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Cuatro hombres explican por qué pagan por sexo

Desde hace mucho tiempo se sabe que hay lugares que ofrecen servicios sexuales y que en su mayoría son los hombres los que frecuentemente los visitan, conozcamos cuáles son las razanos que inducen a pagar por sexo.
«Los hombres lo tenemos mucho más difícil para tener sexo”, “puedo aprender mucho del sexo y de la vida”, “es para echar un polvo ”, “ era útil cuando tenia crisis con mi masculinidad, estaba mal con mi pareja o con mi trabajo ”, son las opiniones de cuatro hombres españoles que sin tapujos hablan del tema.
Según un informe de la Asociación de Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituída (APRAMP), el 39%de los hombres españoles han pagado por sexo alguna vez (así que probablemente alguien cerca de ti también). Más allá de la moral y del debate de si se debería regular o abolir la prostitución, hemos querido saber qué lleva a alguien a contratar servicios sexuales, cómo vive la experiencia y por qué, de acuerdo con varias organizaciones, el 99%de clientes son hombres.
Echar un polvo
La primera vez que Sergio (nombre ficticio) fue de putas a los 15 años lo hizo por curiosidad, y la segunda porque le pagaron el servicio. “Tenía 18 años y no sabía si volvería a tener una oportunidad así”, dice al hablar de una experiencia de la que ya han pasado ocho años y que ha repetido varias veces porque asegura que «las mujeres pueden tener relaciones cuando quieren, pero los hombres no».
José López Riopedre, sociólogo y autor del estudiouna aproximación etnográfica a la prostitución, nos advierte de que no hay que generalizar ni estereotipar al cliente de la prostitución, porque cada uno puede buscar algo distinto, desde hacer realidad fantasías sexuales hasta tener compañía para consumir drogas e incluso suplir una falta de afecto.
Sin embargo, el experto nos deja claro que la industria del sexo, como muchas otras, es fruto de las estructuras sociales consolidadas, y la desigualdad de género es una de ellas.
Aprender del sexo y la vida
Carlos (nombre ficticio), de 49 años, hace tiempo que va de putas por distintas razones, especialmente «porque son mujeres experimentadas de las que aprendo mucho sobre sexo y otras cuestiones de la vida». Un rato durante el cual las trata como “a cualquier otra mujer”, con la única diferencia de que ambos saben que quedan para “tener un encuentro sexual sin ataduras”.
Asegura que siempre pactan previamente lo que harán y que no dejan nada al azar, que ellas tienen el control y deciden qué van a hacer y qué van a aceptar. Así que lejos de considerarlas víctimas, para Carlos las prostitutas son “mujeres adultas que han sabido darle un vuelco a sus vidas y saben lo que hacen y por qué lo hacen”. Carlos podría ser un perfil de cliente ‘amigo’. Este tipo de cliente es amable y empatiza con las chicas de forma individual, pero no llega a politizar ni a cuestionar la industria en sí.
En lo que sí se posiciona Carlos es en la necesidad de asegurar los derechos laborales de las trabajadoras de sexo.
Más necesidad de tener sexo que las mujeres
Luis (nombre ficticio) era adolescente cuando sus primos y colegas lo llevaron de putas. Salían de fiesta y ellos, “que son muy puteros”, dice, se vinieron arriba e insistieron. Ahora, con 28 años, califica su experiencia con las prostitutas de “muy normal”, sin darle más vueltas. Pero tampoco lo recuerda como algo bonito, sino más bien muy frío y sucio.
Además la situación se hizo aún más incómoda cuando se fijó en las caras de las prostitutas cuando las pusieron en fila para que las escogieran. «Te dicen su nombre y te sonríen, pero yo veía que estaban tristes. Es feo«, recuerda.
Una masculinidad impuesta .
Marcos (nombre ficticio) tiene 39 años y empezó yendo con amigos a un local de vez en cuando. Más adelante pasó a quedar él solo con prostitutas en pisos, sobre todo cuando tenía malas rachas y sentía que había fracasado en el trabajo o con su pareja.
