El sumergible de Ocean Gate que desapareció el lunes en aguas del Atlántico cuando se encontraba en ruta a explorar los restos del Titanic cuenta con un máximo de 90 horas de soporte de vida artificial.

Pasado este tiempo, las vidas de los ocupantes de la embarcación correrían más peligro que nunca, ya que la cantidad de oxígeno disponible sería insuficiente.

El exteniente comandante de la Guardia Costera de Estados Unidos, John Mixson, declaró a Fox News que muy probablemente los viajeros estén rezando por su vida en estos momentos.

“Por lo que yo entiendo, estas embarcaciones no están designadas para excursiones múltiples días y de gran alcance”, indicó el experto.

“Así que va a ser una experiencia muy, muy incómoda y oscura, con muchas oraciones y esperanza”, añadió.

La Guardia Costera de EE.UU.y la Real Fuerza Aérea de Canadá comandan las labores de búsqueda de la embarcación de 21 pies que empezó su descenso en St John’s, Newfoundland, la mañana del domingo.

El sumergible cuenta con solo cuatro días de capacidad de oxígeno de emergencia.

A esto se suma, que las brigadas batallan contra neblina y oleaje de entre 3 a 6 pies como parte de las labores para dar con el paradero de los desaparecidos.

La área de búsqueda cubre una zona remota que abarca 900 millas al este de Cape Cod, Massachusetts, y 13,000 pies de profundidad.

“Es un reto conducir una búsqueda en esa área remota“, declaró el portavoz en una conferencia de prensa. “Pero estamos desplegando todos los activos disponibles para asegurarnos que podamos localizar el sumergible y rescatar a las personas a bordo», añadió.

La embarcación, del tamaño de una minivan, transporta un piloto y a cuatro especialistas de misión.

Los desaparecidos fueron identificados como el empresario paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman; los exploradores Hamish Harding y Paul- Hery Nageolet, británico y francés, respectivamente; y Stockton Rush, consejero delegado de la firma OceanGate.

Los tripulantes perdieron contacto con el exterior aproximadamente 1 hora y 45 minutos después de haber descendido.

Los rescatistas utilizan tecnología sonar que envía pulsos de ondas de sonido a través del agua para poder identificar cualquier sonido en la columna marina. La Guardia Costera además está utilizando equipos aéreos y embarcaciones de superficie.

Hasta ayer, no se habían realizado búsquedas bajo agua.

“Nosotros tenemos que asegurarnos que estamos mirando tanto en la superficie con embarcaciones aéreas y de superficie, pero luego expandirlas en búsquedas bajo agua también”, indicó Mauger said. “Hasta ahora, nuestra capacidad está limitada a boyas de sonar y a escuchar sonidos”, puntualizó.

Las Fuerzas Armadas Canadienses también desplegaron una aeronave para asistir en la búsqueda.

Al momento, no está claro lo que provocó el hundimiento.