Nacionales
LOS DÍAS PREVIOS A SUS MUERTES: La Trágica historia de Óscar y Valeria, padre e hija que murieron ahogados en el Río Bravo

La joven familia de El Salvador apareció en la ciudad fronteriza de Matamoros durante el fin de semana con el miedo ya en sus caras.
Fueron al puente del centro de la ciudad que lleva a Brownsville, en Texas, donde Xiomara Mejía, otra migrante centroamericana, explicó a los recién llegados que no podrían agregar sus nombres a la larga lista de familias que esperan para solicitar asilo en Estados Unidos hasta el lunes.
“Yo les noté a ellos muy nerviosos, asustados. Tenían pánico en su rostro”, dijo. “Ellos me dijeron, ‘¿Usted no ha intentado cruzarse el río?’”, señaló Mejía. “Nosotros les decimos que no, por los niños más que todo. Yo no sé nadar y mis hijos sí, pero igual manera no lo voy arriesgar”.
Mejía llegó a Matamoros desde Honduras con sus esposo y sus tres hijos el 8 de mayo. El miércoles tenían apenas dos familias por delante para presentar su pedido de asilo ante el gobierno de Estados Unidos, dijeron.
Su viaje comenzó en marzo en San Pedro Sula, la segunda ciudad de la violenta Honduras. Tras la conversación, la familia salvadoreña dijo que regresaría el lunes, contó Mejía. “No pensé que iban a tomar la decisión de cruzar el río”, dijo el miércoles.
El domingo, no muy lejos de ese puente, la familia cruzó una popular senda para ir en bicicleta y correr y descendió por una pendiente a través de la maleza hasta la orilla del río Bravo. Cerca de allí había habido partidos en los campos próximos al río e incluso una clase de yoga al aire libre.
El río no parece ancho en esa zona, tal vez unos 15 o 25 metros, pero la vegetación que arrastra la corriente pasa rápido.
Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años, y su hija de 23 meses, Valeria, también fueron arrastrados.

Sus cuerpos se recuperaron el lunes en la mañana, tendidos boca abajo en la orilla unos cientos de metros río abajo, una desgarradora escena capturada en una fotografía en la que la niña está metida dentro de la camisa de su padre para protegerse.
La esposa de Martínez, Tania Vanessa Ávalos, de 21 años, acompañaría a los cadáveres de vuelta a El Salvador el jueves para su entierro este viernes.

Martínez compartía una humilde vivienda de paredes verdes y con barrotes en las ventanas en San Martín, en las afueras de la capital, San Salvador, con su madre, su esposa y su hija.
En el vecindario de clase obrera de unos 40,000 habitantes donde vivían, Martínez trabajaba en una pizzería y Ávalos era cajera en un restaurante de comida rápida, explicó su madre, Rosa Ramírez.
La zona ha sufrido violencia pandillera pero estos días está más calmada, dijo la mujer, agregando que su hijo nunca estuvo involucrado con bandas y que se fue por razones puramente económicas.
Ramírez contó que les había cedido la habituación grande de las dos que tiene su vivienda, pero ellos ansiaban ahorrar para tener su propia casa, y ese sueño los llevó a poner rumbo a Estados Unidos a comienzos de abril.
“Yo le decía ‘Hijo, no se vayan, pero si se van déjenme la niña’”, recordó Ramírez. “Y él me decía ‘No mamá, ¿cómo te vas a poner a pensar que te la voy a dejar?’. Él no tenía el valor de dejarla”. Ahora siente que su “vacío no lo puede llenar nadie, pero Dios me da fortaleza”.
Peligro
La región fronteriza entre Estados Unidos y México es desde hace mucho tiempo una zona peligrosa para quienes intentan ingresar ilegalmente a territorio estadounidense entre los puertos de entrada oficiales, desde las rápidas aguas del río Bravo hasta el calor abrasador del Desierto de Sonora.
El año pasado, 283 personas muriendo tratando de cruzar, y se desconoce el dato para lo que va de 2019.
El domingo, Martínez decidió emprender ese viaje, cruzando con Valeria a nado desde Matamoros hasta la otra orilla del río Bravo en Texas, donde la dejó en la ribera y comenzó el trayecto de regreso para ayudar a su esposa. Cuando lo vio alejarse, la niña se lanzó al agua. Martínez volvió a por ella, pero la corriente los arrastró a los dos. Ávalos resultó ilesa.
La mujer está en shock y no hablará con la prensa, explicó Enrique Maciel, delegado regional del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes.
Cubiertos con sábanas blancas, los dos cuerpos fueron colocados en una camioneta de la morgue para su trasladado a una funeraria.
“Ella está afligida. Ella está sufriendo. Es un sueño que ellos tenían de salir adelante como familia los tres y regresa ella sola con los cuerpos de su familia”, comentó Maciel.
La noticia de los decesos, y la impactante foto, repercutieron entre aquellos salvadoreños que sopesan la posibilidad de viajar al norte como parte de la oleada de migrantes de ese país, Guatemala y Honduras, que buscan escapar de la violencia y la pobreza.
Economia
Innovación con propósito: la startup que está cambiando la forma de hacer negocios