Siempre fue amable con las chicas, dice, pero en retrospectiva se ha dado cuenta de que no iba tanto por el encuentro sexual como por estatus, porque al acceder a un servicio generalmente reservado a los hombres, reafirmaba su «masculinidad». Una visión que se refleja en la teoría de Águeda del consumo de sexo como un acto expresivo, más que de placer, para mostrar el sentido hegemónico de la masculinidad este caso representada por el hombre ‘vividor follador’, más que por un erotismo hipersatisfactorio.
Para la socióloga, “esta construcción de la masculinidad no solo trae machismo, sino que no beneficia a nadie: para los hombres también llega a ser agotador comportarse como la sociedad espera de ellos”.
Una visión que contrasta con el resto de testimonios y demuestra que no hay un solo perfil de hombre que paga por sexo y que las motivaciones para pagar por sexo van desde el placer hasta la compañía, pasando por el poder y la reafirmación de una masculinidad construida. Pero le pese a quien le pese, los expertos coinciden en que las estructuras sociales que han llevado a que la industria de la prostitución esté dominada por los hombres sí son la desigualdad de género y el machismo. Es importante aclarar que aceptar que el origen y la forma de la industria de la prostitución se nutren de la injusticia no significa estar necesariamente a favor de su abolición.
Una cosa es que el patriarcado sea el responsable de que la mayor parte de clientes sean hombres y la otra que una mujer no pueda hacer lo que quiera con su cuerpo.
Internacionales
Taekwondista agrede a su pareja y le lanza amenazas: “Si no estás conmigo, no estás con nadie”

Una mujer, identificada como practicante de taekwondo, es buscada por las autoridades en Santiago del Estero, Argentina, luego de haber agredido físicamente a su pareja durante una discusión ocurrida el pasado viernes, según reportó La Voz de Argentina.
De acuerdo con el testimonio de la víctima, la agresora llegó a su domicilio bajo el pretexto de devolverle un pantalón deportivo. No obstante, una vez dentro, aseguró la puerta con llave y comenzó una discusión que escaló rápidamente de los insultos a la violencia física.
La mujer, presuntamente fuera de control, propinó patadas y rodillazos a su pareja, quien intentó defenderse sin éxito. Además de la agresión, el hombre denunció que recibió amenazas de muerte por parte de la atacante.
“Si no estás conmigo, no estás con nadie. Te voy a prender fuego”, habría dicho la mujer, según consta en la denuncia interpuesta por la víctima ante la Policía.
Varios testigos aseguraron estar consternados por lo ocurrido. Las autoridades ya se encuentran en la búsqueda de la sospechosa, mientras se continúa el proceso de investigación para esclarecer el caso.
Internacionales
El Vaticano instala chimenea en la Capilla Sixtina en preparación para el cónclave

El Vaticano instaló el viernes la chimenea que anunciará desde la Capilla Sixtina que los cardenales de la Iglesia católica eligieron al sucesor de Francisco.
Unos cuatro o cinco bomberos de la Santa Sede subieron al hastial del tejado del majestuoso edificio para colocar el humero: un cilindro marrón estrecho en la parte delantera.
Los trabajos pasaron desapercibidos para los muchos turistas presentes en la plaza de San Pedro.
Pero a partir del próximo miércoles, millones pondrán su mirada en esa chimenea.
Un total de 133 cardenales se encerrarán desde el miércoles bajo los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina para votar al nuevo líder de 1.400 millones de católicos.
Los cardenales quemarán en una estufa las papeletas de la votación para anunciar al mundo el resultado.
Si un papa es electo, el humo es blanco y querrá decir que «Habemus papam».
Mientras no haya un consenso, se queman cada dos sesiones de votación con una sustancia especial que emana humo negro por la chimenea.
Los llamados «príncipes de la Iglesia» celebrarán cuatro votaciones al día: dos por la mañana y dos por la tarde.
El cónclave es una reunión que se remonta a la Edad Media, cuando la idea de elegir a un soberano era una idea revolucionaria.
Las notas tomadas por los cardenales también se queman en la estufa.
