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Trump plantea nuevas medidas contra los inmigrantes: El muro NO BASTA

El presidente, Donald Trump, mantiene cerrado el Gobierno federal por tercera semana en un pulso con el Congreso para obtener 5.700 millones de dólares para seguridad fronteriza. Con ese presupuesto, Trump podría construir 234 millas de barrera fronteriza (que ahora ya no es un muro de cemento sino una valla de acero), pero también financiaría celdas para 11.000 indocumentados, 750 agentes fronterizos, 75 jueces de inmigración y ayuda humanitaria urgente valorada en 800 millones de dólares, según informa la radio pública (NPR, en inglés).
Para elevar aún más la presión, el presidente tiene previsto viajar a la frontera el próximo jueves, según ha anunciado este lunes su portavoz, Sarah Sanders, sin ofrecer más detalles. Su último viaje de este tipo fue a California para examinar los prototipos de muro fronterizo que había ordenado construir.
Los demócratas sólo están dispuestos a concederle 1.200 millones para seguridad fronteriza (el mismo presupuesto que fue aprobado en diciembre por un Congreso en manos republicanas pero Trump se negó a aceptar), así que el Gobierno federal sigue sin presupuesto por tercera semana consecutiva: más de 800.000 trabajadores han sido enviados a casa, y el resto trabaja sin sueldo.
¿Para qué quiere Trump un presupuesto de 5.700 millones? Según reiteró en una carta enviada al Congreso este domingo, la partida fundamental iría a construir una barrera fronteriza que desde el viernes, en un intento de erosionar las reticencias demócratas, ya no es un muro de cemento sino una valla de acero (lo que, por cierto, convertiría en inservibles los prototipos construidos en California).
La frontera entre México y Estados Unidos se extiende unas 2.000 millas, pero ya existen 654 millas de muro construidas, las que se suman otras 51 con vallas dobles o triples (que serían reforzadas), y además “hay un montón de barreras naturales”, según Trump, montañas y “ríos violentos y crueles” que sirven de barrera natural. Así, según sus cálculos harían falta entre 700 y 900 millas de muro. Con 5.700 millones, la Casa Blanca espera poder construir 234 millas de barrera; el resto quedaría para el presupuesto de los próximos años.
Este dinero no se dedicaría íntegramente al muro: además, serviría para financiar nuevas celdas para 11.000 indocumentados, con los que la capacidad actual en los centros de detención aumentaría a 52.000. Pese a que Trump ha prometido acabar con la política de catch & release, las autoridades migratorias tienen que dejar en libertad a los indocumentados a los que atrapan cruzando ilegalmente la frontera (y que tienen derecho a solicitar asilo, por lo que no pueden ser deportados automáticamente) porque no tienen espacio suficiente para mantenerlos detenidos.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) tiene presupuesto para mantener a 40.000 inmigrantes bajo custodia, pero, derivando fondos de otras partidas, ha logrado encarcelar a 45.000. Pero miles más han tenido que ser liberados por falta de plazas.
Además, el nuevo presupuesto permitiría contratar a 75 jueces de inmigración, con los que aliviar un atasco de 810.000 casos en las cortes migratorias (a los que se suman otros 330.000 que el Departamento de Justicia ha ordenado reactivar). Paradójicamente, el cierre del Gobierno federal está empeorando este retraso, dejando a decenas de inmigrantes en el limbo.
El dinero serviría también para contratar a 750 agentes fronterizos, aunque en este caso el principal obstáculo al que se enfrenta el Gobierno es la falta de aspirantes. En octubre de 2017, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) tenía casi 45.000 empleados, pero estaba por debajo de los límites establecidos para su plantilla. Trump ordenó que se contratara a 5.000 patrulleros fronterizos más, para sumar en total 26.370, pero la falta de candidatos ha complicado este proceso.
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Noboa busca apoyo internacional en su lucha contra el narcotráfico mientras Ecuador vive una crisis de violencia
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Acusan a mujer de envenenar a los padres y tía de su exesposo en Australia

Erin Patterson, una mujer de 50 años, enfrenta cargos por el asesinato de los padres y la tía de su exesposo, Simon Patterson, en un incidente ocurrido en julio de 2023. Las víctimas, Don y Gail Patterson, fallecieron tras consumir un plato de carne con hojaldre, mientras que Heather Wilkinson, la tía de Simon, también perdió la vida. Ian, esposo de Heather, enfermó gravemente pero logró recuperarse. Simon Patterson, quien también fue invitado al almuerzo, decidió no asistir.
Durante su juicio, que comenzó esta semana, Erin Patterson se declaró no culpable de todos los cargos. Este jueves, el tribunal escuchó una grabación de una entrevista policial con su hija, de 9 años en ese entonces. La menor relató que su madre le había dicho que quería almorzar con sus abuelos para hablar de «cosas de adultos», mientras que ella y su hermano fueron llevados a un restaurante McDonald’s antes de ir al cine. Además, la niña explicó que después del almuerzo, tanto ella como su hermano comieron algunas sobras, incluyendo carne, puré de papas y habichuelas.
El juicio también incluyó el testimonio de Conor McDermott, encargado de toxicología en un hospital de Melbourne. McDermott relató que interrogó a Patterson sobre la procedencia de los hongos que podrían haber sido la causa del envenenamiento. Según Patterson, los hongos fueron comprados en un supermercado y en una tienda china, aunque no recordaba cuál.
La fiscalía sostiene que Patterson envenenó intencionalmente a sus invitados y se aseguró de que ni ella ni sus hijos consumieran los hongos mortales. Por otro lado, la defensa de Patterson argumenta que el envenenamiento fue un «terrible accidente», y que la acusada comió la misma comida que los demás, aunque no sufrió consecuencias tan graves.
Se espera que el juicio continúe durante las próximas cinco semanas.
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FOTO | Estudiantes posan con armas de fuego y desatan fuerte reacción de su director

El director del Liceo José María Castro Madriz, ubicado en San José, Costa Rica, Adrián Bolaños Benavides, expresó su sorpresa al enterarse de que cuatro estudiantes posaron con armas de fuego. El incidente fue revelado este jueves, cuando el director tuvo conocimiento de las imágenes en las que se observan dos armas: una pistola calibre 22 milímetros y un fusil.
Bolaños Benavides afirmó que aún se desconoce si las fotos fueron tomadas dentro del centro educativo o en otro lugar, y aseguró que la institución está llevando a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos.
“El personal de orientación está en proceso de identificar a los estudiantes involucrados y convocando a sus familias. Aún no tenemos certeza de si las fotos fueron tomadas en las instalaciones del liceo, por lo que estamos realizando una revisión interna”, dijo el director. Además, destacó que, desde el mes pasado, el centro educativo ha estado realizando revisiones de bolsos y salveques como parte de un esfuerzo por garantizar la seguridad dentro del liceo.
Este hallazgo ha generado gran preocupación, y la institución continúa con el proceso de investigación para esclarecer lo sucedido.
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