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La dura infancia de Novak Djokovic entre la guerra y la pobreza: por qué lo consideran “un elegido de Dios”

Novak Djokovic vivió una tortuosa infancia en Serbia entre el asedio de la guerra y la pobreza. A pesar de las complicaciones, nunca abandonó su sueño de ser tenista. Por el contrario, aprovechó ese calvario para formar una mentalidad ganadora, un espíritu luchador y una ambición incansable que le sirvieron para convertirse en uno de los deportistas más importantes de la historia.
Nació el 22 de mayo de 1987 en Belgrado, cuando la República Federativa Socialista de Yugoslavia estaba en plena desintegración a causa de las guerras yugoslavas. No obstante, logró sobreponerse al contexto y se aferró a la raqueta para triunfar en su carrera. A sus 36 años, es, junto a Rafael Nadal, el máximo ganador de Grand Slam, con 22 títulos: diez Abierto de Australia, siete Wimbledon, tres US Open y dos Roland Garros.
“Novak no ha sido como los demás niños desde pequeño. Siempre fue diferente, era más maduro. Le gustaba jugar pero su atención era distinta. Ni en mis mejores sueños imaginaba que fuese un campeón a nivel mundial”, recordó su madre, Dijana Djokovic, en una entrevista con el medio serbio Blic.
Al margen de su personalidad diferente a la de los demás chicos, Novak sufrió durante su infancia la pobreza. “Cuando te levantas por la mañana y no tienes nada para comprar pan o las cosas más básicas para los niños, duele. Estás desesperado porque no sabes cómo resolver algunas cosas”, contó Dijana.
En ese contexto, el padre de Novak pidió prestado dinero a mucha gente que “hacía negocios ilegales”. Claro está, tenía que devolverlo con intereses. Para poder hacerlo, tuvo que endeudarse con otras personas. De esa manera, entró en un círculo vicioso sin fin, en el que siempre le debía plata a alguien.
Además, habló con muchísimos empresarios para convencerlos de que invirtieran dinero en su hijo, a quien le pronosticaba un futuro brillante en el tenis. Sin embargo, ninguno quería firmar un contrato. “Probablemente hoy estarían ganando millones”, comentó la madre de Novak.
No solo el aspecto económico fue un obstáculo en su infancia. También influyó mucho el hecho de que Serbia formó parte de las guerras yugoslavas, una serie de conflictos bélicos que se desarrollaron en el territorio de la antigua Yugoslavia desde 1991 hasta 2001.
“Vengo de Serbia en los años 90 y allí he vivido dos guerras y un embargo durante seis años. Cuando era niño en Serbia, cada mañana a las cinco de la madrugada nos tocaba esperar en la cola para coger pan y leche a mi abuelo y a cientos de personas, así que poníamos el pan en la mesa para una familia de 5 o 6 miembros para comer cada día. Sé lo que se siente”, destacó Novak.
Además, contó que su familia prácticamente vivía en el sótano de la casa de su abuelo. Allí pasaba los días con sus padres, tíos y hermanos. “Nos despertábamos todas las noches a las 2 o 3 de la madrugada durante dos meses y medio por los ataques”, recordó sobre los bombardeos que la OTAN lanzó sobre Belgrano entre marzo y junio de 1999.
La religión ocupa un lugar muy importante no sólo en la vida de Nole, sino también de toda su familia. Sin ir más lejos, su mamá cree que la ayuda de Dios fue lo que permitió que su hijo le ganara la final de Wimbledon 2019 a Roger Federer, que había tenido dos match points.
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“En el momento en el que Federer tenía dos bolas de partido, cogí mi cruz del río Don, el amuleto que me salva en momentos difíciles, y me dije: ‘Nole, puedes hacerlo, ya lo hiciste dos veces, puedes hacerlo una tercera’, y lo hizo. Dios le salvó. Siempre llevo la cruz y soy creyente. Novak también lo es, cree en Dios y creo que es su elegido. Reza por la mañana, por la tarde o cuando lo necesita”, remarcó Dijana.
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Lesión de ligamento cruzado: claves para proteger a las futbolistas

