Internacionales
Ejército mexicano reconoce haber tenido bajas por bombas lanzadas desde drones por los carteles
El ejército mexicano reconoció el viernes por primera vez que algunos de sus soldados han muerto debido a explosivos lanzados desde drones por el crimen organizado.
El secretario de Defensa, general Luis Cresencio Sandoval, no dio cifras exactas sobre el número de bajas sufridas en los ataques que, según dijo, se produjeron sobre todo en el occidente del país.
«En Michoacán es donde hemos tenido algunas agresiones de esta naturaleza y donde nuestro personal ha sufrido lesiones, inclusive han fallecido algunos de nuestros elementos», dijo Sandoval.
El ejército había reconocido anteriormente que algunos soldados habían resultado heridos por artefactos explosivos en ese estado con gran actividades de los cárteles.
El jefe del Ejército no aclaró cuándo se produjeron los ataques pero sugirió que tuvieron como objetivo a patrullas militares. Agregó que la Secretaría de la Defensa estaba adquiriendo sistemas antidrones para combatir tal amenaza.
“Lo que se busca con esos (equipos) antidrones es tener esa capacidad, que no la teníamos, para el personal que anda realizando reconocimientos, patrullajes en diferentes áreas», agregó.
Sandoval añadió que el ejército sigue encontrando muchas más bombas en las carreteras que las lanzadas por drones.
El Cartel Jalisco Nueva General lleva años luchando contra bandas locales por el control de Michoacán y la situación se ha militarizado tanto que los grupos enfrentados utilizan explosivos improvisados, bombas en carreteras, rifles de francotirador y hacen trincheras, fortines e incluso blindan artesanalmente vehículos.
En algunos casos usan, además, drones comerciales grandes con mecanismos especiales para lanzar pequeñas bombas aéreas de aspecto bastante profesional. El año pasado, las autoridades descubrieron un taller mecánico utilizado para fabricar carcasas metálicas de bombas para este tipo de ataques.
En el único informe detallado sobre ataques con bombas, dado a conocer en agosto de 2023, la Secretaría de la Defensa dijo que un total de 42 soldados, policías y sospechosos habían resultado heridos por artefactos explosivos improvisados en los primeros siete meses y medio de ese año frente a 16 en todo 2022.
En 2023, un oficial de la Guardia Nacional y cuatro policías estatales murieron en dos atentados distintos con coche bomba.
Las autoridades detectaron al menos 260 explosivos lanzados por drones ese año, algo que no se había dado en México antes de 2020. Pero esa cifra podría estar por debajo de la real porque los residentes de algunas partes de Michoacán afirmaron recientemente que hay ataques con bombas desde drones casi diariamente.
También el viernes, la Armada de México reconoció que dos tripulantes de un helicóptero de la Marina habían muerto a principios de este año cuando su helicóptero cayó en el océano Pacífico mientras perseguían barcos de contrabando de cocaína.
Las autoridades informaron de que la Marina estadounidense había aceptado ayudar a recuperar el helicóptero hundido y los restos de los tripulantes.
Internacionales
Nueva jornada de protestas en Ecuador contra el gobierno en menos de una semana
Con enfrentamientos entre policías y manifestantes que dejaron 10 detenidos y 3 policías heridos, según el saldo oficial, sindicalistas y estudiantes protestaron el jueves en Quito en contra del gobierno de Daniel Noboa por la crisis energética y su política económica, en la segunda jornada de manifestaciones en menos de una semana.
Las protestas fueron convocadas por gremios de trabajadores, docentes, estudiantes y organizaciones sociales a pesar de la advertencia de la ministra del Interior, Mónica Palencia, hecha la víspera, sobre el estado de excepción que rige en la capital y “que limita de manera temporal los derechos la libertad de asociación y el derecho a la inviolabilidad”.
“El estado de excepción debe servir para combatir el narcotráfico y la delincuencia; los trabajadores, las organizaciones no somos delincuentes, no somos narcotraficantes”, dijo a The Associated Press José Villavicencio, presidente del Frente Unitario de Trabajadores.
Horas antes la Corte Constitucional falló sobre la legalidad del estado de excepción a la que hizo alusión la ministra, y que fue decretada por Noboa a inicios de octubre. Aunque el organismo reconoció como constitucional el decreto, declaró inconstitucional la suspensión de libertad de reunión, además de la orden de requisición de armas y la movilización de las fuerzas del orden.