Impulsada por el clima de innovación promovido por el gobierno del presidente Nayib Bukele, El Salvador se ha convertido en terreno fértil para el surgimiento de nuevas startups tecnológicas. Una de ellas es Itero, una firma fundada por tres jóvenes salvadoreños —Celeste, Sofía y Javier— con una misión clara: acompañar a organizaciones en el diseño e implementación de estrategias de innovación con impacto real.
La propuesta de Itero responde a una necesidad creciente entre las empresas: convertir la innovación en un eje práctico, constante y accesible, sin necesidad de grandes laboratorios ni presupuestos multimillonarios.
Innovación como servicio
El producto estrella de la firma, Innovation as a Service (INaaS), ofrece a las organizaciones un enfoque estructurado y flexible para integrar la innovación en su día a día. Bajo este modelo, Itero se convierte en un aliado externo con visión estratégica y macro del entorno de cada negocio.
“La innovación no tiene por qué parecer algo complicado o reservado solo para gigantes tecnológicos. No es magia. Es tomar decisiones inteligentes con foco, objetivos claros y herramientas adecuadas”, afirmó Javier Zelada, cofundador de Itero.
Con una filosofía centrada en el valor humano, la startup busca posicionarse como referente en el ecosistema regional de innovación, con planes de expansión hacia otros mercados de América Latina.
Transformar para trascender
Itero ha identificado sectores clave como tecnología, I+D, operaciones y transformación organizacional, en los que la innovación puede actuar no solo como herramienta, sino como motor de cambio estructural. Su enfoque combina talento joven, metodologías adaptativas y conexiones estratégicas para ofrecer soluciones personalizadas a los retos contemporáneos de las organizaciones.
“Eliminamos barreras que frenan o aíslan la innovación. Nuestra meta es transformar ideas en resultados tangibles y sostenibles”, agregó Zelada.
Además de apoyar procesos, Itero también busca fortalecer culturas organizacionales resilientes, convirtiéndose en un socio estratégico para empresas que aspiran a construir futuro en un entorno cada vez más cambiante.
Con una visión que une propósito, agilidad y colaboración, Itero representa una nueva generación de empresas salvadoreñas que están listas para competir —e innovar— a escala global.
Nacionales
Hombre fallece atropellado en La Libertad; conductor se dio a la fuga

Un trágico accidente de tránsito ocurrido en el kilómetro 33 de la carretera que conecta Quezaltepeque con San Juan Opico dejó como resultado la muerte de un hombre, según confirmó la Policía Nacional Civil (PNC).
El hecho se registró en jurisdicción de La Libertad Centro, cuando un automovilista arrolló a la víctima y posteriormente huyó del lugar sin prestar auxilio.
Las autoridades policiales ya han iniciado la búsqueda del responsable, a fin de capturarlo y ponerlo a disposición de la justicia. La identidad del fallecido no fue revelada al cierre de esta nota.