Ciencia
India es el primer país en aterrizar en el polo sur de la luna

Esta mañana India hizo historia, cuando su misión espacial Chandrayaan-3 logró posarse en la Luna, una hazaña que sólo cuatro países en el mundo han cumplido. Pero a diferencia de Estados Unidos, Rusia y China, la nación india logró hacerlo en el polo sur de nuestro satélite natural.
Lanzada el 14 de julio último, la misión vivía una especie de carrera espacial moderna contra la misión rusa Luna-25, que despegó el pasado 11 de agosto, y también buscaba alunizar y ser la primera en alcanzar el polo sur de la Luna. Pero el accidente que sufrió la nave rusa esta semana despejó el camino para que India hiciera historia con Chandrayaan-3.
La misión de 75 millones de dólares fue un desafío para India, que tan solo cuatro años atrás y en plena pandemia de coronavirus, experimentó en 2019 un fracaso similar al vivido por Rusia hace dos días, cuando su misión Chandrayaan-2 también acabó estrellada contra la superficie lunar por problemas técnicos durante la etapa de alunizaje, un momento crítico y de muy difícil resolución. La actual nave fue diseñada con una visión precavida en su desarrollo para adelantarse a cualquier error, y varias mejoras en su sistema de aterrizaje tras el fracaso de su predecesora.
Para ello, los científicos de la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) han revisado todos los fallos involucrados en el frustrado alunizaje de la misión previa: Chandrayaan-2, hace cuatro años, y han adoptado un enfoque pesimista para garantizar el éxito de la misión.
“En lugar de un diseño basado en el éxito, ISRO optó esta vez por un diseño basado en fallas. ¿Qué es todo lo que puede fallar y cómo podemos protegerlo?”, afirmó a los medios el presidente de la agencia espacial, S. Somanath, a principios de esta semana, durante el Congreso del Espacio de la India, en recuerdo de Chandrayaan-2, lanzada al espacio el 22 de julio de 2019, que luego perdió todo contacto con la Tierra durante la maniobra de alunizaje el 6 de septiembre de ese año, propiciando que se estrellase contra la Luna. Solo el orbitador, que había sido desplegado antes, siguió en funcionamiento.
“Se trata de un hecho histórico. India no solo se convierte en otro país en alunizar suavemente, sino que lo hace en el polo sur, un lugar extremadamente difícil de llegar”, afirmó a Infobae Diego Córdova, historiador argentino e investigador de las misiones espaciales.
“Para haber logrado llegado a la Luna, India debió realizar varias maniobras previas en la órbita terrestre para darle impulso a la sonda Chandrayaan-3. Y luego también tuvo que hacer más maniobras para lograr una órbita lunar y programar el descenso en la región sur de nuestro satélite natural”, agregó el experto, autor de “Huellas en la Luna”.
Córdova aseguró que fue clave que India ya contara con una nave orbitadora alrededor de la Luna, que era parte de la misión previa de 2019 Chandrayaan-2, cuyo módulo lunar terminó estrellándose.
“Fue fundamental contar con esa nave orbitadora que funcionó de enlace de comunicación entre la Tierra y Chandrayaan-3 para lograr un alunizaje suave y efectivo. No solo aprendieron de sus errores, sino que perfeccionaron la misión espacial actual, ya que la nueva nave que ya está posada en la Luna para recabar datos científicos, tiene un pequeño rover dentro que en los próximos días comenzará a recorrer la superficie”, amplió el experto y conocedor espacial.
Esta vez, y gracias a la información proporcionada por dicho orbitador, el equipo ha identificado una zona más extensa del polo sur de la Luna donde pudo finalmente alunizar, al mismo tiempo que ha reforzado las patas de la sonda para que soporte mayores velocidades al impactar contra el suelo lunar.
La ISRO también ha cargado más combustible en el cohete Vikram que impulsó la sonda para tener mayor margen de maniobra.
“Incluso, le hemos agregado paneles solares adicionales para garantizar que la sonda genere energía sin importar cómo aterrice y se han corregido fallos de software”, había manifestado Somanath en las últimas semanas.
En los próximos días, la sonda india, que está compuesta por un módulo de aterrizaje y un explorador, elaborará experimentos científicos en esta región inexplorada y recabará datos sobre la composición mineral del satélite y la presencia de agua en esta región de la Luna.
Precisamente, la primera misión espacial de la India a la Luna, lanzada en 2008, descubrió evidencia directa de agua en la Luna y los datos que recabó durante más de 3.400 vueltas al satélite durante las que no llegó a alunizar.
Aunque cuenta con una fracción del presupuesto de otros programas espaciales como la NASA (con unos 25.300 millones de dólares el último año fiscal frente a los 1.500 millones de dólares de la agencia espacial india), la ISRO ha enviado misiones a la Luna y Marte y se ha labrado una reputación gracias a sus económicos lanzamientos de decenas de satélites.
Ciencia
Se abre en Ginebra una nueva oportunidad para un tratado contra la contaminación plástica