En las calles de Quito se escuchaba: “Fuera Noboa fuera”, “Noboa, muñeco de cartón, dejaste sin luz a todo el Ecuador”, mientras los manifestantes avanzaban desde el parque El Ejido en el centro norte de Quito — sitio clave para este tipo de concentraciones— buscando llegar a las inmediaciones del palacio presidencial, en pleno casco colonial.
La pretensión fue truncada por las vallas que cercaban el acceso al centro histórico y la fuerte presencia de la fuerza pública que, desde temprano, se preparó para evitar el avance de la protesta. Más de dos mil agentes policiales y militares se desplegaron en esta jornada, según el comandante de la policía, general Víctor Zárate.
En un intento de traspasar los bloqueos, los manifestantes lanzaron piedras e intentaron vulnerar algunas barreras. La policía reclamó en su cuenta de X que algunos participantes agredieron a servidores policiales y causaron daños a bienes públicos.
La ministra Palencia dijo posteriormente que esos “execrables acontecimientos”, que adjudicó a “infiltrados agresores”, no quedarán en la “impunidad”.
El llamado es “para demostrar en base a la protesta social nuestra inconformidad y rechazo a su política”, dijo Villavicencio. “Hay despidos, desempleo, crisis energética y la respuesta del gobierno es decir que van a reprimir a los ecuatorianos”, reprochó.
“No tener luz es violencia, no tener trabajo es violencia”, reclamó Cristina Cachaguay, de la misma organización “Mujeres por el cambio”, mientras Nelson Erazo, dirigente del Frente Popular, enfatizó que “el derecho a la protesta, el derecho al reclamo está vigente”.
Los dirigentes dijeron que volverán a las calles aunque no precisaron una fecha.
Ecuador atraviesa una de las peores crisis energéticas en más de una década por el déficit de generación hidroeléctrica que llevó al gobierno a imponer cortes de electricidad que llegaron hasta las 14 horas diarias.
Eso se suma a una ola de inseguridad que el gobierno no ha podido contrarrestar pese a que sostiene que las muertes violentas en el país han disminuido en un 17 % frente al año anterior.
Noboa asumió el poder en noviembre de 2023 para concluir el período de Guillermo Lasso, quien disolvió la Asamblea en medio de un juicio político en su contra y acortó su propio mandato. Ahora, Noboa es candidato para la reelección en los comicios de 2025.
Internacionales
Autobús volcado deja 32 pasajeros lesionados
Un autobús volcado del transporte público en la carretera federal México-Cuernavaca dejó 32 personas heridas, informó la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (Semovi).
El accidente ocurrió la mañana de este viernes 22 de noviembre a la altura del kilómetro 25 en la colonia San Andrés Totoltepec de la alcaldía Tlalpan.
El autobús pertenecía a la ruta 70 de transporte público. Al lugar llegaron servicios de emergencia para dar atención a los lesionados, dijo la Semovi.
La alcaldía Tlalpan informó en un comunicado que el vehículo circulaba a exceso de velocidad y se quedó sin frenos.
Internacionales
Un hombre apuñala a su expareja casi 30 veces en una pizzería
Un hombre de 41 años fue detenido por las autoridades tras haberle propinado cerca de 30 puñaladas a su expareja en una pizzería de la ciudad de Buenos Aires y haber intentado suicidarse.
El violento incidente, que quedó registrado en las cámaras de seguridad del establecimiento –donde trabaja la víctima–, ocurrió aproximadamente a las 08:45 hora local del 18 de noviembre.
Inicialmente, el agresor inició una discusión desde la calle, pero casi de inmediato ingresó al lugar, saltó el mostrador, interceptó a la mujer mientras ella intentaba huir y procedió a atacarla con un arma blanca hasta que consiguió lanzarla contra el piso.
Sus compañeros de trabajo intentaron auxiliarla lanzándole objetos a su perpetrador, pero esto no hizo que se detuviera. El ataque se frenó cuando uno de ellos lo amenazó con golpearlo con una barra de hierro y esa acción fue clave para que ella pudiera escapar.
El atacante, identificado como Sergio Sarria, no fue tras su expareja sino que se quedó dentro del restaurante hasta que llegó la Policía con intención de detenerlo. Al verse rodeado, gritó: «Mi hija no me quiere, me voy a matar» y se clavó un cuchillo en el cuello en dos oportunidades.
Tanto él como la mujer atacada fueron trasladados a un hospital.