En un trágico y estremecedor suceso que ha sacudido a la comunidad de Glendale, Arizona, Alejandro David González, un joven de 25 años, decapitó y apuñaló en repetidas ocasiones a su madre, Teresa de Jesús Cruz Rubio, una maestra de 49 años.

El macabro descubrimiento fue realizado por sus familiares el 27 de septiembre, después de que la maestra no se presentó a su propia fiesta de cumpleaños sorpresa.

Cruz Rubio, quien trabajaba como maestra en Southwest Key Programs, estaba en contacto constante con su familia el día del crimen, asegurando que asistiría a la reunión familiar que, sin su conocimiento, era una fiesta sorpresa en su honor.

Sin embargo, cuando no apareció en la celebración, sus familiares comenzaron a preocuparse. Decidieron acudir a su apartamento para verificar si estaba bien, pero al llegar se encontraron con las puertas y ventanas cerradas, lo que les impidió entrar.

Desesperados por no recibir respuesta, los familiares llamaron a un cerrajero para que les ayudara a entrar a la vivienda. A las 11:30 p.m., lograron acceder al pequeño apartamento, donde se encontraron con una escena escalofriante.

Según informó el Departamento de Policía de Glendale, el cuerpo de Cruz Rubio fue hallado decapitado, con múltiples heridas de arma blanca en el abdomen, pecho y brazos. El apartamento estaba lleno de sangre, y la policía también encontró la ducha abierta y un bloque de cuchillos en el fregadero de la cocina.

Uno de los cuchillos, cubierto de sangre y cabello, parecía haber sido utilizado en el ataque y luego intentado lavar. La descripción gráfica del crimen fue proporcionada por el sargento de policía Bryan Hoskin durante una conferencia de prensa.

Alejandro David González, hijo de Cruz Rubio, había sido liberado de prisión tan solo 24 horas antes del crimen; tras cumplir condena por un delito grave. Su madre lo había recogido de la cárcel y lo había llevado a su casa, según reportó AZCentral. Menos de un día después, González se convirtió en el principal sospechoso de su asesinato.