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Rubén Blades sobre la muerte de los salvadoreños cuando cruzaban el río Bravo: «Sentí que mis ojos se quebraban en pedazos de pena, de angustia»

El cantante, autor, abogado y político, Rubén Blades dedicó unas emotivas palabras sobre la tragedia que ocurrió el pasado domingo 23 de junio, cuando un hombre y su hija, de El Salvador, murieron en el río Bravo cuando intentaban cruzar de México hacia Estados Unidos.
El artistas tituló el escrito «Por ellos» y lo publicó en su sitio web rubenblades.com el cual reza de la siguiente manera.

El se llamaba Oscar. Ella, Valeria. Vivian en un país cuyo nombre se ha transformado en una trágica ironía para sus habitantes: El Salvador.
No son los primeros que mueren en el trayecto que habían planeado como una nueva oportunidad de vida. Tampoco serán los últimos.
Ahora son una cifra que se suma a la estadística, una nueva evidencia de cómo la desesperación puede llevarnos a lugares que no hubiéramos querido conocer, a resultados que nunca creímos probables.
La fotografía de la familia Martínez es como esas que mostramos en nuestras casas con afecto, colocadas en un lugar donde todos las puedan ver. Fotos que muestran esperanza, alegría, optimismo.
Unas, las de nuestros viejos, celebran la victoria temporal contra la muerte, hasta ese momento. Otras representan una apuesta hacia el futuro, fotos de chiquillos con sonrisas tan amplias que se extienden hasta donde se les acaban las mejillas. Todas aparentan felicidad, aunque las cosas no marchen bien, aunque haya problemas, aunque haya pobreza.
Son testimonios inmóviles del deseo de alcanzar una existencia sin mayores sobresaltos. Así es como interpreto las fotos que veía en mi casa y en las otras casas donde alguna vez me permitieron entrar.

