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Madre y padrastro de niña que murió «dentro de una pila» serán investigados por ser sospechosos del crimen

El pasado lunes, Karle Rosmery Mazariegos, de 4 años, perdió la vida en Asunción Mita, Jutiapa en Guatemala. Tras lo ocurrido, la madre y el padrastro trasladaron el cuerpo hacia la aldea Vivares de donde son originarios.
Durante el velorio, estos prohibieron a los familiares ver a la pequeña y ordenaron que no le avisaran al padre biológico. Sin embargo, este último se enteró y llegó a la vivienda donde tenían la caja fúnebre.
El padre de Karle exigió a su expareja y madre de la menor que le explicara cómo su hija había perdido la vida.
La mujer y su actual pareja dijeron, inicialmente, que la pequeña cayó a una pila, luego cambiaron la versión y afirmaron que fue en un tonel y hasta en un balde con agua.
El papá de la menor, al ver el cuerpo, constató que tenía hematomas en el cráneo y otras señales que le parecían sospechosas, por lo que el progenitor denunció el caso ante las autoridades.
La madre de la niña, inmediatamente quería enterrar el cuerpo de su hija y como pudieron aceleraron el proceso para el entierro.
Sin embargo, para dar paso a las investigaciones y los análisis forenses, las autoridades guatemaltecas detuvieron el entierro de la pequeña y el cuerpo fue trasladado por agentes de la Policía la morgue.
Posteriormente, el padre de la pequeña recibió una llamada de los abuelitos de la niña, indicándole que la madre y el padrastro estaban arreglando sus cosas para irse de la casa en la Aldea Vivares con la intensión de escapar de las autoridades.
Con las evidencias y las investigaciones, la madre y el padrastro de la víctima, ahora son los principales sospechosos y serán las autoridades que terminen de confirmar los hechos.
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Trump celebra aprobación de su ley presupuestaria y afirma que impulsará la economía «como un cohete espacial»
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Siria expresa disposición a retomar acuerdo de retirada de 1974 con Israel con mediación de EE. UU.

El ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Asad al Shaibani, manifestó este viernes la disposición de su país para colaborar con Estados Unidos con el fin de reactivar el acuerdo de retirada firmado en 1974 con Israel, el cual estableció una zona desmilitarizada supervisada por Naciones Unidas en la frontera entre ambos países.
La declaración tuvo lugar durante una conversación telefónica entre al Shaibani y su homólogo estadounidense, Marco Rubio, en la que también abordaron las recientes incursiones israelíes en el sur del territorio sirio, según un comunicado oficial del gobierno sirio.
Israel y Siria continúan técnicamente en estado de guerra. La tensión se ha intensificado en los últimos meses, tras la llegada al poder de una coalición islamista en Damasco en diciembre, evento que marcó el fin del régimen de Bashar al Asad. Desde entonces, Israel ha intensificado sus operaciones militares en la frontera, incluyendo la ocupación de la zona desmilitarizada en los Altos del Golán y múltiples incursiones dentro del territorio sirio.
En este contexto, el enviado especial de EE. UU. para Siria, Tom Barrack, reveló en una entrevista al diario The New York Times que ambas naciones están sosteniendo conversaciones “significativas” con mediación estadounidense, en un intento por restaurar la estabilidad fronteriza.
El acuerdo de retirada de 1974 fue resultado de las hostilidades entre ambas naciones durante la Guerra de Yom Kipur (1973), y estableció una franja de seguridad de aproximadamente 80 kilómetros bajo supervisión de la ONU en los Altos del Golán, una región estratégica que Israel ocupó parcialmente desde la Guerra de los Seis Días (1967).
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Enfermedades no transmisibles provocan el 65 % de las muertes en América, alerta la OPS

Washington, D.C. — Las enfermedades no transmisibles (ENT), como las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas, se han convertido en la principal causa de muerte en las Américas, con un aumento del 43 % desde el año 2000, informó este miércoles la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
De acuerdo con el informe «ENT a simple vista 2025», publicado por la entidad regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), estas enfermedades causaron la muerte de 6 millones de personas en 2021, lo que equivale al 65 % del total de muertes en la región. Lo más alarmante, según la OPS, es que el 40 % de estos decesos ocurrieron antes de los 70 años, lo que representa una pérdida prematura de vidas que podrían haberse salvado.
“El aumento es una llamada de atención urgente. Demasiadas personas están muriendo por enfermedades que son, en gran parte, prevenibles y tratables”, afirmó el doctor Jarbas Barbosa, director de la OPS, en un comunicado oficial.
Entre las principales causas se encuentran las enfermedades cardiovasculares, con 2,16 millones de muertes, seguidas del cáncer (1,37 millones), la diabetes (420.000) y las enfermedades respiratorias crónicas (416.000). A estas cifras se suma un dato preocupante sobre salud mental: el suicidio se posiciona como la cuarta causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años, con un saldo de 100.760 muertes.
La OPS subraya que, aunque el envejecimiento y el crecimiento poblacional inciden en estas cifras, el incremento está impulsado principalmente por factores de riesgo modificables, como el consumo de tabaco, el sedentarismo, las dietas poco saludables y el consumo excesivo de alcohol.
En 2022, la obesidad afectó al 33,8 % de los adultos en la región, un incremento del 28 % con respecto a 2010, mientras que el 35,6 % de la población se considera físicamente inactiva. A esto se suma el impacto ambiental: la contaminación del aire ha contribuido al alza de enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
El informe también destaca un preocupante aumento del 17,4 % en las tasas de suicidio desde el año 2000, especialmente entre hombres, y llama a una respuesta multisectorial que aborde la prevención desde la salud mental hasta la nutrición y el urbanismo saludable.
La OPS exhorta a los gobiernos de la región a intensificar sus políticas públicas para revertir estas tendencias y garantizar acceso a servicios preventivos, diagnóstico temprano y tratamiento eficaz, evitando así millones de muertes prematuras en las próximas décadas.