A través de los programas desarrollados en el Plan Cero Ocio, el Gobierno sigue impulsando las habilidades de trabajo de los privados de libertad en proceso de rehabilitación, y que no son pandilleros.

En diferentes puntos del país, internos en fase de confianza están demostrando lo aprendido en los distintos talleres vocacionales que se imparten dentro de los centros, apoyando en la construcción de un mejor El Salvador y resarciendo un poco del daño que causaron a la sociedad.

Por ejemplo, estudiantes de los centros escolares El Congo y Unión Centroamericana, en Santa Ana, recibieron un primer lote de pupitres nuevos, fabricados en los talleres de carpintería y metalmecánica.

Con las habilidades de los reos en proceso de rehabilitación se apoya a las instituciones que velan por los salvadoreños. También se le entregó a la Cruz Verde Salvadoreña, una ambulancia que fue restaurada por privados de libertad especializados en mecánica automotriz. Esto servirá para el uso de socorristas de la institución en la atención de personas.

Otro ejemplo son los trabajos coordinados que se llevan a cabo con el Ministerio de Salud (MINSAL) para la adecuación de la sala de lactancia del Hospital Saldaña, para que las madres puedan alimentar a sus hijos en un espacio confortable.

En la División Antinarcóticos de la PNC, internos del Plan Cero Ocio capacitados en carpintería, y otros oficios, apoyan en la remodelación de las instalaciones a fin de brindar mejores condiciones de trabajo para el personal destacado en el lugar.

Son estos reos quienes también se encargan de borrar los vestigios que han dejado los terroristas en las comunidades, esto como parte de la Guerra contra las pandillas que tiene en vigor la actual administración.