El súbito encuentro con la imagen de Oscar y Valeria, tendidos boca abajo en la orilla del Rio Grande, en México, me sacudió el alma. Sentí que mis ojos se quebraban en pedazos de pena, de angustia.
Luego, me volvió a herir profundo el considerar que muchas veces no reaccionamos ante la muerte ajena con indignación o empatía solidaria, porque se ha hecho demasiado familiar entre nosotros, en Centroamérica o cualquier otro lugar del mundo.
¿Qué diferencia existe entre estos dos cuerpos inertes, de padre e hija, con los cadáveres provocados por la guerra de Reagan en los años 80? Como aquellos de los muertos en El Mozote, un poblado de aquel El Salvador donde no se salvaba nadie, ni aún cuando estuviera en el vientre protector de su madre.
Hombres, mujeres, niños y ancianos fueron asesinados. Niñas violadas. Niños, lanzados al aire para ser recibidos por bayonetas que atravesaban sus indefensos cuerpos. Esa masacre contra civiles desarmados fue una “victoria” del Batallón Atlacatl, creado en 1980 y entrenado por los Estados Unidos.
En aquel momento, las autoridades estadounidenses negaron el hecho. Su portavoz fue Eliott Abrams, por entonces Assistant Secretary of State for Human Rights and Humanitarian Assistance -qué clase de cinismo!- quien hoy continúa activo trabajando para el gobierno de Trump.
Miles de seres humanos murieron en El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua, asesinados por las juntas militares y sus aliados, apoyados por los Estados Unidos bajo el fariseo argumento, esbozado por Ronald Reagan, de que estaban conteniendo el comunismo.
Años más tarde se comprobó que más de seiscientas personas, civiles todos, fueron asesinados en El Mozote y que sus muertes fueron ocultadas por las autoridades en El Salvador y en Washington. Tal vez pocos recuerden esto… y otros muchos prefieren el no recordar.
Los salvadoreños en la foto del New York Times, no murieron en El Mozote, sino en la frontera entre México y los Estados Unidos, ahogados en el Río Grande. Este padre y su hijita de apenas dos años fueron tragados por aguas que representaban el tránsito a una vida mejor, pero que terminaron con sus esperanzas ante la mirada de la esposa, que esperaba al otro lado del río.
Recordé “Amor y Control”: solo quien tiene hijos puede calibrar el dolor que produce una tragedia como ésta. El artículo del New York Times se enfoca en reportar el evento como el resultado de otro intento de ingreso ilegal a los Estados Unidos.
Pero en sus páginas no encuentro el interés de explicar por qué la familia Martinez y otros seres humanos como ellos estuvieron dispuestos a enfrentar cualquier peligro, tratando de entrar a USA, ni menciona el papel de la política exterior norteamericana en la destrucción de la sociedad de El Salvador, su responsabilidad en la metódica evasión de cualquier posibilidad negociada capaz de producir una solución pacifica para una guerra en Centroamérica que generaba miles de muertos al mes, incluyendo monjas, curas y hasta Arzobispos.
El reporte no explica, desde una perspectiva histórica, qué empujó a esa familia a salir de su país. Las dos personas que entregaron su vida en el río tampoco nos lo podrán decir. Nos queda a nosotros presentar una posible respuesta por ellos. No he conocido padre o madre, en Panamá o en otro país, que decida sacrificar a sus hijos por gusto personal.
No creo que aceptarían separarse de sus hijos en momentos de peligro. Ninguno de ellos sometería a sus hijos a tales riesgos, por capricho. Cuando un padre o madre decide arriesgar la vida de sus hijos en una travesía como ésta, es porque considera que no existe ninguna otra salida para su situación. Lo hace porque sabe que el país que los vio nacer solo les ofrece la posibilidad de vivir en la pobreza, o morir antes de tiempo.
Muy pocos nos vamos de nuestra patria porque sí. Generalmente algo nos obliga a partir, en el intento de inventarnos una nueva vida lejos de lo que conocemos y amamos.
El argumento de que la gente sueña con vivir en un Estados Unidos perfecto e idílico, es un mito creado por la supina ignorancia de quien decide ser ignorante. Un mito inventado para justificar pecados y contradicciones.
Es la clase de mentira que condena a Cuba por comunista, mientras que aplaude a Arabia Saudita, sólo porque posee billones de dólares, pretendiendo ignorar su responsabilidad por el asesinato del periodista Yamal Jashogyi, crítico del gobierno saudí.La gente de Centroamérica va al “norte» por necesidad, no por amor.
Vamos allá porque nos queda cerca, o porque tenemos familia allí, o por creer que hay más oportunidades que en nuestras tierras, después de las dictaduras y guerras que atrasaron o destruyeron nuestras posibilidades, como ocurrió en efecto, en los 70’s y 80’s. ¿Cómo sería América Central hoy, si Estados Unidos no hubiese ayudado a crear o a fortalecer dictaduras, o liderazgos genocidas? ¿Habría índices de criminalidad tan altos, descomposición familiar tan extrema, éxodo masivo como los existentes hoy? No lo creo.
La inseguridad física y económica son el fundamento del éxodo centroamericano actual. Todo como producto de una corrupción cívica y política, inicialmente alcahueteada desde afuera y posteriormente aprovechada por una minoría buscando proteger su interés y no el del país.La foto de esos dos cuerpos sin vida, además de exponer una ausencia de confianza en su país, representa la inútil realidad de gran parte de la política exterior norteamericana.
No pretendo engendrar una culpa ideológica. Señalo de manera pragmática que gobiernos norteamericanos han sido históricamente responsables de las razones que hacen que los hermanos centroamericanos huyan de su patria.
Las erradas acciones de la política exterior de los Estados Unidos en la década de los setenta y ochenta produjeron las consecuencias que hoy fuerzan a miles de personas a considerar lo impensable: tener que abandonar lo que conocen, para enfrentar lo incierto, aún a riesgo de sus vidas y las de sus hijos e hijas.A quienes pretendan culpar a los padres, tildándolos de irresponsables, les sugiero que tomen en cuenta la realidad en vive esta gente.
¿A quién carajo se le ocurre pensar que viajar cruzando el impenetrable tapón del Darién panameño, o un árido desierto con niños a cuestas, o caminar centenares de kilómetros en medio de la jungla, enfrentando grandes peligros, representa una opción normal?.
Es la horrible realidad en la que viven la que los conduce a tan difícil decisión. Otro aspecto que se soslaya en muchos análisis es que en El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua los pueblos necesitan gobiernos distintos.
La gente tiene que asumir su responsabilidad cívica y salir a votar por candidaturas que de verdad representen la mejor opción para el país y así acceder a la posibilidad de un mejor futuro.
No debemos continuar con posturas de resignación cuando los que ostentan el poder saquean al país, e impiden la posibilidad democrática y su efecto positivo para la población.
Si bien podemos señalar hacia el Norte como el co-responsable por un periodo de colapso moral, económico y político durante las décadas de guerra y dictadura, también tenemos que admitir nuestra responsabilidad en permitir que la corrupción que engendró continúe vigente.
Señalemos hacia adentro ahora. Somos nosotros los que permitimos que nos roben, que eructen nuestras esperanzas, que nos desvalijen y destruyan económica y socialmente.
Vendemos el voto, no participamos cívicamente, y ese silencio nos hace cómplices del político corrupto y por eso, partícipes de su mediocridad e ineficiencia administrativa.
La foto que ilustra el nefasto final de la desesperada ilusión de la familia Martínez se agrega al doloroso archivo de otras tantas historias y eventos que nos describen situaciones inhumanas.
En el mundo de hoy, millones de personas abandonan sus respectivos lugares de nacimiento, forzados por una realidad que los convence de escoger la entrada ilegal a otro país, dejando atrás lo querido, lo familiar, lo que una vez consideraron posible, el derecho de pertenecer.
La pregunta persiste:¿quién hablará por estos muertos? Debemos hacerlo todos. Eso es lo correcto.

