Internacionales
Un hombre evadió la seguridad en aeropuerto de Montana e intentó secuestrar un vuelo de Alaska Airlines
El pasado 22 de octubre, un hombre, identificado como Justin Reed Seymour, fue arrestado tras violar la seguridad en el Aeropuerto Internacional de Missoula. De acuerdo con Fox News, el acusado logró evadir la seguridad y entrar en un avión de Alaska Airlines, provocando una situación de alarma.
ABC News reportó que Seymour logró evadir el puesto de control de la TSA antes de correr por el puente de embarque hacia un avión que acababa de aterrizar. El director del aeropuerto, Brian Ellestad, explicó que un oficial persiguió al sujeto después de la acción ilegal. “Un policía lo detuvo en la parte delantera del avión y lo llevó bajo custodia”, dijo el directivo al medio.
Los documentos judiciales detallan que, durante el incidente, el hombre empujó a un trabajador hasta el suelo y agredió a dos asistentes de vuelo cuando intentaron impedir su avance. Fox News resaltó que una de las azafatas fue empujada contra la puerta de la cabina, mientras que otro empleado de la aerolínea sufrió daños en los dedos al intentar girar el cerrojo de la puerta de la cabina para asegurarla.
Según las fuentes de Fox News, Seymour declaró a la policía que “tenía que llegar a Estonia” y aseguró que “gente mala” le había dado instrucciones para tomar el avión.
“Todo lo que tenía que hacer era volar el avión, pero no lo hice… Pensé que iba a poder hacerlo”, declaró el infractor. ABC News también mencionó que el altercado no pasó desapercibido para los pasajeros y personal del aeropuerto, pues los agentes de seguridad de la TSA fueron escuchados gritando y exigiendo la detención del sospechoso, cuando se dirigía hacia el vuelo 697 de Alaska Airlines, un avión Boeing 737.
El detenido ahora enfrenta varios cargos importantes, pues la Fiscalía del Condado aseguró que ha sido acusado de robo, allanamiento grave y provocar daños corporales a funcionarios de transporte. Estos delitos le podrían llevar a recibir penas de hasta 40 años en prisión, además de multas por 50.000 dólares.
Actualmente, Seymour está detenido en el Centro Penitenciario del Condado de Missoula con una fianza fijada en 500.000 dólares. Este incidente resaltó las preocupaciones persistentes sobre la seguridad en los aeropuertos y la capacidad de las autoridades para prevenir intrusiones tan serias en áreas restringidas.
La respuesta rápida de las fuerzas de seguridad evitó un incidente potencialmente peor en el aire, aunque el caso genera interrogantes sobre cómo un individuo pudo haber llegado tan lejos en el sistema de seguridad aeroportuaria.
ABC News destacó la importancia de este tipo de incidentes, diseminando las medidas futuras respecto a la mejor gestión del control de seguridad dentro de las instalaciones aeroportuarias para salvaguardar tanto a los pasajeros como a la tripulación, y la importancia que los operativos de seguridad como la TSA permanezcan alerta y actualizados frente a emergencias inesperadas. Este caso sigue en desarrollo, a la espera de mayores detalles y la revisión completa de los procedimientos internos post-ataque de seguridad.
En 2024, Alaska Airlines ha enfrentado varios incidentes y desafíos operativos. El 5 de enero, durante el vuelo 1282 de Alaska Airlines, un panel que cubría una salida de emergencia no utilizada en un Boeing 737 MAX 9 se desprendió en pleno vuelo, causando una despresurización y obligando a un aterrizaje de emergencia en Portland, Oregón. No se reportaron heridos, pero el incidente llevó a la Administración Federal de Aviación (FAA) a ordenar inspecciones de emergencia en aviones similares.
Durante las inspecciones posteriores al incidente de enero, tanto Alaska Airlines como United Airlines encontraron componentes sueltos en algunos de sus aviones Boeing 737 MAX 9, lo que generó preocupaciones adicionales sobre la seguridad y la calidad de fabricación de estos modelos.
En abril, Reuters señaló que la aerolínea experimentó problemas técnicos que llevaron a la paralización temporal de sus vuelos en Estados Unidos. Una actualización del sistema que calcula el peso y el equilibrio de las aeronaves causó retrasos significativos en las operaciones.
