El pontífice reitera que la vida humana es inviolable, y hace hincapié en que el problema en torno a esta práctica es de naturaleza prereligiosa.

Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, se pronunció este sábado durante una conferencia en el Vaticano en contra del aborto, comparado esa práctica a la contratación de un asesino a sueldo.

«Solo dos preguntas nos ayudarán a entender esto. Primera pregunta: ¿es lícito acabar con una vida humana para resolver un problema? Segunda pregunta: ¿es lícito contratar a un sicario para resolver un problema? La respuesta es suya», aseveró el pontífice.

El obispo de Roma argumenta que no hay excusa alguna para quitar una vida humana, ni siquiera en casos en los que el feto sufra de condiciones médicas seriamente debilitantes o que puedan causar su muerte durante o poco después del nacimiento.

«De hecho, cuidar a estos niños ayuda a los padres a procesar el duelo y a concebirlo no solo como una pérdida, sino como un paso en un viaje juntos. Ese niño permanecerá en sus vidas para siempre«, opinó Bergoglio.

En cuanto a las críticas que muchos dirigen a la Iglesia católica por alzar su voz al respecto, el papa fue contundente. «Este es un problema prerreligioso. No carguemos en la fe algo que no le pertenece desde el principio. Este es un problema humano«, acotó.

El papa Francisco es conocido por su abierto rechazo a lo que muchos consideran como un derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo: en octubre del año pasado utilizó el mismo ejemplo para ilustrar su punto, y poco antes había comparado el aborto con una eugenesia al estilo nazi.

Entretanto, el tema acapara los titulares en EE.UU., país en el que varios estados han aprobado restrictivos proyectos de ley al respecto o se encuentran preparados para hacerlo. En Alabama, por ejemplo, se firmó una ley que criminaliza el aborto al más alto nivel y estipula entre 10 y 99 años de prisión a los doctores que accedan a practicarlo.