daban, las tres niñas gritaban, el asiento se movía demasiado rápido, ella (Salguero) se fue hacia atrás y comenzó a rebotar en todos los asientos del juego mecánico», relató una testigo.

Los sueños de la niña

Pese a su corta edad, la niña ya tenía claras sus aspiraciones en la vida y según sus seres queridos anhelaba estudiar contabilidad, tal como lo hace su hermano mayor quien actualmente se encuentra cursando el tercer año de bachillerato.

La preocupación de la infante se centraba en la economía de su padre a quien le llegó a manifestar que los estudios que quería cursar le iban a permitir un ahorro ya que iba a poder usar los mismos libros que su hermano.

El tío de la menor recordó que ella cantaba en el coro de la iglesia a la que asistía y que un día le dijo al papá: «Me voy a meter al coro de la iglesia para que te ahorrés $15».

«Todos tenemos un corazón y su muerte deja un vacío insuperable. Con determinar culpables, no nos la van a devolver», señaló el pariente.

Exigencias de la familia

Los Salguero señalan que no quieren dinero, sino que se haga justicia por lo que interpondrán una denuncia ante las autoridades correspondientes para que se determinen responsabilidades.

En horas de la mañana del miércoles, el alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt llegó a la comunidad a darles el pésame y les preguntó qué tipo de ayuda necesitaban, a lo que recibió como respuesta: Justicia.

«Les exijo a la Fiscalía y Policía que busquen los culpables porque se sabe que de la escuela lo son», aseguró el padre de la menor que tiene muy presente que en las reuniones de escuela para padres las autoridades les recalcaban que «del portón hacia adentro ellos eran responsables de todo lo que pasa»,

Imagen del lugar de la vela

Por: El Salvador Times.

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