Nacionales
RELATO: Padre vivió un calvario para encontrar a su hijo durante el incendio de guardería municipal de San Salvador

Al enterarse que un incendio consumía las instalaciones de la guardería municipal de San Salvador, Johny Mendoza dejó, casi sin pensar, su trabajo y recorrió, en su motocicleta, medio San Salvador en busca de David, su hijo de 2 años y cuatro meses de edad, quien se encontraba entre los más de 120 niños que pasan sus mañanas en el edificio que, a esa hora, era devorado por las llamas. Tardó poco más de cinco minutos en llegar.

Un hombre preocupado por su hijo recorrió media ciudad de San Salvador en moto para llegar a la guardería que era consumida por las llamas. Varios héroes anónimos fueron clave para que el siniestro no terminara en tragedia.
Johny sabe de emergencias, trabaja para una empresa que instala sistemas antisísmicos en las cercanías de la plaza al Divino Salvador del Mundo. Su jefe vio la noticia del incendio y de inmediato tomó el teléfono para llamarlo e informarle. El angustiado hombre llegó en cuanto pudo a la zona del siniestro.

En el lugar, bomberos, cuerpos de socorro, personal de la guardería, vecinos de la zona y particulares corrían hacia todas partes sin llegar a ningún sitio. La confusión dominaba el ambiente y una columna de humo negro dominaba los cielos. Las llamas salían por las ventas del edificio y el agua de las mangueras a penas conseguía entrar. Entre el desenfreno de la gente, Johny no veía a su hijo.

Se acercó a un grupo de socorristas de Comandos de Salvamento que hacían un esfuerzo por organizar a los angustiados padres que buscaban a los menores. Les proporcionó el nombre de David y, mediante comunicación por radio, consiguieron determinar que se encontraba en el gimnasio del Colegio Eucarístico, a solo unas cuadras de la guardería.

Cada minuto más preocupado, con una chamarra a medio poner y el casco de motociclista en las manos, Johny llegó a la cancha del colegio y comenzó a preguntar por David. Nadie le daba respuesta. Siguió caminando y preguntando. De pronto, una figura conocida a la distrancia, una camisa que consiguió identificar: era su hijo jugando en el suelo, sin siquiera recobrar el aliento gritó su nombre y corrió hacia él con los brazos extendidos. El niño, al escucharlo, hizo lo mismo. “papá, papá”, resonó en todo el espacio. Los dos se encontraron en un abrazo y la calma volvió al corazón de Johny.

Lo tomó entre sus brazos y lo abrazó como si no lo hiciera en mucho tiempo. Le dio un beso en la mejilla. David llevaba una pelota en las manos. Parecía no entender lo sucedido, parecía no importarle mucho. Se veía cómodo y seguro en los brazos de su padre. Las cámaras lo siguieron, su expresión cambiaba de la risa a la sorpresa cada par de segundos. Johny estaba al borde de las lágrimas.

“Cómo no voy a venir volando si es mi hijo”, declaró después de recorrer la cancha abrazando y besando al pequeño. El alivio, la felicidad y la emoción eran evidentes en su rostro, empapado de sudor y manchado de ceniza.
Los héroes anónimos
La pronta reacción de los trabajadores de la guardería municipal, la asistencia de los cuerpos de socorro, la reacción inmediata del Cuerpo de Bomberos y la ayuda de vecinos de la zona: todas fueron piezas clave para evitar que el incendio del edificio junto a la Alcaldía de San Salvador se convirtiera en una tragedia.

