Internacionales
Datos oficiales dan como ganador a Luis Arce Catacora en Bolivia después de cinco días de conteo
El candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce Catacora, ganó las elecciones presidenciales de Bolivia en primera vuelta al haber obtenido el 55,1 % de los votos, confirmaron los resultados oficiales.
Después de cinco días de conteo, el Órgano Electoral Plurinacional ratificó los cifras que la madrugada del lunes habían dado a conocer dos sondeos a boca de urna en los que el exministro de Economía superaba del 50 % de los votos, en tanto que su competidor más cercano, Carlos Mesa, finalmente alcanzó el 28,83 %.
La espera de los datos oficiales era un mero trámite, ya que entre el domingo y el lunes la victoria del MAS fue reconocida por la presidenta de facto, Jeanine Áñez, Mesa y la Organización de Estados Americanos (OEA), además de que los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; México, Andrés Manuel López Obrador; Chile, Sebastián Piñera; Perú, Martín Vizcarra y el gobierno de Estados Unidos felicitaron tanto a Arce como a su candidato a la Vicepresidencia, David Choquehuanca.
Los comicios pusieron así fin a un año de incertidumbre para los bolivianos que comenzó el 20 de octubre de 2019, cuando se llevaron a cabo las elecciones en que Evo Morales buscó su tercera reelección a pesar de que en un referéndum previo la mayor parte de la ciudadanía había rechazado su nueva postulación.
Las elecciones de 2019
Gracias a un controvertido fallo del Tribunal Constitucional, que lo favoreció, Morales logró registrarse como candidato. Ya había ganado por primera vez la Presidencia en 2005 con el 53,72 % de los votos. En 2009 se reeligió con el 64,22 %, y en 2015 volvió a arrasar con el 63,36 %. A pesar del desgaste de más de 13 años de gobierno, confío en que volvería a obtener el apoyo mayoritario de la sociedad.
Pero lo que estalló fue un conflicto electoral provocado por las suspicacias que despertó una interrupción en el conteo de votos la noche de ese 20 de octubre, y que fue suficiente para que Carlos Mesa, el expresidente y principal rival de Morales, denunciara un fraude.
El entonces presidente se declaró ganador mientras crecían las dudas sobre los resultados. Cinco días más tarde, ya con el 100 % de las casillas escrutadas, el Tribunal Supremo Electoral confirmó el triunfo del presidente: había obtenido el 47,08 % frente al 36,51 % logrado por Mesa.
Morales necesitaba una diferencia de 10 puntos para ganar. Había obtenido 10,57. Era un resultado demasiado justo, insuficiente para darle la legitimidad que necesitaba en medio de las protestas que se expandían por el país y la presión de los opositores internos y externos, encabezados por la Organización de Estados Americanos (OEA), que jugó un papel central en el conflicto.
El golpe de Estado
Acosado por una insurrección policial, bloqueos, protestas masivas y presiones de las Fuerzas Armadas, Morales convocó el 10 de noviembre a nuevas elecciones, tal y como pedía la oposición, pero al mismo tiempo la OEA publicó un informe en el que denunciaba supuestas irregularidades que, meses después, fueron puestas en duda por diferentes informes independientes.
En medio de un imparable clima de violencia política, Morales fue forzado a renunciar ese mismo día. Terminó así un gobierno que había durado 13 años y nueve meses, el periodo de mayor prosperidad económica y combate a la pobreza en la historia de Bolivia.
Gracias a un operativo sin precedentes organizado por México, Morales pudo refugiarse en la Ciudad de México. Ahí permaneció hasta diciembre, cuando tras la toma de posesión de Alberto Fernández en Argentina, pudo viajar a Buenos Aires, donde permanece asilado hasta ahora.
Desde la capital argentina, Morales reagrupó al MAS, en enero impulsó la candidatura presidencial de Arce Catacora, su exministro de Economía, y anunció su propia candidatura al Senado, pero meses después las autoridades electorales de Bolivia lo inhabilitaron porque, al estar viviendo en el extranjero, no cumplía el requisito de tener una residencia mínima de dos años para postularse. El expresidente denunció una proscripción.
El 12 de noviembre, apenas dos días después de que Morales fuera depuesto, la senadora ultraderechista Jeanine Áñez se autoproclamó como presidenta y prometió que sólo permanecería durante unas semanas en el cargo, mientras se realizaban las elecciones en las que aseguró que no se postularía.