Internacionales
«BRICS es la única alternativa real para el sur global», advierte experto

El abogado Hugo Albuquerque, advirtió que el «orden imperialista» mundial, encabezado por EE.UU., se ha vuelto cada vez «más impositivo e intervencionista», y que ante esto, los BRICS son «la posibilidad de un sistema económico alternativo real».
«BRICS es la única alternativa real contra un sistema caótico e irracional», dijo Albuquerque, al tiempo que advirtió que las políticas económicas implementadas por el mandatario estadounidense, Donald Trump, son cada vez más impositivas y que, a su juicio, buscan acabar con la soberanía económica de las naciones.
En ese contexto, afirmó que el bloque BRICS es, en la actualidad, la única opción que tiene el Sur Global «contra este sistema caótico, violento e irracional».
Es importante destacar, que el grupo BRICS fue creado en 2009 por Brasil, Rusia, India y China. Poco después se incorporó Sudáfrica. En la cumbre de agosto de 2023 en la ciudad sudafricana de Johannesburgo se aprobó la adhesión de Irán, Arabia Saudí, Egipto, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos.
Durante 2024, fueron incorporadas bajo el estatus de asociados Belarús, Bolivia, Kazajistán, Cuba, Malasia, Nigeria, Tailandia, Uganda y Uzbekistán.
Los BRICS aportan el 48,5 por ciento de la población global, concentran el 39 por ciento del PIB, son responsables del 24 por ciento del total del comercio exterior, el 43,6 por ciento de la producción petrolera y la reserva mundial, el 78,2 % de carbón mineral, y además se destacan en la creación de tecnologías alternativas, el uso de las nuevas tecnologías y la transición digital.
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Aranceles a Canadá provocan cierre de plantas y despidos masivos en GM

