En las redes sociales se han viralizado imágenes del momento en que una niña de 3 años cayó desde la decimosegunda planta de un edificio residencial de Hanói, la capital de Vietnam.

Los hechos ocurrieron en la tarde del 28 de febrero y, según fuentes policiales citadas por la prensa local, la pequeña había salido gateando al balcón, subió por los barrotes y se quedó colgada en la parte exterior, sostenida con un solo brazo, mientras los vecinos de los edificios cercanos gritaban para que alguien fuera a ayudarla.

Afortunadamente, Nguyen Ngoc Manh, un repartidor de 31 años de edad, esperaba en su camioneta a un cliente cerca de dicho bloque de apartamentos. Al escuchar los gritos, salió del vehículo, se percató de lo que ocurría y subió a la cubierta metálica de la entrada del edificio, justo debajo del balcón donde se encontraba la menor.

«Solo pensaba en mi hija»

«Después de subir a la cubierta, de unos dos metros de alto, vi a la pequeña caer. En ese momento, me resbalé, pero traté de estirar los brazos para alcanzarla. Por suerte, cayó en mis brazos», relató el repartidor, quien junto a la niña cayó al suelo. Nguyen y otros testigos llevaron a la menor a un hospital, donde se le diagnosticó una dislocación en la cadera, aunque su estado de salud es estable.

«La abracé inmediatamente, vi sangre fluir de su boca y yo estaba muy asustado», agregó el héroe del incidente, quien sufrió una lesión en una de sus piernas. «No pensé mucho, al ver a la pequeña solo imaginaba a mi hija que tiene la misma edad y traté de salvarla. Incluso después de saber que la niña estaba a salvo, seguía temblando, me apresuré a ir a casa para encontrarme con mi hija. Solo cuando abracé a mi pequeña en mi regazo alivié el miedo», contó Nguyen.