En septiembre, el vuelo 810 de Alaska Air, que viajaba de Lihue, Hawái, a Seattle, se desvió a Honolulu después de que se detectara un olor extraño en la cabina. Cuatro asistentes de vuelo fueron hospitalizados, aunque ninguno de los 119 pasajeros resultó afectado. El origen del olor no fue identificado, señaló New York Post.
Internacionales
Continúa la búsqueda de más víctimas por las inundaciones en Valencia
Los rescatistas continúan este lunes buscando más víctimas en estacionamientos subterráneos en Valencia, seis días después de unas inundaciones que dejaron al menos 217 muertos en España.
Un día después de una jornada caótica en la que los reyes de España y el presidente del gobierno fueron recibidos con insultos y bolas de barro por una población desesperada e iracunda en una de las localidades afectadas en la región de Valencia, la prioridad sigue siendo la localización de los desaparecidos y la identificación de los cadáveres.
El último balance elevó a 217 las personas fallecidas por las torrenciales lluvias que provocaron riadas de lodo el martes pasado, la casi totalidad de ellas (213) en Valencia, en el este, a las que se unen tres en la vecina Castilla-La Mancha y uno en Andalucía.
Las autoridades advierten que el número de víctimas seguirá aumentando, toda vez que sigue habiendo muchos desaparecidos.
«Una incógnita terrible»
Una de las mayores preocupaciones es el estacionamiento subterráneo de Bonaire, el centro comercial de Aldaia, una localidad de 31.000 habitantes en las afueras de Valencia.
Casi la mitad de los 5.700 puestos de estacionamiento se encuentran en el sótano, totalmente inundado.
Imágenes difundidas por televisión y en redes sociales muestran la rampa de acceso al garaje subterráneo llena de agua con lodo, sobre la que flotan numerosos escombros.
Las escaleras mecánicas en el interior del centro comercial también quedaron completamente sumergidas.
«Ahora mismo el centro comercial está devastado en la parte superior. Y la parte inferior es una incógnita terrible. No tenemos la certeza de lo que vamos a encontrar», afirmó a la televisión pública TVE el alcalde de Aldaia, Guillermo Luján.
«Queremos tener la prudencia, pero (…) puede ser desolador», señaló.
En los últimos días, los militares, que participan en el rescate, han instalado numerosas bombas para achicar el agua. Los buzos lograron entrar en el estacionamiento, pero hasta el momento no han hallado cuerpos.
En las localidades más afectadas por las inundaciones, la población muestra angustia e irritación, con calles todavía bloqueadas por pilas de automóviles o muebles que arrastró la corriente y zonas aún sin electricidad ni señal telefónica.
«Nací aquí, y lo he perdido todo», dijo a la AFP con la voz quebrada Teresa Gisbert, una mujer de 62 años en Sedaví, una localidad de 10.000 habitantes al sur de la ciudad de Valencia.
En su vivienda, una línea oscura a más de un metro de altura recuerda hasta dónde trepó el agua el martes.
«Decían ‘alarma por agua’, pero tenían que haber dicho que era una riada», lamenta esta mujer, quien como muchas otras personas se quejan de la tardanza en las alertas lanzadas a la población el día de la catástrofe.
Día de furia
La rabia quedó plenamente visible el domingo, cuando los reyes de España, Felipe VI y Letizia, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez y el jefe del gobierno de la región de Valencia, Carlos Mazón, fueron recibidos con gritos de «asesinos» y lanzamiento de bolas de barro, palos y otros objetos en Paiporta, un municipio valenciano duramente golpeado.
En medio de la tensión, Sánchez fue evacuado y Mazón se retiró poco después, pero los reyes, con la ropa y el rostro manchado de barro, se quedaron un rato intentando dialogar con la gente, protegidos por sus guardaespaldas que fueron zarandeados constantemente.
Finalmente se retiraron del lugar y cancelaron la visita a otra localidad dañada.
El ministro de Transportes, Óscar Puente, reconoció al canal La Sexta que fue «un error» haber organizado esta visita sin tener en cuenta «la indignación que se iba a encontrar la comitiva», cuando todavía Paiporta, donde murieron al menos 70 personas, busca desaparecidos y sigue empeñada en limpiar sus calles.