Minutos pasaban de las 10 de la mañana cuando las chispas de una máquina soldadora originaron las primeras llamas que no tardaron en expandirse. Se activaron las alarmas contra incendios y los extintores pero el fuego se propagó a tal velocidad que resultó imposible controlarlo.
De inmediato, las empleadas de la guardería, monjas y maestras, entrenadas como parte del grupo de seguridad ocupacional, comenzaron con la evacuación de los 121 niños que recibían clases en el edificio.
“Tuvimos el tiempo de revisar área por área para ver si no se había quedado alguien”, declaró una de las maestras.
Detrás de ella, dos de sus compañeras no podían contener las lágrimas al escuchar. Quizá, porque al contarlo revivieron lo sucedido, quizá por la alegría de haberlo hecho todo bien. “Cada mes hacíamos simulacros. Los niños estaban entrenados para esta situación y nosotras también”, destacó la maestra que hablaba al frente.
Luego de la evacuación, Comandos de Salvamento tomó la batuta en el traslado de los menores a un lugar seguro. Los dividieron en dos grupos: uno en el Colegio Eucarístico y el otro en la base central de Comandos, ambos sitios, a pocas cuadras del lugar del incendio. Luego organizaron, junto a los maestros de la guardería, el reencuentro de los padres con sus hijos. Todo a través de comunicación radial.
En ambos albergues improvisados, personal de la guardería, vecinos de la zona, maestros del colegio, voluntarios y un grupo de religiosas, se encargaban de mantener entretenidos a los niños y de calmar a aquellos que, probablemente por las llamas, se encontraban asustados o llorando. Las edades de los menores evacuados van desde los siete meses hasta los siete años.
“No sabemos nada, a buscar a nuestros hijos venimos”, dijeron con apuro algunos padres cuando ingresaban al gimnasio. Minutos más tarde, el rostro de preocupación les cambiaba por uno de alivo cuando salían por la puerta con sus niños en brazos. “Se siente horrible enterarse de esto así”, relató una madre a otra que limpiaba el rostro de su hija. “Gracias a Dios y a las maestras no hubo nada que lamentar”, declaró otra frente a las cámaras de televisión.
Bomberos informó luego que, tras su llegada al lugar, el incendio fue controlado en alrededor de 15 minutos.
Hicieron falta cuatro motobombas, una cisterna y 20 elementos del Cuerpo de Bomberos con dos estaciones en el Cuartel Central. La hipótesis que cobró más fuerza es la de la maquinaria de soldadura, pero serán las investigaciones posteriores las que determinen las verdaderas razones del siniestro.
Los niños fueron entretenidos con juegos mientras sus papás llegaban a buscarlos. Foto EDH/ Lissette Lemus
Nota tomada de El Salvador.com
Nacionales
MINED suspende clases presenciales ante incremento de lluvias

El Ministerio de Educación (MINED) anunció la suspensión de clases y actividades académicas presenciales en todo el país, hasta nuevo aviso, debido al aumento de las lluvias y la saturación de los suelos, factores que incrementan el riesgo de derrumbes, deslizamientos y desbordes de ríos y quebradas.
La medida aplica para todos los centros educativos públicos, desde Educación Inicial hasta Media, los cuales deberán continuar sus actividades mediante modalidad virtual.
En el caso de los colegios privados y las instituciones de Educación Superior, el MINED indicó que la suspensión dependerá de cada centro educativo, según el nivel de riesgo y vulnerabilidad de sus instalaciones.
El Ministerio exhortó a la comunidad educativa a mantenerse informada a través de los canales oficiales del Gobierno de El Salvador para cualquier actualización sobre la situación climática y las disposiciones académicas.
Nacionales
ATENCIÓN: Emiten alerta naranja por incremento de lluvias en El Salvador

La Dirección General de Protección Civil decretó este lunes alerta naranja para todo El Salvador ante el incremento de lluvias registrado en las últimas horas, y que se espera se intensifique en los próximos días a nivel nacional.
La medida sustituye la alerta estratificada emitida el pasado 7 de octubre y responde a la presencia de un área de baja presión asociada a la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), ubicada al suroeste de la costa centroamericana. Según Protección Civil, esta situación genera un arrastre de humedad desde el Océano Pacífico, provocando lluvias y tormentas con mayor frecuencia.
Además indicaron que las instituciones del Sistema Nacional de Protección Civil permanecerán activas las 24 horas para atender cualquier emergencia que pueda surgir.
Asimismo, se recomendó a la población evitar cruzar ríos, quebradas o corrientes de agua, y mantener precaución ante las condiciones climáticas que se prevén en los próximos días.
Arte
Encuentros, la nueva película salvadoreña que muestra que la realidad es como la ficción y que los sueños son realidades

