El policía asesinado en el cantón Chilata, del municipio de San Julián, en Sonsonate, José Atilio Vanegas Gutiérrez, se acababa de despedir de su esposa con un beso cuando se dirigía hacia su trabajo y fue atacado por pandilleros de la MS-13 la mañana de este martes.

Al despedirse de su esposa en la puerta de la casa donde residía, ella la cerró y el agente caminó unos cuantos metros y fue en ese lapso que se escucharon las detonaciones de arma de fuego, según lo expresado por una fuente policial.

«Él iba de camino a cumplir su turno de trabajo en el 911 de Sonsonate cuando fue atacado a balazos cobardemente por los sujetos. Ni tiempo de sacar su celular le dieron, ya que lo tenía en las bolsas del pantalón que vestía», agregó la fuente consultada.

También detalla que no se defendió, ya que ni cargaba su arma de equipo, pues siempre la dejaba junto a su uniforme en su trabajo. «Presentaba varias heridas de bala en el rostro y otras partes del cuerpo», expuso.

Siempre tenía que caminar un aproximado de 150 a 200 metros desde su casa para llegar a la carretera y tomar un autobús hacia Santa Isabel Ishuatán y después abordar otra unidad colectiva urbana que lo llevaba hacia Sonsonate.

Los compañeros de trabajo que se hicieron presentes al lugar donde fue asesinado manifestaron que era buena persona, entregado a su trabajo, que no se metía con nadie y que ellos desconocían que el tuviera amenazas. 

«Tenía aproximadamente 25 años de servicio en la Policía; creo que era de las promociones 13 o 14», detalló la fuente policial consultada.

La Policía maneja como hipótesis que su muerte sería por ser un agente policial y que fue perpetrado por miembros de la MS como un examen a sus miembros para subir de rango dentro de la pandilla.

Al lugar del crimen se hicieron presentes miembros de la División Central de Investigaciones (DCI), quienes realizarán las investigaciones respectivas para capturar a los criminales.

Llamado a los delincuentes

La fuente policial consultada por este medio mandó un mensaje a los delincuentes y expresó que el hecho que asesinen agentes eso no va a debilitar a la corporación policial, sino por el contrario, los fortalece y compromete para seguir trabajando y manteniendo la seguridad en beneficio del pueblo salvadoreño.

«Vamos a tener que derramar sangre en beneficio del pueblo salvadoreño, nuestro juramento como policías está claro y el sacrificio es normal y cada compañero caído es lamentable pero nos motiva a seguir trabajando», dijo.

Aseguró que a todos los delincuentes que irrespeten o atenten contra los policías serán investigados y llevados a la cárcel, tanto a los hechores materiales como a los intelectuales.

NOTA DE El Salvador TIMES