Internacionales
HISTORIAS: Niños migrantes centroamericanos y su dramático viaje por llegar a EE.UU.

Miles de personas provenientes en su mayoría de Centroamérica Cexponen cada año sus vidas atravesando México para encontrar una vida mejor en Estados Unidos, de entre las cuales cada vez hay más niños y adolescentes.
Julian Para Cortés, encargado del Centro de Atención al Menor Fronterizo (Camef) en la fronteriza ciudad mexicana de Matamoros, contó que en los últimos años se ha incrementado un 15 % el número de migrantes menores de edad.
La mayoría de los menores de edad que son atendidos en el Camef provienen de Honduras, Guatemala, El Salvador y Venezuela, países desde donde el año pasado han partido numerosas caravanas de migrantes para alcanzar suelo estadounidense.
De acuerdo con el Gobierno mexicano, cerca de 43,000 migrantes menores de edad viajan solos a través de México.
Ruth tiene 17 años y salió el pasado mes de mayo de su natal Honduras con destino a Virginia, en Estados Unidos.
Contó que las pocas oportunidades laborales en su país, además del contexto de violencia que se vive en la región, fueron factores determinantes para buscar una mejor vida en el extranjero.
Además, Ruth emprendió el viaje sola ya que no contaba con suficientes recursos económicos para pagar el viaje de toda su familia.
El viaje ha sido muy “duro” y “cansado” para Ruth ya que cuenta con cinco meses de embarazo. A pesar de esta condición, esta futura madre afrontó los riesgos de viajar de noche y pasar hambre, calor y frío.
Su odisea, sin embargo, se truncó recientemente en el norteño estado de Tamaulipas, donde fue capturada por agentes migratorios y trasladada al Camef, que esta gestionando su deportación a Honduras.
También será devuelto Eduardo, quien a sus 7 años ya ha recorrido junto a su tía los miles de kilómetros que separan Honduras de la frontera entre México y Estados Unidos, donde quería llegar para tener “una casa con alberca y una moto en la cochera”.
El pequeño se quedó a solo 15 minutos de intentar cruzar en lancha el fronterizo Río Bravo, donde hace unos días se ahogaron el salvadoreño Óscar Martínez y su hija Valeria cuando intentaban atravesarlo.
A Eduardo no le provocaba “ningún miedo” cruzar el río, algo que finalmente no sucedió ya que fue arrestado junto a su tía por parte de agentes migratorios mexicanos.
Con una enorme sonrisa en su rostro, el niño de 7 años cuenta las horas para volver a ver a su madre y a su hermano de 2 años, con quien desea jugar a las escondidas y a las abejas.
Salvadoreña.
Isabel, una salvadoreña de 15 años, no intentó llegar a Estados Unidos para reencontrarse allí con familiares, sino que emprendió el periplo para salvaguardar su integridad.
Cuenta con una tristeza inmensa en su rostro, que su vida iba bien hasta que su pareja decidió ingresar en una pandilla y todo se convirtió en un auténtico “infierno”.
Durante un tiempo, soportó maltrato físico y psicológico hasta que decidió huir de ese lugar.
Durante el trayecto de El Salvador a Estados Unidos, Isabel ha pasado mucha hambre, ya que solo comía una vez al día.
Además, narra con la voz quebrada que en México fue detenida por un policía pero su “coyote” (persona que le cobra a los migrantes para internarlos ilegalmente a un país) sobornó al agente para poder proseguir el camino.
Ya cruzando el municipio de Reynosa, en Tamaulipas fue detenida por autoridades de migración quienes les solicitaron su documentación y al no contar con ella, fue bajada del autobús para posteriormente ser trasladada a un centro migratorio.
Isabel no quiere regresar a su tierra porque tiene miedo de que su expareja cumpla su palabra de asesinarla. Por ello, piensa en refugiarse en alguna ciudad de El Salvador lejos de la capital, San Salvador, donde dice que corre peligro.
Desde octubre de 2018, se intensificó el flujo de miles de migrantes provenientes en su mayoría de Centroamérica que atraviesan México con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
A raíz de este éxodo, el presidente estadounidense, Donald Trump , anunció a finales de mayo la imposición de aranceles a todos los productos mexicanos como castigo por no frenar la migración.
Pero el 7 de junio se llegó a un acuerdo “in extremis” para evitar los aranceles que se ha traducido en el despliegue de miles efectivos de la nueva Guardia Nacional en la frontera sur y norte para controlar el fenómeno migratorio.
Internacionales
India envía elefantes a Japón a cambio de felinos y primates: expertos cuestionan el intercambio

Cuatro elefantes asiáticos —tres hembras y un macho— fueron trasladados desde el Parque Nacional de Bannerghatta (BBP), en el sur de India, hacia el parque zoológico Himeji Central, ubicado a unos 100 kilómetros al este de Osaka, Japón. El traslado, realizado la semana pasada, requirió el uso de cajas especialmente diseñadas y grúas para embarcarlos en un avión de carga.
A cambio del envío, el parque de Bannerghatta recibirá una variedad de especies exóticas: cuatro guepardos, cuatro jaguares, cuatro pumas, tres chimpancés y ocho monos capuchinos de cabeza negra, según informó el diario New Indian Express.
La iniciativa, sin embargo, ha generado críticas por parte de ambientalistas y expertos en conservación. El biólogo indio Ravi Chellam, especialista en protección de fauna silvestre, expresó su preocupación, señalando que los zoológicos deberían albergar únicamente especies nativas de su región. “Los elefantes no son nativos de Japón, así como los jaguares y guepardos no lo son de Karnataka”, advirtió.
Esta no es la primera vez que India participa en un traslado internacional de grandes mamíferos. En 2022, ocho guepardos fueron transportados desde Namibia a India como parte de un ambicioso plan del primer ministro Narendra Modi para reintroducir la especie, desaparecida en el país desde hace más de 70 años. Sin embargo, varios de esos animales murieron poco después, generando dudas sobre la viabilidad del proyecto.
Según medios locales, los elefantes de Bangalore fueron entrenados durante seis meses para adaptarse al complejo proceso de traslado. No obstante, organizaciones defensoras de los animales, como PETA, han señalado que el viaje aéreo, especialmente en la bodega de un avión, debió ser extremadamente estresante y aterrador para los paquidermos.
Este tipo de intercambios entre zoológicos suelen estar orientados a fomentar la diversidad genética, mejorar la experiencia educativa del público y fortalecer la colaboración internacional en conservación. No obstante, críticos insisten en que estas prácticas deben priorizar el bienestar animal y el respeto a los ecosistemas naturales de cada especie.
El debate reabre la discusión sobre el papel que deben cumplir los zoológicos modernos y hasta qué punto los intercambios internacionales de fauna exótica contribuyen a la conservación o simplemente refuerzan la visión del animal como atractivo turístico.