- Escrita y dirigida por Noé Valladares, Encuentros relata la historia de Joaquín, un joven que huye de su pasado, interpretado por el actor Pechán Osorio.
- Grabada durante las vacaciones y fines de semana, entre 2012 y 2015, los escenarios de la película recorren buena parte de la geografía salvadoreña: la playa El Palmarcito, los túneles del litoral, Panchimalco, Suchitoto, Ataco, el Centro Histórico de San Salvador.
- La película incluyó más de 100 días de rodaje, en 50 locaciones diferentes.
- El equipo de producción ha lanzado una campaña de crowdfunding para finalizar los procesos de postproducción de la película con el objetivo en mente de poder estrenar el proximo 2026: https://www.indiegogo.com/projects/encuentros–2/x/38659671#/
Encuentros es la nueva película del cineasta salvadoreño Noé Valladares que muestra que la realidad es como la ficción y que los sueños son realidades. Grabada durante las vacaciones y fines de semana, entre 2012 y 2015, el proyecto acaba de lanzar una campaña de crowdfunding para finalizar los procesos de postproducción del film.
El pasado 2 de octubre arrancó de forma exitosa una campaña de recaudación de fondos a través de la plataforma indigogo con la meta de conseguir 17,000.00 USD para completar los procesos de postproducción de sonido, corrección de color, etalonaje y efectos visuales, para que pueda ser estrenada en 2026. La campaña se
realiza bajo la modalidad de todo o nada, por lo que estos días son de intenso trabajo para el colectivo detrás del proyecto y las productoras de la película Chimbolo Films y Amanda Producciones.
La historia de Encuentros, escrita por Noé Valladares, es la historia de Joaquín y podría ser la de otros jóvenes que han nacido en contextos violentos. Los hilos de sus vidas se tejen desde el inicio enredados a otras historias violentas de las que huyen. Y en esa huída aparece la estética surrealista de Valladares y sus personajes inesperados, que a fin de cuentas es la realidad de la vida y las calles que se encuentra el protagonista y que también encontró el equipo de producción de la película.
Encuentros es un proyecto con unas características muy particulares, que lo convierten en una película única en el ecosistema de la producción audiovisual. Se trata de un proyecto de largometraje colaborativo que nació de una persona, su director Noe Valadares, enamoró a tres, convenció a diez y ha ilusionado a más de 350 personas que han colaborado hasta hoy en la película como actores, extras, asistentes en el set, cediendo espacios, proporcionando utilería, vestuario, transporte, refrigerios, seguridad, entre otras necesidades.
La película cuenta entre su elenco con actores y actrices profesionales que participaban por primera vez en una película, como el caso del protagonista Pechán Osorio, Milton Barahona, Milton Torres, Lissania Zelaya y Violeta Barrera. También participan actores naturales como la coprotagonista Silvia Tejada, con una profesión muy lejana a la actuación. Además, la película cuenta con la interpretación de César Pineda, actor de teatro salvadoreño.
Otra característica que hace de Encuentros un proyecto singular es que ha sido una escuela de cine alternativo para las personas que integran el equipo y para las que se han ido acercando a él. Todo ello, en coherencia con la trayectoria del director e integrantes del equipo de producción, provenientes de la escuela del cine comunitario, donde el cine se concibe como una herramienta que hay que compartir y proporcionar a las personas para su expresión creativa.
La película incluyó más de 100 días de rodaje, en 50 locaciones diferentes. El proyecto también ha permitido innovar con nuevas formas de producción. En ese contexto ha surgido una película que adquiere un valor de producción no previsto, al retratar espacios públicos y escenarios que ya han desaparecido o se han ido transformando a lo largo de los años.
Sobre Noe Valladares
Noé Valladares ha dirigido películas como La travesía (2021) y La virtud de un santo (1995). Egresado del Centro Nacional de Artes de El Salvador (CENAR), con estudios de cine en Cuba, trabajó en el Centro Dramático Nacional de España y fue docente de la Real Escuela de Arte Dramático de Madrid, (España). Asistió en la
dirección al cineasta chileno Miguel Littin en la película Sandino, fue asistente de producción en la película Walker, dirigida por el cineasta inglés Alex Cox, asistente de dirección en el largometraje El Espectro de la Guerra del cineasta nicaragüense Ramiro Lacayo y se ha desempeñado como directivo de la Asociación Salvadoreña de Cine y Televisión (ASCINE). Ha sido docente de la Escuela de Comunicaciones Mónica Herrera y de la Universidad Tecnológica UTEC ha escrito y dirigido varios cortos y escrito varios guiones de cine, es el representante de Premios Platino para El Salvador, y se ha desempeñado como director de la Escuela de Cine Comunitario de ACISAM donde ha acompañado a muchos jóvenes en su incursión en el mundo cinematográfico.