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Los lugares clave del cónclave

BASÍLICA DE SAN PEDRO:
Bajo las molduras doradas y los mármoles preciosos de esta basílica se reúnen los cardenales para celebrar la misa que da pie al proceso de elección del papa.
Después del oficio, los cardenales electores se trasladan en procesión hasta la Capilla Sixtina, cantando «Veni Creator».
En la basílica de San Pedro también termina oficialmente el cónclave, con la proclamación del nuevo papa («habemus papam») desde el balcón de la logia del templo.
Se trata de la iglesia más grande del mundo, con una superficie de 2.3 hectáreas, obra de arquitectos como Bramante, Miguel Ángel y Bernini, que se construyó entre 1506 y 1626.
RESIDENCIA DE SANTA MARTA:
Los cardenales electores se alojan en la residencia de Santa Marta, justo detrás de la basílica. Esta residencia incluye una capilla, cada cardenal tiene una habitación y servicios propios de un establecimiento hotelero (comidas y lavandería).
Cada mañana, los cardenales abandonan la residencia y van a pie o en minibús hasta la Capilla Sixtina, a 500 metros.
En general, los dormitorios tienen una cama individual con un crucifijo encima del cabecero. La mayoría son suites con una habitación aledaña, equipada con un escritorio y un teléfono conectado únicamente a la red interna.
No todas las habitaciones son igual de cómodas y se reparten por sorteo.
CAPILLA PAULINA:
Después de ser elegido, y antes de entrar en la logia de San Pedro para su primera aparición pública, el nuevo papa reza una oración breve, personal y en silencio, frente al Santo Sacramento.
Construida en 1537 por el arquitecto Antonio da Sangallo el Joven a petición del papa Pablo III, esta capilla está situada cerca de la Capilla Sixtina y de la basílica de San Pedro.
CAPILLA SIXTINA:
Durante el cónclave, los cardenales se sientan en sillas de madera de cerezo con su nombre grabado, frente a unas mesas cubiertas con manteles beige y granate.
Al fondo se halla una urna con la tapa adornada con dos figuras que representan corderos, en la que se depositan las papeletas de voto.
En el centro hay un atril con un Evangelio abierto, ante el cual los cardenales juran mantener el secreto de cuanto allí se diga. La capilla cuenta con dos estufas conectadas a la misma chimenea, de la que sale la única indicación de lo que ocurre en el interior.
En una estufa, la más antigua, se queman las papeletas de votación y las notas de los cardenales. La otra, más moderna, sirve para anunciar el resultado de la votación.
De esta última, con ayuda de productos químicos, sale humo negro (si los cardenales no llegan a un acuerdo) o blanco, cuando se ha elegido a un nuevo papa.
SALA DE LAS LÁGRIMAS:
Al fondo de la Capilla Sixtina hay una puerta que comunica con una pequeña habitación de 9 m², permanentemente cerrada al público.
Es la llamada Sala de las Lágrimas, donde cada nuevo papa, tras ser elegido, entra en compañía del cardenal camarlengo (a cargo de los asuntos del Vaticano durante la transición entre dos papados) y del maestro de ceremonias litúrgicas para, según la tradición, romper en llanto ante la magnitud de la tarea que le espera y vestir su primera sotana blanca, con la que será presentado al mundo.
RESTRICCIONES:
1.Todo el personal que trabaja en los lugares del cónclave, como conductores, cocineros, recepcionistas, limpiadores, enfermeros o médicos, también prometen guardar silencio, en una ceremonia solemne.
2.Una norma rige de forma inalterable durante el cónclave: desde el momento en que este empieza, los cardenales juran mantener todo lo ocurrido en secreto, so pena de excomunión. Cualquier contacto con el exterior, ya sea a través de teléfonos, internet o de los periódicos, está estrictamente prohibido, salvo en casos muy excepcionales.
3.Todos los lugares en los que viven y trabajan los cardenales están cubiertos por dispositivos de interferencia que impiden el uso de celulares y tabletas. Además, mientras los cardenales van a pie desde la residencia de Santa Marta hasta la Capilla Sixtina, se interrumpe la circulación de vehículos y peatones para evitar cualquier contacto.