Debido al mal estado de las carreteras y al día lluvioso, las autoridades mantuvieron este lunes las restricciones de circulación en varias vías de la región de Valencia, donde los colegios permanecerán cerrados.
En el área metropolitana de Barcelona, en Cataluña, se suspendió el tráfico de trenes de cercanías y se creó un comité de crisis en el aeropuerto de Barcelona, donde una quincena de vuelos fueron desviados debido a las fuertes lluvias, según informaron las autoridades.
Internacionales
Paiporta recibe con reclamos la visita de los reyes y del presidente
Con expresiones de reclamo e indignación fueron recibidos a su llegada a Paiporta, considerada la zona cero de la tragedia en Valencia, los reyes de España, Letizia y Felipe VI, y los presidentes del gobierno federal y la Generalitat Valenciana, Pedro Sánchez y Carlos Mazón, respectivamente.
Tras los insultos llegaron las agresiones hacia la comitiva, dirigidas principalmente hacia Sánchez y Mazón, que fueron blanco de lanzamiento de lodo, piedras y palos, quienes decidieron retirarse de la zona sin culminar el recorrido.
El presidente Sánchez incluso se llevó un golpe en la espalda de un palo lanzado por uno de los habitantes, que también atacaron con piedras y causaron daños a vehículos de la comitiva en los que evacuaron al mandatario.
En muchos videos que circularon en redes sociales se pudo apreciar el descontento y los reclamos de la gente por la llegada de la comitiva, debido a la tardanza en recibir la alerta por la tragedia y por el lento apoyo para reconstruir la ciudad, además de los pocos recursos recibidos del Gobierno.
Solamente los reyes Felipe VI y Letizia permanecieron en la zona, pese a la tensa situación, conversando con los residentes y solidarizándose por la situación que están pasando.
La reina Letizia no ha podido contener las lágrimas ante la desolación de los vecinos de Paiporta y el recibimiento a la comitiva real en su llegada al pueblo. En un momento, la reina se ha apartado para abrazar a una mujer que lloraba desconsoladamente y para hablar con algunos vecinos que le recordaban que todo lo sucedido «no es por vosotros».
El canal de la Casa Real en redes sociales difundió un video tras la protesta, en el que se ve al rey y a la reina abrazando a residentes consternados. Un hombre cayó llorando en brazos del rey y en otra imagen se ve al monarca abrazando a dos mujeres que lloran y también se pudo captar en video un momento en el que Felipe pide perdón a los afectados.
La oficina de Sánchez dijo en un comunicado que el presidente del Gobierno había sido trasladado siguiendo el protocolo de seguridad, mientras que Mazón, en una publicación en X, escribió que entendía el enfado de la gente.
«Entiendo la indignación social y, por supuesto, me quedo a recibirla. Es mi obligación política y moral. La actitud del rey esta mañana ha sido ejemplar», escribió Mazón.
Sánchez respondió al enojo y la frustración por la lenta respuesta de las autoridades, admitiendo que «no es suficiente».
«Lo sé. Sé que hay graves problemas y carencias, que todavía hay servicios colapsados, municipios sepultados por el barro, gente desesperada buscando a sus familiares, personas que no pueden acceder a sus casas, viviendas destruidas y sepultadas por el barro. Sé que tenemos que hacerlo mejor», agregó.
Los afectados demandan más militares para retirar las toneladas de lodo y recuperar cadáveres de sus allegados.
Internacionales
Presidente Pedro Sánchez, llama marginales a las personas que le atacaron en Valencia
El presidente de España Pedro Sánchez ha generado polémica tras las declaraciones emitidas en el que calificó de marginales a los ciudadanos de Valencia quienes atacaron su vehículo y a su comitiva en su llegada.
El mandatario español dijo que ante los ataques recibidos no se van a detener y que van a seguir trabajando para los demás españoles que están afectados y que necesitan el apoyo del estado.
Esta declaración se produjo tras una dura recepción, donde Sánchez fue abucheado e insultado por la población, que exige mayor apoyo y compromiso tras el desastre en la región.
La indignación de los habitantes refleja una creciente frustración por la falta de atención a sus necesidades.