En los Países Bajos, la joven Esmee Stuut, de 15 años y delantera del FC Groningen, participa en un innovador estudio que busca entender por qué las lesiones de ligamento cruzado afectan con mayor frecuencia a las futbolistas mujeres.
El fútbol femenino crece rápidamente en el país europeo, que cuenta con más de 175,000 jugadoras registradas y ha cosechado éxitos internacionales, como la Eurocopa 2017 y la final del Mundial 2019.
Durante sus entrenamientos, Esmee realiza ejercicios controlados que permiten a los investigadores analizar sus movimientos para identificar patrones que aumentan el riesgo de lesión. Pero el estudio no se limita al aspecto físico: también evalúa el impacto de factores psicosociales como el estrés, la fatiga o problemas personales, que pueden elevar la probabilidad de sufrir estas graves lesiones.
Anne Benjaminse, profesora de la Universidad de Groningen y líder del proyecto en colaboración con la UEFA y la Federación Holandesa de Fútbol, explica que las chicas tienen entre cuatro y ocho veces más riesgo de lesionarse que los chicos a partir de la pubertad. La combinación de diferencias físicas, cambios hormonales y factores mentales genera un escenario de mayor vulnerabilidad.
El programa incluye cuestionarios semanales en línea para monitorear el estado emocional de las jugadoras entre 12 y 21 años, con el fin de incorporar la salud mental como parte clave de la prevención, junto al entrenamiento físico y la nutrición.
Henderika Kingma, entrenadora de Esmee, destaca la importancia del estudio para concienciar a las jóvenes y evitar lesiones que pueden afectar sus carreras deportivas. Sin embargo, Benjaminse reconoce que en algunos casos la lesión puede ser simplemente cuestión de mala suerte.
Este enfoque integral busca reducir el impacto de una lesión que suele requerir cirugía y meses de rehabilitación, ayudando a proteger la salud y futuro de las futbolistas en crecimiento.
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Messi vs PSG: el esperado reencuentro que marcará su nueva etapa en Inter Miami

Tras cerrar un ciclo emblemático con el Barcelona (2004-2021), Lionel Messi desembarcó en 2021 en el Paris Saint-Germain con grandes expectativas, formando un tridente de lujo junto a Neymar y Kylian Mbappé. Sin embargo, tras dos temporadas y sin conseguir la ansiada Liga de Campeones, el astro argentino decidió continuar su carrera en la MLS con Inter Miami.
A sus 38 años, Messi vivirá este domingo en Atlanta un reencuentro único: enfrentará por primera vez a su exequipo, el PSG, en los octavos de final del Mundial de Clubes. Lo hará liderando un Inter Miami que, en teoría, está varios escalones por debajo del poderoso conjunto francés.
El duelo tendrá un fuerte componente emocional, pues Messi contará en el campo con viejos amigos y compañeros de Barcelona: Luis Suárez, Jordi Alba y Sergio Busquets, y en el banquillo estará Javier Mascherano, otro exculé y referente argentino.
Aunque el PSG no fue el escenario ideal para Messi —quien admitió públicamente no haber sido feliz en París—, su paso por la capital francesa lo coronó campeón mundial con Argentina en Catar 2022, un título que eclipsó su ausencia de la Champions con el club galo.
Messi y compañía buscarán sorprender a un equipo que, tras superar un tropiezo ante Botafogo, lideró su grupo y ahora recupera efectivos, como el atacante Ousmane Dembélé, recientemente reincorporado tras una lesión.
Además, el enfrentamiento supondrá otro duelo especial: Inter Miami se medirá al PSG dirigido por Luis Enrique, exentrenador de Barcelona y actual técnico parisino, bajo cuya dirección Messi y sus compañeros ganaron la Liga de Campeones y el Mundial de Clubes en 2015.
Con la experiencia de veteranos y el talento intacto de Messi, Inter Miami aspira a dar la sorpresa y avanzar en el torneo. Como dijo Mascherano: “En el fútbol nunca sabes lo que puede pasar”.