La guerra comercial de Donald Trump con Canadá ha provocado serios problemas en la industria automotriz de ese país. Prueba de ello es que este viernes General Motors (GM) anunció el cierre temporal de su planta en Ingersoll, Ontario, especializada en la producción de furgonetas eléctricas de reparto de la marca BrightDrop.
Esta planta había comenzado a detener su producción desde el pasado 14 de abril, provocando despidos temporales. Si bien, algunos trabajadores fueron reincorporados en mayo, su retorno había sido parcial con funciones limitadas.
Mientras que el reinicio completo de las operaciones está previsto hasta el mes de octubre y los expertos estiman que también será de manera parcial, operando con un solo turno, afectando de manera permanente a aproximadamente 500 empleados, confirmo el sindicato Unifor, que representa a los trabajos de la planta de Ingersoll.
La razón principal del cierre de esta planta, de acuerdo con expertos, es la baja demanda de vehículos eléctricos. GM reportó la venta de solo 274 unidades del modelo BrightDrop en el primer trimestre de 2025. Por ello, la empresa implementó un ajuste operativo para equilibrar su inventario con sus ventas.
Este cierre se suma a un cierre reciente de dos semanas de la planta de Stellantis en Windsor, Ontario, también afectada por la baja en la demanda y otros factores económicos.
Por si fuera poco, los nuevos aranceles ordenados por Donald Trump a vehículos extranjeros, han generado un aumento en la incertidumbre en el comercio con EE.UU, ya que la industria automotriz canadiense es una de las más afectadas por esta política proteccionista.
“El presidente Trump está traicionando al mejor amigo de Estados Unidos y atacando nuestra economía”, lamentó declaró Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador canadiense. Mientras que el alcalde de Ingersoll, Brian Petrie, también manifestó su preocupación por el futuro económico de los 14 mil habitantes de la ciudad después del cierre de la planta.
Sin embargo, este jueves el propio Trump anunció un arancel de 35% a las exportaciones canadienses a partir del 1 de agosto, encendiendo una nueva alerta. Aunque horas después trascendió que EE.UU. evalúa exentar a los productos estén sujetos al T-MEC, que incluye también a México y que solo aumentarán el gravamen únicamente a los productos que desde marzo ya tenían un arancel del 25%
De confirmarse, los bienes incluidos en el T-MEC estarían exentos, además de aquellos productos canadienses a los que EE.UU. les aplicó un impuesto aduanero del 10 %, como la energía y el potasio. Al momento, de acuerdo con un funcionario de la Casa Blanca, “aún no se ha redactado el documento final” y Trump no ha tomado “ninguna decisión definitiva”.
En su carta del jueves, Trump prometió que podría considerar un recorte si Canadá elimina barreras comerciales y, sobre todo, si aumenta su labor para detener el flujo de fentanilo que entra a EE.UU. desde la frontera norte, aun cuando la cantidad de droga decomisada en esta frontera reporta cantidades testimoniales.
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Ofrecen $50,000 dólares por sujeto que apuntó con un arma a agentes del ICE en California

El FBI anunció este viernes una recompensa de $50,000 dólares por información que permita identificar y capturar a un hombre que presuntamente apuntó un arma contra agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en un enfrentamiento ocurrido el jueves en una granja de cannabis en California.
Según informó Bill Essayli, fiscal federal del Distrito Central de California, compartió una imagen del individuo con mascarilla y un video difundido por la cadena local ABC, donde se observa al presunto implicado en medio de una protesta.
El ICE también publicó un aviso describiendo al hombre como un “tirador en fuga”, y lo vincula a un incidente ocurrido mientras los agentes ejecutaban una orden de arresto en una finca de marihuana legalmente operativa en California.
El operativo, realizado en los condados de Ventura y Santa Bárbara, dejó decenas de migrantes detenidos, según confirmó la Cancillería de México. En medio del despliegue federal, manifestantes se enfrentaron a los agentes, quienes utilizaron gas lacrimógeno para dispersarlos entre los campos de cultivo, reseñó Efe.
La redada forma parte de una serie de operativos impulsados bajo la política migratoria del presidente Donald Trump. En las últimas semanas, el estado de California se ha convertido en un foco creciente de tensión, especialmente por la respuesta ciudadana a las detenciones.
Entre el 6 y el 22 de junio, más de 1,600 personas fueron arrestadas en Los Ángeles con fines de deportación, según cifras del Departamento de Seguridad Nacional.
Organizaciones defensoras de derechos migrantes han denunciado el uso excesivo de fuerza y la criminalización de trabajadores agrícolas, muchos de ellos inmigrantes, en regiones como la costa californiana, donde se concentra parte de la producción legal de cannabis.