Internacionales
Estos son los países de Latinoamérica que le están ganando la batalla al COVID-19
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Mientras los titulares en todo el mundo se están centrando en las escandalosas cifras de muertes por coronavirus en Estados Unidos y Brasil, hay tres historias de éxito en la lucha contra el virus en América Latina que han pasado casi desapercibidas: se trata de los casos de Costa Rica, Paraguay y Uruguay.
Estos tres países tienen tasas de mortalidad por COVID-19 que están entre las más bajas del mundo, similares a las de Nueva Zelanda y Corea del Sur.
Costa Rica, con una población de 5 millones, ha tenido 10 muertes; Paraguay, con 7 millones de habitantes, ha tenido solo 11 muertes por COVID-19; y Uruguay, con una población de 3.4 millones, ha tenido 22 muertes.
En relación con sus poblaciones, la tasa de mortalidad por covid-19 de Costa Rica es de 0.20 personas; la de Paraguay es de 0.16 por 100,000 personas, la de Uruguay es de 0.64 personas por 100,000 habitantes. En otras palabras, han tenido menos de una muerte por cada 100,000 personas.
En comparación, la tasa de mortalidad COVID-19 de Estados Unidos es de 30 personas por 100,000 habitantes. Estados Unidos tiene 150 veces más muertes por coronavirus per cápita que Costa Rica.
¿Qué hicieron bien estos países? Paraguay puede haberse beneficiado del hecho de que es un país sin salida al mar, que ya tenía relativamente pocos vuelos internacionales antes de la pandemia. Eso, entre otras cosas, le ayudó a reducir sus casos de COVID-19.
Costa Rica y Uruguay son casos más interesantes. La mayoría de los expertos coinciden en que, a diferencia del presidente de EEUU, Donald Trump y el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, los presidentes de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada, y Uruguay, Luis Lacalle Pou, se tomaron la pandemia en serio y actuaron con decisión desde el principio.
A diferencia de Trump y Bolsonaro, quienes al principio minimizaron la pandemia y perdieron un tiempo precioso para comprar ventiladores y equipos de prueba, los presidentes de Costa Rica y Uruguay actuaron de inmediato, y lideraron con el ejemplo usando máscaras faciales la mayor parte del tiempo cuando aparecían en público.
Curiosamente, ni Costa Rica ni Uruguay ordenaron cierres totales de sus economías. En Uruguay, Lacalle Pou pidió a la gente que ejerza “libertad responsable”. La mayoría de los uruguayos le hicieron caso, y se aislaron por más de un mes y medio. Uruguay tiene programado reabrir sus escuelas a partir del uno de junio.
“Tanto Costa Rica como Uruguay comenzaron a realizar pruebas y rastrear los casos de COVID-19 desde muy temprano”, dice Ferdinando Regalia, experto en salud pública del Banco Interamericano de Desarrollo. “Uruguay desarrolló muy bien sus propias pruebas de diagnóstico COVID-19”.
El éxito de Costa Rica, Paraguay y Uruguay en la lucha contra la pandemia parece contradecir la creencia generalizada de que las dictaduras son más exitosas que los gobiernos democráticos en el combate contra estas pandemias.
De hecho, Costa Rica, Paraguay y Uruguay han tenido menos muertes por COVID-19 como porcentaje de sus poblaciones que Cuba. (No se incluyen los casos de Venezuela y Nicaragua, porque la mayoría de los expertos cuestionan sus cifras oficiales).
Todo esto parece respaldar las conclusiones de un nuevo estudio de la Universidad de Oxford que muestra que las democracias en general han tenido mejores resultados que las autocracias en el manejo de la pandemia.
Encontró que aunque las autocracias impusieron más restricciones a los viajes y al movimiento de las personas, la movilidad geográfica disminuyó aproximadamente un 20% más en las democracias, con lo que se redujeron las muertes por COVID-19.
Internacionales
Al menos 3 muertos y 74 heridos tras caer techo de centro comercial en Perú
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El accidente ocurrió en el complejo comercial Real Plaza de Trujillo, la tercera ciudad del país ubicada unos 500 km al norte de la capital Lima.
Según medios locales, en el momento del accidente había decenas de familias en el patio de comidas del recinto, donde todavía pueden quedar personas atrapadas bajo los escombros.
«Hasta el momento tenemos tres fallecidos, dos caballeros y una dama», dijo el comandante Gelqui Gómez, inspector departamental del Cuerpo de Bomberos en declaraciones al canal América TV desde el lugar.
El ministerio del Interior también señaló a través de un mensaje en la red X que «hay tres fallecidos».
La cifra de heridos se incrementó a 74, según el Aníbal Morillo, gerente de Salud del gobierno regional de La Libertad, cuya capital es Trujillo.
«Son 74 heridos que hemos evacuados a las hospitales y clínicas, dentro de los cuales 10 son niños. Hay 11 heridos graves», dijo a la radio RPP Morillo.
En un primer reporte el Ministerio de Salud había cifrado en 20 los heridos.
Más de un centenar de bomberos y policías se encuentran en el centro comercial removiendo escombros en busca de supervivientes, según imágenes difundidas por las televisoras.
Varias ambulancias llegaron al lugar y salieron hacia los centros hospitalarios con los lesionados.
«¡Solo estoy aquí, ayuda!», gritaba una persona atrapada según imágenes en Facebook.
«Hay un niño que está atrapado» bajo las estructuras metálicas del techo, agregó Morillo citado por el canal de televisión Panamericana.
Según el Centro de Operaciones de Emergencia regional, la caída del techo ocurrió aproximadamente a las 20H41 (01H41 GMT del sábado), pero fue reportada solo hasta media hora después.
