Judicial
Hombre vivió las tres horas más aflictivas de su vida al ser secuestros por sujetos que le robaron su motocicleta

Un hombre vivió las tres peores horas de su vida a manos de sujetos que tras robarle su motocicleta lo mantuvieron privado de libertad dentro de una vivienda de lámina ubicada en una colonia del sur del municipio de San Salvador.
Reynaldo (nombre modificado por seguridad) salió a realizar unas diligencias que no pudo cumplir debido a que tres sujetos armados lo interceptaron cuando se desplazaba por la calle que lo sacaba de su lugar de residencia.
Eran las 10:00 de la mañana del 21 de febrero del 2018, cuando el calvario de la víctima inició ya que sus victimarios lo obligaron a bajarse de la moto para que ingresara a un vehículo polarizado.
Las ordenes dadas por los delincuentes que lo apuntaban con armas de fuego fueron obedecidas por Reynaldo quien les entregó el caso que portaba y los documentos de la motocicleta que se llevó uno de ellos.
Los otros dos asaltantes se introdujeron al carro que emprendió la marcha hacia un lugar desconocido; recorrieron varios kilómetros hasta que salieron de la carretera y a unos 200 metros se detuvieron en un lugar desolado.
Al bajarse del carro, Reynaldo vio a otros hombres fuertemente armados quienes lo obligaron a ingresar a una casa que había sido elaborada con lámina. Los captores despojaron de su ropa al motociclista quien no entendía lo que estaba sucediendo.
Sentado en una silla en medio de la oscuridad, la víctima logró observar como uno de los delincuentes revisaba la cartera con sus documentos de la cual extrajo los únicos $30 que portaba.
A criterio del motociclista, el lugar estaba diseñado especialmente para mantener en cautiverio a personas ya que solamente había una mesa, cuatro sillas, una hamaca y poca ropa tirada en el piso de tierra.
Conforme pasaba el tiempo, el temor se comenzó a apoderar del ofendido quien seguía sin tener certeza de lo que ocurría. La agonía llegó cuando escuchó la orden para traer picos, palas y azadones. En ese momento sintió que sería su fin.
Cuando los secuaces salieron a cumplir con la orden del cabecilla del grupo una llamada cayó en su celular: “¿Qué hacemos con este?”, consultó. La respuesta no fue escuchada por Reynaldo. Sin embargo al finalizar la llamada se le ordenó vestirse y salir del lugar.
Incluso, antes de salir de la vivienda uno de los delincuentes le recomendó que debía de buscar un pick up que realizaba viajes hasta el centro del municipio de Soyapango. Además, le advirtieron que no tenía que decir nada a nadie sobre lo sucedido.
No obstante, pasado el peligro Reynaldo no estaba dispuesto a quedarse callado por el robo de su motocicleta y toda la tortura vivida por lo que procedió con la denuncia a las autoridades correspondientes.
Con la declaración, se logró identificar a tres de los implicados quienes responden a los nombres de Jairo José F., alias “el coqueto”, de 22 años de edad, y Juan C., de 22. Quienes fueron capturados posteriormente.
El proceso judicial llegó al juzgado Tercero de Sentencia de San Salvador donde los imputados esperan la vista pública, fijada para el 26 de noviembre del presente año, en la cual se determinará su participación y responsabilidad por los delitos de robo de vehículo y privación de libertad.
Foto Referencia.
Por El Salvador Times.
Judicial
Condenan a 15 pandilleros de la MS-13 en San Miguel

El Tribunal Segundo contra el Crimen Organizado de San Miguel impuso penas de entre 8 y 155 años de prisión a 15 miembros de la Mara Salvatrucha, tras ser hallados culpables de cometer diversos delitos, entre ellos homicidio agravado, intento de homicidio y organizaciones terroristas.
Los condenados pertenecían a las clicas Molinos Locos Salvatruchos y Los Ángeles Locos Salvatruchos, donde desempeñaban distintos rangos como homeboys, chequeos y paros. La Fiscalía General de la República (FGR) presentó pruebas que fueron determinantes para lograr las condenas.
Uno de los crímenes más atroces atribuidos al grupo ocurrió en noviembre de 2017 en el cantón Las Trancas, distrito de Ozatlán, donde una mujer fue privada de libertad, llevada a un cerro, asesinada con arma de fuego, desmembrada y enterrada. Su cadáver fue localizado en junio de 2018. La víctima habría sido asesinada por ser pareja de un exmiembro retirado de la pandilla, según la FGR.
Éver Wilfredo Herrera Gómez, alias el Satánico, recibió la condena más severa: 155 años de prisión por cuatro homicidios agravados y un intento de homicidio. Otro de los sentenciados, Élmer Vladimir Rivas Ayala, alias el homeboy de la L.A, fue condenado a 42 años por homicidio agravado y participación en organizaciones terroristas.
Las autoridades reafirmaron su compromiso de continuar el combate frontal contra las estructuras criminales responsables de múltiples hechos de violencia en el país.