Pero incumplió. A principios de año lanzó una candidatura a la que tuvo que renunciar en septiembre debido a la escasa intención de voto que le anticipaban las encuestas. Siempre reiteró que la meta era evitar a toda costa el regreso del MAS al poder. Por eso trató de evitar a toda costa el registro de Arce, sobre todo a través de denuncias judiciales.
Las represiones y persecuciones a militantes del MAS fueron cotidianas durante el gobierno de Áñez, el cual quedará marcado por las masacres registradas en las localidades de Sacaba y Senkata durante los primeros días posteriores a su asunción y en las que fueron asesinadas 36 personas.
La campaña
El 19 de enero, de manera inédita para la historia de Bolivia, Luis Arce fue elegido abanderado presidencial del MAS en un encuentro partidario realizado en Buenos Aires. La fórmula la completó David Choquehuanca como candidato a la Vicepresidencia.
Así, el exministro de Economía y el excanciller de Evo Morales se lanzaron al reto de recuperar la confianza de la ciudadanía en el partido que había gobernado Bolivia casi 14 años.
En principio, el Tribunal Supremo Electoral fijó las nuevas elecciones para el 3 de mayo. La intención era que el país recuperara lo más pronto posible la normalidad democrática, pero la pandemia de coronavirus obligó a postergar la fecha por dos semanas, hasta el 17 de mayo.
A lo largo del año, la dictadura de Áñez y sus aliados en el exterior consolidaron una narrativa que demonizó a Morales y al MAS y que aseguraba que ya no tenía el apoyo mayoritario de la población y que bastaba que la oposición se uniera para que el «voto útil» venciera y eliminara a la izquierda. Esa lectura no tomó en cuenta la sólida base social que el masismo construyó desde la década pasada y que Arce fortaleció a lo largo de la campaña, en sus recorridos por todo el país.
Al intensificarse la crisis sanitaria, los comicios se pospusieron hasta el 6 de septiembre. Mientras tanto, la presidenta de facto trataba de postergarlos lo más posible con la esperanza de que la mayoritaria intención de voto al MAS que predecían las encuestas se desplomara entre más tiempo transcurriera. De todas formas, la interpretación generalizada era que Arce había llegado a un techo de votos que no superaba el 45 % y que lo más probable es que tuviera que enfrentar una segunda vuelta contra Mesa en la que este finalmente ganaría la Presidencia.
A diferencia de sus oponentes, el MAS quería que las elecciones ya se concretaran, por lo que aceptó una nueva fecha, el 18 de octubre, con la condición de que fuera inamovible.
Así ocurrió. Y los resultados superaron las previsiones más optimistas del masismo, que ni siquiera necesitó una segunda vuelta para regresar al poder y que no solo ganó la Presidencia, sino que también obtuvo mayoría en el Parlamento.
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¡De líderes a segundones! Así fue el desastroso fin de semana que tuvo el Madrid de Alonso
El Real Madrid tuvo un desastroso finde semana donde pasaron de ser líderes en solitario ¡a segundones por detrás del Barcelona!
Los de Xabi Alonso perdieron importantes puntos ante el Girona, un club que ahora mismo lucha por salir de los puestos del descenso.
Con un empate agónico, el Madrid, al menos, logró rescatar un punto que evitó que amanecieran este lunes en el tercer puesto, algo que hubiese complicado más su situación.
De por sí, las habilidades de Xabi como entrenador ya estaban en duda y, tras no lograr encontrar soluciones ante uno de los colistas de LaLiga, su posición se puso más en duda y los más radicales ya comienzan a pedir su destitución.
Por ahora, a pesar de todo, Xabi sigue gozando del apoyo de Florentino, pero si las cosas siguen así pronto esa realidad podría cambiar.
Así están los primeros puestos de la tabla:
Barcelona 34 puntos
Real Madrid 33 puntos
Villareal 32 puntos
Atlético 31 puntos
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El derechista Nasry Asfura encabeza el recuento en las elecciones en Honduras
Honduras cuenta los votos tras las elecciones celebradas este domingo, y Nasry Asfura, candidato del Partido Nacional Conservador, encabeza de momento el recuento.