El ministro del Interior, Juan José Santiváñez,estimó que el área del techo colapsada era de «entre 700 a 800 metros cuadrados».
«Necesitamos grúas hidráulicas para poder levantar parte del techo que aún no se ha podido retirar por lo pesado que es y poder continuar con las labores de rescate de las personas que estarían atrapadas», declaró el ministro al canal N de televisión
Mientras tanto, la Fiscalía de Trujillo inició diligencias contra los que resulten responsables del presunto delito contra la vida.
Internacionales
Octava noche en el hospital para el papa Francisco, que «no está fuera de peligro»
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«El papa Francisco descansó bien», afirmó la Santa Sede en un escueto comunicado el sábado por la mañana. Aún así, no está «fuera de peligro» y permanecerá ingresado «al menos toda la próxima semana», indicaron sus médicos el viernes.
El pontífice no pronunciará la tradicional oración del Ángelus el domingo, pero si enviará un texto que será publicado, al igual que la semana pasada, declaró el sábado Matteo Bruni, portavoz del Vaticano.
Francisco ingresó en el hospital Gemelli de Roma por una bronquitis el 14 de febrero y este martes la Santa Sede anunció que padecía una neumonía bilateral, una infección del tejido pulmonar potencialmente mortal.
La hospitalización del jefe de la Iglesia católica ha atizado las conjeturas sobre su futuro, aunque los médicos aseguraron el viernes que se ha podido parar y no está conectado a ninguna máquina.
En los últimos días el papa ha recibido en el hospital a sus colaboradores más cercanos, lee, firma documentos y hace llamadas telefónicas.
A inicios de semana recibió la visita de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien afirmó que lo vio «alerta», «receptivo» y que incluso «bromearon».
Los cardenales se mostraron positivos asegurando que iba «por el buen camino».
«Noticias alentadoras»
Esta hospitalización, la cuarta desde 2021, reavivó la preocupación por la salud del líder de la Iglesia católica, ya debilitado por una serie de problemas en los últimos años, desde operaciones de colon y del abdomen hasta dificultades para andar.
La inquietud sobre la salud del papa fue en aumento tras la difusión de falsas informaciones en las redes sociales, sobre todo en X, que reportaban la muerte del papa en varios idiomas.
«Sé que algunos por ahí dicen que ha llegado mi hora, ¡siempre me traen mala suerte!», le dijo Francisco, según la prensa italiana, a Giorgia Meloni durante su visita.
La hospitalización de Jorge Bergoglio, líder espiritual de 1.300 millones de católicos y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, avivó las especulaciones sobre su capacidad para continuar en el cargo, pese a que el derecho canónico no prevé ninguna disposición en caso de problema grave que alterase su lucidez.
También reavivan las especulaciones sobre una posible renuncia del papa, alimentadas por los opositores a Francisco, sobre todo en los círculos conservadores.
«Tengo la impresión de que se trata de especulaciones inútiles», comentó el sábado el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y número dos del Vaticano, en una entrevista con el diario italiano Corriere della Sera.
«Gracias a Dios, las noticias que llegan de Gemelli son alentadoras, se está recuperando», añadió.
A pesar de los reiterados problemas de salud de los últimos años, el papa Francisco, conocido por su fuerza de carácter, ha mantenido una cargada agenda, aunque sus médicos insisten en que tendría que frenar un poco sus actividades.
Internacionales
Ortega juramenta a su leal jefe del Ejército de Nicaragua para un cuarto mandato
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Ortega elogió la «lealtad» del general Avilés, en un acto militar en Managua también presidido por su poderosa esposa Rosario Murillo, y al que asistieron delegados de países aliados como Cuba, Venezuela, Rusia y Honduras.
Investigaciones de medios de comunicación nicaragüenses como Confidencial, que trabajan desde el exilio en Costa Rica, señalan que Ortega ha aumentado los millonarios negocios de los militares para «comprar su fidelidad».
Ortega, exguerrillero de 79 años que gobernó Nicaragua en la década de 1980 tras el triunfo de la revolución sandinista, está en el poder desde 2007 y sus críticos lo acusan de instaurar una «dictadura familiar», junto a su esposa, de 73 años.
El fallecido hermano del presidente, el general Humberto Ortega, exjefe del Ejército, había asegurado en una entrevista con el portal de noticias argentino Infobae que los militares serán fundamentales en una transición o sucesión cuando muera Daniel Ortega.
El presidente rompió con Avilés, un exguerrillero de 68 años, el tradicional relevo militar de cada cinco años, y a fines de noviembre pasado el Congreso, controlado por el gobierno, amplió a seis años el mandato del jefe del Ejército y la Policía Nacional, también fiel.
Esa modificación se dio como parte de una vasta reforma constitucional que según la oposición prepara el camino para la sucesión del poder de Ortega a Murillo o a alguno de sus hijos.
La nueva Constitución creó el cargo de «copresidenta» para Murillo y dio a ella y a Ortega un poder absoluto con el control de todos los órganos del Estado, amplió el mandato de gobierno de cinco a seis años y estableció la vigilancia de la prensa y la Iglesia.
También creó la «Policía Voluntaria», integrada por civiles encapuchados en apoyo a las fuerzas de seguridad, lo que hace referencia a los paramilitares de rostro oculto que reprimieron las protestas contra Ortega de 2018, con saldo de unos 300 muertos según la ONU.
Avilés, quien realizó estudios militares en Cuba, fue sancionado en 2020 por Washington señalado de corrupción, y es acusado por organismos de derechos humanos de tolerar y ayudar, de forma encubierta, a policías y paramilitares a atacar a los manifestantes en 2018.