Internacionales
EMOTIVO VIDEO: Madre nicaragüense se reencuentran con su hija, quien pasó 10 años secuestrada por su propio padre

Kadisha Montañez, es una madre nicaragüense que en los últimos días se ha visto compensada por la vida, luego de estar por muchos años en prisión y sin saber nada de su hija, quien por 10 años estuvo secuestrada a manos de su propio padre y sin conocer nada de su progenitora.
Su hija, Cinthya Miranda, quien para esa época tenía apenas 5 años fue alejada de su madre y con engaños pasó toda una década esperando por saber de su progenitora.
El rencuentro y final de esta historia que bien pudo ser un guion de telenovela fue gracias a la red social de Facebook, por medio del cual una moja se contactó con Kadisha Montañez (la madre) para decirle que en un orfanato de Nicaragua tenía a una joven que podrí ser la hija que ella había extrañado en diez años.
«Puede ser una coincidencia o la provincia de Dios? Dígame, ¿es posible que sea su hija?», le preguntó la moja y ella creyó que todo podría tratarse de un fraude.
Sin embargo, los días transcurrieron y la mujer al final se convenció que sí en realidad la niña abandonada en el orfanato era su hija, luego que la moja le brindara detalles personales de Cinthya Miranda, su hija.
Inmediatamente se iniciaron los trámites pertinentes para llevar a la joven a EE.UU., pero la emoción fue tan grande que Kadisha Montañez decidió viajar a Nicaragua para reencontrase una vez más que su hija, esa que de la que no supo en una década.
El reencuentro de madre e hija se dio el pasado fin de semana y el momento fue tan grande que ambas al verse nuevamente, terminaron fundidas en un fuerte abrazo, llantos y besos.
Cinthya le dijo que su padre le contó que ella la había abandonado. «Me dijo: No te aman, te odian».
También narró que fue llevada a Nicaragua por la madre de su madrastra. Y después de varios años se escapó a un orfanato, donde las monjas la ayudaron a llegar a la familia con la que ahora se ha reunido.
Internacionales
Crisis humanitaria en Gaza deja a niños y madres gravemente afectados por la desnutrición en medio del conflicto

La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó este viernes que uno de cada cuatro niños entre seis meses y cinco años, así como mujeres embarazadas y lactantes atendidos en sus clínicas en Gaza, presenta signos de desnutrición, en lo que califican como una emergencia sanitaria y humanitaria de alto nivel.
En un comunicado, MSF acusó a las autoridades israelíes de usar deliberadamente el hambre como un arma de guerra. “Los propios pacientes y profesionales de la salud sufren de hambre”, señaló la ONG, que mantiene presencia médica en Ciudad de Gaza.
Caroline Willemen, coordinadora del proyecto de MSF en esa ciudad, aseguró que están recibiendo alrededor de 25 nuevos casos de desnutrición diariamente. Desde el 18 de mayo, los registros se han cuadruplicado y la desnutrición severa en menores de cinco años se ha triplicado.
MSF afirma que esta situación se debe a una “hambruna deliberada”, consecuencia directa del bloqueo impuesto por Israel sobre el enclave palestino. Aunque a finales de mayo se flexibilizó el cerco, las carencias de alimentos, medicinas y productos básicos persisten.
Israel, por su parte, responsabiliza a Hamas de manipular la ayuda humanitaria, acusándolo de apropiarse de suministros para revenderlos a precios desorbitados o de atacar a las personas que esperan recibir alimentos.
La ONG también denunció ataques en los centros de distribución de alimentos gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Israel y Estados Unidos. “Estas distribuciones no son ayuda humanitaria, son crímenes de guerra cometidos a plena luz del día bajo el disfraz de compasión”, afirmó Mohammed Abu Mughaisib, coordinador médico adjunto de MSF en Gaza.
La ONU ha documentado más de 1.000 muertes desde finales de mayo en puntos de ayuda humanitaria, la mayoría cerca de los centros operados por la GHF.
Internacionales
Ecuador cierra el semestre más violento desde 2011 con más de 4,500 homicidios

