La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, de 48 años, se ha sometido este lunes a un procedimiento médico en el riñón en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, en Bethesda (Maryland) según ha informado su oficina de prensa.

En el comunicado solo se ha indicado que se le ha practicado una «embolización» para tratar una «condición renal benigna», pero no se han dado más detalles ni sobre la condición ni sobre la intervención o el tratamiento. Se asegura que la operación «ha sido un éxito y no ha habido complicaciones».

El comunicado informa también de que «posiblemente» la primera dama permanezca ingresada el resto de la semana. Ese factor, combinado con la falta de información sobre la «condición» de Melania Trump y sobre la intervención, apunta para algunos a la potencial seriedad. Según CNN se trata de la intervención médica más seria a la que se somete una primera dama durante su tiempo en la Casa Blanca desde que a Nancy Reagan se le practicó una mastectomía en octubre de 1987. Una década antes, en 1977, Rosalynn Carter pasó también por el quirófano para extirparse un tumor benigno del pecho. Otra primera dama, Betty Ford, fue diagnosticada con cáncer de pecho poco después de llegar a la Casa Blanca y se sometió a una mastectomía en 1974.

Trump, en la Casa Blanca
Melania Trump ha ingresado por la mañana en el hospital, situado cerca de Washington DC. El presidente, Donald Trump, se ha quedado en la Casa Blanca mientras se practicaba la cirugía pero la portavoz de la primera dama, Stephanie Grisham, ha declarado a CNN que se espera que visite este mismo lunes a su esposa, con la que se casó en 2005 y con quien al año siguiente tuvo al quinto de sus hijos, Barron. Los padres de Melania Trump también residen en la capital estadounidense pero no se ha informado de si ellos la han acompañado al hospital.

El breve comunicado de la oficina de la primera dama cierra informando de que la primera dama está «deseando una recuperación completa para poder continuar su trabajo en favor de los niños». La semana pasada Melania Trump presentó públicamente Be Best (Sé mejor), la campaña con la que pretende fomentar el bienestar infantil, proteger a los menores del acoso en internet y ayudarles a prevenir la adicción a los opioides. Ni ella en su discurso de 11 minutos (el largo de sus 16 meses como primera dama) ni su oficina dieron detalles de en qué consistirá ese trabajo y solo se esbozaron las líneas generales.