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Detienen a la expresidenta Jeanine Áñez por “sedición y terrorismo”

La expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, fue detenida en la madrugada del sábado, poco después de que la Fiscalía boliviana emitiera un pedido de captura contra la política conservadora y cinco de sus exministros por supuestos delitos de “sedición y terrorismo” durante la crisis política en 2019, que llevó a la renuncia y salida del país del exmandatario Evo Morales.
“Informo al pueblo boliviano que la señora Jeanine Áñez ya fue aprehendida y en este momento se encuentra en manos de la Policía”, anunció en su cuenta de Twitter el ministro de Gobierno Carlos Eduardo del Castillo, felicitando al cuerpo de seguridad nacional por la “gran e histórica tarea de dar justicia al pueblo boliviano”.
Por su parte, la exmandataria denunció, también en Twitter, que su detención es “un acto de abuso y persecución política” por parte del Gobierno del MAS –el partido de Morales– que la “ha mandado arrestar”. El viernes, cuando saltó la noticia de la orden de arresto, Áñez denunció en una serie de trinos que el izquierdista MAS –que recuperó el poder en las pasadas elecciones de octubre bajo el liderazgo de Luis Arce– “ha decidido volver a los estilos de la dictadura”.
La política conservadora está siendo trasladada bajo un fuerte dispositivo de seguridad desde la ciudad de Trinidad, donde se llevó a cabo su detención, hacia la sede de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) en la ciudad de La Paz, donde está previsto que llegue sobre las tres de la tarde, hora local.
«El día de hoy hemos efectuado como mandan las leyes y la Constitución, la orden de aprehensión en un proceso que ha seguido todo su curso y serán las autoridades judiciales las que continúen la investigación y determinen la situación de las personas detenidas», dijo Del Castillo en una rueda de prensa, señalando que los arrestos corresponden al «proceso que se inició en diciembre de 2020 por el caso del golpe de Estado».
El viernes también se llevó a cabo la detención de Álvaro Rodrigo Guzmán Collao, exministro interino de Energías, y la de Álvaro Eduardo Coímbra Cornejo, antiguo titular transitorio de Justicia. Además, la Fiscalía boliviana también emitió órdenes de aprehensión contra el exjefe de Policía Yuri Calderón y el excomandante de las Fuerzas Armadas Williams Kaliman, acusados de “terrorismo, sedición y conspiración” por lo que muchos denominaron un golpe de Estado, en noviembre de 2019.
Áñez: «no fue un golpe de Estado, fue una sucesión constitucional»
Áñez llegó al poder a finales de 2019, después de que se produjera una violenta salida anticipada de Evo Morales, quien fue acusado por la oposición de haber cometido fraude en los comicios de ese año. Tras su salida, forzada por los militares, el mandatario se exilió en México y después en Argentina.
Antes de su detención, la expresidenta interina reiteró que “no fue un golpe de Estado, fue una sucesión constitucional por fraude electoral”, sobre la abrupta salida del poder del izquierdista Morales luego de 14 años en el poder.
Sin embargo, el partido MAS de Morales regresó al poder en las elecciones de octubre pasado. Su candidato, el exministro de Economía Luis Arce, ganó holgadamente las elecciones y se convirtió en el nuevo presidente, lo que hizo posible el regreso de Morales al país.
Evo Morales se postuló en 2019 para un cuarto mandato en medio de un amplio rechazo de la población a que volviera a asumir la Presidencia del país. Los comicios se vieron salpicados de múltiples acusaciones de fraude y su victoria produjo un fuerte estallido social que chocó con partidarios del dirigente indígena.
La Fiscalía boliviana también emitió órdenes de captura para dos antiguos militares, acusados por el actual Gobierno de estar involucrados en el golpe contra Morales. Se trata del antiguo jefe de policía, Yuri Calderón, y el antiguo comandante de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, por denuncias de terrorismo, sedición y conspiración.
Áñez no será juzgada por la Justicia ordinaria
El caso de Jeanine Añez será tratado de manera especial de acuerdo a lo que estipula la ley del país para expresidentes. Este proceso se adelantará como un juicio de responsabilidades, por lo que no será llevado a la Justicia ordinaria.
Cuando la exmandataria asumió la Presidencia, el Tribunal Constitucional avaló el procedimiento, tras el vacío de poder que se produjo en la nación andina a causa de las renuncias de los principales cargos del Ejecutivo y el Legislativo.
Junto a la renuncia de Morales se produjo también la del entonces vicepresidente Álvaro García Linera, la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, el presidente de la Cámara de Diputados, Victor Borda, y la del primer vicepresidente del Senado, Rubén Medinaceli. Áñez asumió como segunda vicepresidenta del Senado y tras no encontrar quórum para asumir la Presidencia, determinó que la Constitución se lo otorgaba y que por lo tanto debía asumir el cargo.
La oposición boliviana rechaza las órdenes de captura
Tras conocerse las órdenes de detención, varios sectores de la oposición denunciaron “persecución”. Algunos líderes opositores salieron en defensa de los exfuncionarios y tildaron de «tirano» al Gobierno del presidente Luis Arce y al MAS, por considerar que crean leyes para dar «impunidad» a sus militantes.
Por su parte, el partido de Áñez, Comunidad Ciudadana, emitió el viernes un comunicado denunciando un “proceso brutal y arbitrario de persecución política” y aseguró que se trata de un “atentado contra la libertad” y de una “ofensa a los millones de bolivianas y bolivianos que lucharon por la democracia”.
El director ejecutivo para las Américas de la organización internacional Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, también reaccionó a la noticia. El abogado señaló en Twitter que las órdenes de captura de los miembros del antiguo gabinete no contienen evidencia de que los acusados hubieran cometido «terrorismo».
Vivanco también señaló que el mismo «recurso» (terrorismo) fue utilizado en 2019 en la orden de captura de Evo Morales, que tampoco aportó prueba alguna, por lo que la entidad pidió entonces que retiraran los cargos en contra del exmandatario. La ONG pidió que a las órdenes de la Fiscalía emitidas este viernes las acompañe una investigación «seria e independiente».
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Siria expresa disposición a retomar acuerdo de retirada de 1974 con Israel con mediación de EE. UU.

El ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Asad al Shaibani, manifestó este viernes la disposición de su país para colaborar con Estados Unidos con el fin de reactivar el acuerdo de retirada firmado en 1974 con Israel, el cual estableció una zona desmilitarizada supervisada por Naciones Unidas en la frontera entre ambos países.
La declaración tuvo lugar durante una conversación telefónica entre al Shaibani y su homólogo estadounidense, Marco Rubio, en la que también abordaron las recientes incursiones israelíes en el sur del territorio sirio, según un comunicado oficial del gobierno sirio.
Israel y Siria continúan técnicamente en estado de guerra. La tensión se ha intensificado en los últimos meses, tras la llegada al poder de una coalición islamista en Damasco en diciembre, evento que marcó el fin del régimen de Bashar al Asad. Desde entonces, Israel ha intensificado sus operaciones militares en la frontera, incluyendo la ocupación de la zona desmilitarizada en los Altos del Golán y múltiples incursiones dentro del territorio sirio.
En este contexto, el enviado especial de EE. UU. para Siria, Tom Barrack, reveló en una entrevista al diario The New York Times que ambas naciones están sosteniendo conversaciones “significativas” con mediación estadounidense, en un intento por restaurar la estabilidad fronteriza.
El acuerdo de retirada de 1974 fue resultado de las hostilidades entre ambas naciones durante la Guerra de Yom Kipur (1973), y estableció una franja de seguridad de aproximadamente 80 kilómetros bajo supervisión de la ONU en los Altos del Golán, una región estratégica que Israel ocupó parcialmente desde la Guerra de los Seis Días (1967).
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Enfermedades no transmisibles provocan el 65 % de las muertes en América, alerta la OPS

Washington, D.C. — Las enfermedades no transmisibles (ENT), como las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas, se han convertido en la principal causa de muerte en las Américas, con un aumento del 43 % desde el año 2000, informó este miércoles la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
De acuerdo con el informe «ENT a simple vista 2025», publicado por la entidad regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), estas enfermedades causaron la muerte de 6 millones de personas en 2021, lo que equivale al 65 % del total de muertes en la región. Lo más alarmante, según la OPS, es que el 40 % de estos decesos ocurrieron antes de los 70 años, lo que representa una pérdida prematura de vidas que podrían haberse salvado.
“El aumento es una llamada de atención urgente. Demasiadas personas están muriendo por enfermedades que son, en gran parte, prevenibles y tratables”, afirmó el doctor Jarbas Barbosa, director de la OPS, en un comunicado oficial.
Entre las principales causas se encuentran las enfermedades cardiovasculares, con 2,16 millones de muertes, seguidas del cáncer (1,37 millones), la diabetes (420.000) y las enfermedades respiratorias crónicas (416.000). A estas cifras se suma un dato preocupante sobre salud mental: el suicidio se posiciona como la cuarta causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años, con un saldo de 100.760 muertes.
La OPS subraya que, aunque el envejecimiento y el crecimiento poblacional inciden en estas cifras, el incremento está impulsado principalmente por factores de riesgo modificables, como el consumo de tabaco, el sedentarismo, las dietas poco saludables y el consumo excesivo de alcohol.
En 2022, la obesidad afectó al 33,8 % de los adultos en la región, un incremento del 28 % con respecto a 2010, mientras que el 35,6 % de la población se considera físicamente inactiva. A esto se suma el impacto ambiental: la contaminación del aire ha contribuido al alza de enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
El informe también destaca un preocupante aumento del 17,4 % en las tasas de suicidio desde el año 2000, especialmente entre hombres, y llama a una respuesta multisectorial que aborde la prevención desde la salud mental hasta la nutrición y el urbanismo saludable.
La OPS exhorta a los gobiernos de la región a intensificar sus políticas públicas para revertir estas tendencias y garantizar acceso a servicios preventivos, diagnóstico temprano y tratamiento eficaz, evitando así millones de muertes prematuras en las próximas décadas.