Ecuador cerró el primer semestre de 2025 como el más violento de los últimos 14 años, al registrar 4,557 homicidios, lo que representa un aumento del 45 % respecto al mismo periodo de 2024 y un 22 % más en comparación con los primeros seis meses de 2023, según datos del Ministerio del Interior recopilados por el medio «Primicias».
Del total de muertes violentas, el 89 % (4,069 casos) fue cometido con armas de fuego, incluyendo pistolas, escopetas, ametralladoras y fusiles, lo que evidencia el creciente poder de fuego de los grupos criminales.
Mayo se posicionó como el mes más sangriento desde que se tiene registro, con 915 homicidios, superando incluso los 831 asesinatos ocurridos en octubre de 2023. En promedio, al menos 30 personas fueron asesinadas cada día durante el primer semestre del año. En junio, aunque hubo una leve reducción, se contabilizaron 548 crímenes.
Entre enero y mayo, 70 cantones del país registraron un aumento en muertes violentas respecto al mismo periodo del año anterior. En estos territorios se concentró el 90 % de los homicidios registrados, es decir, un total de 3,578.
Frente a esta escalada de violencia, el gobierno de Daniel Noboa ha decretado estados de excepción en varias provincias —Guayas, Los Ríos, Manabí, Orellana, Santa Elena, El Oro y Sucumbíos—, en dos cantones de Quito y en el sistema penitenciario nacional. Sin embargo, estas medidas han sido insuficientes para frenar la criminalidad.
El más reciente estado de excepción, declarado el 12 de abril mediante el Decreto 599, fue parcialmente aprobado ayer por la Corte Constitucional, que consideró inconstitucional aplicar la medida en todos los centros penitenciarios y en el cantón Camilo Ponce Enríquez (Azuay), al no evidenciarse hechos que justifiquen su inclusión.
Además, la Corte rechazó la suspensión del derecho a reunión, las inspecciones y requisas sin orden judicial, así como la intervención directa de las Fuerzas Armadas, al señalar que estas acciones pueden ejecutarse dentro del marco legal ordinario.
Pese a ello, se mantuvieron restricciones como la suspensión del derecho a la libertad de tránsito, la inviolabilidad del domicilio y el derecho a la correspondencia, permitiendo a la fuerza pública realizar allanamientos y revisar mensajes dirigidos a privados de libertad.
El alto índice de homicidios refleja la profunda crisis de seguridad que atraviesa Ecuador, donde el crimen organizado y las bandas armadas continúan desafiando la capacidad del Estado para contener la violencia.
Internacionales
Perros terapeutas brindan consuelo a soldados heridos en Colombia

En medio del recrudecimiento del conflicto armado colombiano, dos labradores de pelaje negro, Polo y Rafa, se han convertido en figuras clave en la recuperación emocional de los soldados heridos en combate. Con apenas 18 meses de edad, estos caninos forman parte del programa de apoyo emocional del Hospital Militar de Bogotá.
Uno de los beneficiados es el soldado Jeferson Mosquera, de 21 años, herido recientemente en un ataque con drones atribuido al ELN, en Norte de Santander. Aunque apenas puede moverse en su camilla, la visita de Rafa le arranca una sonrisa. «Es maravilloso ver a este canino que nos viene a apoyar emocionalmente», expresa mientras alimenta al perro, que se acerca a él con un chaleco marcado con la frase “apoyo emocional”.
Desde el acuerdo de paz de 2016 con las FARC, el número de internamientos en el hospital había disminuido, pero el auge de otros grupos ilegales ha vuelto a llenar los pasillos del centro médico. Frente a esta nueva realidad, Polo y Rafa cumplen una misión vital: ayudar a reducir el estrés, la ansiedad y estabilizar las constantes vitales de los pacientes.
Luis Alberto Salinas, coordinador del área de psicología y neuropsicología, destaca que la presencia de los animales tiene efectos comprobables en la salud emocional. “Regulan la frecuencia cardíaca y la respiración de los pacientes”, afirma. Por su parte, Jhon Alexander Beltrán, soldado y entrenador de los labradores, subraya cómo los animales contribuyen a cambiar el estado de ánimo de los hospitalizados.
Mientras Colombia atraviesa la peor ola de violencia desde el desarme de las FARC, iniciativas como esta brindan esperanza en medio del dolor. El conflicto armado que ha involucrado guerrillas, paramilitares y narcotraficantes ha dejado más de 10 millones de víctimas en seis décadas. Polo y Rafa, aunque pequeños en tamaño, representan un alivio gigante en este largo camino hacia la sanación.