Con el 44,23 % escrutado, Asfura logra el 40,39 %; el candidato del Partido Liberal, Salvador Nasralla, va en segundo lugar con el 39,20 %; y Rixi Moncada, del partido en el poder, LIBRE, obtendría un 19,42 %.
De confirmarse esta tendencia, supondría un giro a la derecha en Honduras. Los líderes de LIBRE han pedido a sus seguidores que se mantengan «en pie de lucha» hasta completarse el escrutinio.
María Antonieta Mejía, candidata a vicepresidenta del Partido Nacional Conservador, ha advertido que «esto no se termina hasta que se cuente el último voto». «Con la ayuda de Dios y del pueblo hondureño vamos a ganar este proceso electoral», ha añadido.
El candidato que gane la mayoría simple gobernará entre 2026 y 2030.
Las elecciones del domingo, en las que se elegían 128 miembros del Congreso y miles de otros representantes en las administraciones locales, se celebró entre acusaciones de fraude. Moncada advirtió que podía no reconocer los resultados finales.
La Organización de Estados Americanos (OEA), ha expresado su preocupación por el proceso, y ha pedido a la presidenta saliente, Xiomara Castro, que se celebre sin intimidación y de manera transparente.
El domingo, algunos votantes y observadores electorales denunciaron que algunos colegios se habían cerrado con votantes aún en las colas. El Consejo Nacional Electoral extendió el horario de votación hasta las seis de la tarde y autorizó a los colegios a decidir si seguían abiertos una hora más.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha inmiscuido en las elecciones hondureñas advirtiendo de que Asfura es su candidato y de que el país solo puede esperar recibir dinero de EE.UU. si él gana. También ha indultado al expresidente hondureño Juan Orlando Hernandez, también del Partido Nacional, condenado en EE.UU. por narcotráfico.
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Candidato favorito de Trump encabeza presidenciales de Honduras, según resultados parciales
El candidato derechista Nasry Asfura, favorito del presidente Donald Trump, encabeza las elecciones presidenciales de Honduras con 40,6% de los votos según resultado preliminares con más de un tercio de las actas escrutadas, indicó este domingo el órgano electoral.
Asfura, exalcalde de 67 años, aventaja por 1,8 puntos al también candidato derechista Salvador Nasralla, según el 34,25 % de las actas electorales, dijo el Consejo Nacional Electoral. La candidata izquierdista Rixi Moncada aparece tercera a más de 20 puntos de distancia.
A poco menos de dos puntos le sigue el también candidato derechista Salvador Nasralla, de 72 años. La abogada izquierdista Rixi Moncada, de de 60 años y que representa al gobernante partido Libre, aparece tercera a más de 20 puntos de distancia.
«Estoy muy optimista de que en las próximas horas (ese resultado) va a cambiar», afirmó Nasralla, del Partido Liberal.
En víspera de los comicios, Trump amenazó con recortar la ayuda al país centroamericano si no gana Asfura, del Partido Nacional (PN).
Moncada, quien había dicho que no reconocería los resultados preliminares, pidió la noche de este domingo en un mensaje en X a sus seguidores mantenerse «en pie de lucha» hasta que finalice el conteo de todas las actas de votación, lo que puede llevar días.
En las elecciones de este país con historial de fraudes y golpes de Estado, los hondureños debían decidir si renuevan o no la confianza en su primer gobierno de izquierda o sigue los pasos de Bolivia y Argentina, cuyo presidente Javier Milei también respaldó a Asfura.
«Que (el ganador) trate de pensar en el país lejos de sus propios beneficios y (…) tenga una mira más allá del país que una bolsa de dinero que saquear», declaró a la AFP Michelle Pineda, comerciante de 38 años.
Casi 6,5 millones de hondureños estaban llamados a elegir al relevo de Xiomara Castro en una sola vuelta, así como diputados y alcaldes por cuatro años. La autoridad electoral aún no dio cifra de participación.
Tras una campaña con denuncias anticipadas de fraude, la jornada se desarrolló en un «ambiente democrático», según la misión de observadores de la OEA. Estados Unidos dijo este domingo seguir «de cerca» los comicios.
Asfura busca la presidencia por segunda vez tras perder en 2021 contra Castro, y Nasralla por tercera ocasión.








