Policías se habrían hecho pasar por el grupo del narcotráfico conocido como Cártel del Golfo (CDG) para adjudicarles a ellos el secuestro y asesinato del petrolero jubilado Luis Ramírez Hernández, de 61 años y su hijo Jair Ramírez Rivera de 26 años, cuyos cuerpos fueron encontrados desnudos, maniatados y con huellas de violencia física, junto a un cartón con un narcomensaje que aludía a una supuesta venganza y así desviar las investigaciones.

Los cuerpos del petrolero jubilado y de su hijo fueron localizados junto a las de otra persona, un día después que los secuestraron, en la comunidad El Chote, ubicada en el municipio de Papantla, aunque las víctimas fueron encontradas sin vida a unas millas de ahí en un paraje solitario de la comunidad Miahuapan, del municipio de Tihuatlán en el estado de Veracruz.

Según los familiares el padre e hijo fueron privados de la libertad por un comando armado que irrumpió en su vivienda durante la madrugada del miércoles en la comunidad El Chote.

Horas después, los hombres fueron localizados desnudos, maniatados, con vendas en la cabeza, degollados y con el tiro de gracia, junto con otra persona más.

Gracias a videos se pudo determinar que en el secuestro estarían involucrados elementos de la policía Fuerza Civil, quienes ya no se presentaron a laborar y ante ello son considerados como desertores.

A decir de familiares, las víctimas habrían hecho el retiro de una fuerte suma de dinero, por lo que fueron seguidos por un taxi lo siguió un taxi hasta su casa, y en la madrugada al menos 8 sujetos (varios de ellos al parecer policías) quienes estaban uniformados de color verde, portaban pasamontañas, chalecos tácticos y armas largas ingresaron para exigir el dinero a las víctimas.

Aunque les dieron lo que pedían, los presuntos policías delincuentes se llevaron  además dos armas de fuego, 6 torsales de oro puro, relojes, además de otras alhajas valuadas en casi $15 000 dólares (300 000 pesos).

Se informó que dos presuntos implicados ya habrían sido detenidos por el hecho.