Alejandro Giammattei ganó el domingo las elecciones presidenciales en Guatemala contra Sandra Torres, después de haberlo intentado por más de una década en tres ocasiones anteriores.

Es la primera vez que el médico Giammattei de 63 años de edad, y hoy presidente de los guatemaltecos, llega a una segunda vuelta electoral, y lo hizo con la bandera de poner mano dura a la corrupción y la promesa de encarcelar a su contrincante, Sandra Torres.

Giammattei ahora tiene un proyecto político propio, el partido de centroderecha Vamos, con el que abiertamente se ha opuesto al matrimonio igualitario, al aborto y ha asegurado que hará cumplir las leyes «tal y como están».

Las posturas conservadoras de Giammattei han sido un tema sensible para los guatemaltecos durante la campaña electoral, sin embargo, el candidato siempre aventajó a Torres en las encuestas.

En su carrera política, Giammattei se había postulado a seis cargos de elección popular, cuatro de ellos la presidencia, sin alcanzar éxito alguno.

El futuro presidente de Guatemala ocupó en el pasado diversos cargos en organizaciones y empresas del sector público y privado como en la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Cuerpo de Bomberos Municipales, la Empresa Municipal de Agua o el Tribunal Supremo Electoral.

A finales de los 90, Giammattei inició su actividad política, primero postulándose para la alcaldía capitalina y después para la presidencia de la República en 2007, 2011 y 2015.

Pero antes de sus intentos electorales, Giammattei protagonizó uno de los capítulos más polémicos de su trayectoria al dirigir el Sistema Penitenciario entre 2005 y 2007.

Durante este período fueron asesinados en la Granja Penal Pavón siete reos durante la llamada Operación Pavo Real, organizada oficialmente para recuperar el control del centro penitenciario.

Años después, el Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) concluyeron que la toma había sido una cortina de humo para ocultar una operación de limpieza social, y acusaron a Giammattei y otros funcionarios de participar en la presunta ejecución extrajudicial de los reos.