Del océano al cuerpo humano, ¿comenzará el planeta a «desplastificarse» a orillas del lago de Ginebra?
Representantes de unos 180 países se reúnen desde el martes en Suiza para una nueva y crucial ronda diplomática que ambiciona el primer tratado mundial para eliminar la contaminación plástica.
En un contexto de fuertes tensiones geopolíticas y comerciales, esta sesión adicional de diez días, denominada INC-5.2, fue convocada tras el fracaso en diciembre de la ronda celebrada en diciembre en Corea del Sur, presidida por el diplomático ecuatoriano Luis Vayas Valdivieso.
Un grupo de países productores de petróleo bloqueó entonces cualquier avance, y hay mucho en juego.
Si no se hace nada, el consumo mundial de plástico podría triplicarse de aquí a 2060, según las proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Además, la cantidad de residuos plásticos en el suelo y en los cursos de agua, desde las cimas de las montañas hasta los océanos, se duplicará en 2040, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que coordina las negociaciones de la ONU.
La situación es aun más dramática: el planeta produce actualmente 460 millones de toneladas de plástico al año, la mitad de las cuales son de un solo uso. Y recicla menos del 10% de los residuos plásticos.
Al descomponerse en micro y nanoplásticos que contaminan los ecosistemas, los polímeros penetran en la sangre y los órganos humanos, según estudios recientes.
Las consecuencias, aún desconocidas en gran medida para la salud de las generaciones actuales y futuras, son denunciadas por un grupo de unos 450 científicos de 65 países que siguen los debates.
«Bosquejo» de tratado
A pesar de la extrema complejidad de la negociación, que afecta a intereses antagónicos -productos químicos o desarrollo económico frente a medioambiente y salud-, «es muy posible salir de Ginebra con un tratado», declaró esta semana a la prensa la danesa Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA.
El ecuatoriano Valdivieso publicó tras el fracaso anterior en la ciudad surcoreana de Busan un proyecto de texto con más de 300 puntos de desacuerdo que deberán negociarse hasta el 14 de agosto, antes de llegar a un tratado.
Lo más difícil es incluir (o no) una limitación de la producción de plásticos nuevos, señala Saeed Hamid, miembro de una coalición que agrupa a 39 Estados insulares. Países petroleros como Arabia Saudí, Irán o Rusia no quieren ni oír hablar de esa posibilidad.
Otro punto espinoso es la elaboración de una lista de productos químicos considerados «problemáticos» para la salud o el medioambiente: los PFAS -conocidos como ‘contaminantes denominados eternos’-, los disruptores endocrinos, los ftalatos y los bisfenoles, entre otros.
«Nadie quiere ver un INC-5.3, nadie. (…) Así que la vía de escape más probable es un bosquejo al que se le llamará tratado, pero que necesitará financiación, agallas y alma para ser realmente eficaz», dijo a la AFP Bjorn Beeler, director de la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes (IPEN), con sede en Suecia.
«El contexto es difícil», añadió una fuente diplomática bajo anonimato, «ya que no se puede descartar por completo lo que está sucediendo en otros ámbitos del multilateralismo, como el nuevo papel de Estados Unidos o los BRICS, que están trabajando para reorganizarse».
Ciencia
Una niña se queja de dolor de oído y los médicos encuentran cientos de garrapatas dentro

Una mujer de la ciudad malasia de Malaca llevó a su hija al hospital porque le dolía el oído y el médico encontró cientos de garrapatas dentro, informan medios locales citando una historia publicada por la propia madre de la niña en sus redes sociales.
La pequeña Hayfa se quejaba de dolor en el oído, pero su madre, Aqila Nasir, no encontró nada anormal al alumbrarle la cavidad auditiva con una linterna, por lo que no vio necesario llevarla al médico en ese momento. Al día siguiente, la niña estaba aletargada y se quejaba de dolor no ya solo en el oído, sino también en el cuello, por lo que Aqila de nuevo se lo examinó. En esa ocasión vio unos puntos negros, y entonces sí llevó la niña al doctor.
Cuando una especialista examinó a Hayfa, observó que dentro del oído había un centenar de garrapatas. La doctora utilizó una cámara para mostrarle a la paciente y a su madre multitud de pequeños puntos negros esparcidos por todo el canal auditivo. A la niña le limpiaron la oreja, eliminando poco a poco todas las garrapatas. Quitar insectos de dentro del oído es un proceso doloroso, pero la niña lo toleró con normalidad.
Según la madre, a Hayfa le dijeron que tomara analgésicos y la enviaron a casa. Tras el incidente, ocurrido la semana pasada, Aqila instó a las madres a escuchar siempre a sus hijos si dicen que no se encuentran bien. Sin embargo, señaló que sigue sin entender cómo pudieron entrarle garrapatas al oído, ya que la niña siempre lleva hiyab cuando juega al aire libre. Al mismo tiempo, indicó que la médica le preguntó si tenían gatos en casa, suponiendo al parecer que los insectos podían proceder de ellos.
Ciencia
El lago Kivu en África esconde un gas mortal en sus profundidades y podría asfixiar a miles de personas si explota

El lago Kivu, conocido por su belleza natural y tranquilidad superficial, esconde una amenaza potencialmente letal bajo sus aguas. Este cuerpo de agua, compartido entre Ruanda y la República Democrática del Congo (RDC), contiene enormes cantidades de dióxido de carbono y metano. Su configuración geológica única lo convierte en un candidato para una erupción límnica, fenómeno que podría liberar vastas nubes de gases tóxicos y asfixiar a millones de personas.
National Geographic informa que el fondo del lago Kivu contiene aproximadamente 300 km³ de dióxido de carbono disuelto y 58 km³ de metano. El ingeniero y fundador de Hydragas Energy, Philip Morkel, declaró a esta plataforma: “Cuando el lago alcance el 100% de saturación (y actualmente está en algún punto por encima del 60%) entrará en erupción espontáneamente”. Comparó este fenómeno con una olla de agua hirviendo, tranquilamente amenazante hasta que empieza a burbujear.
Proyecto KivuWatt: entre la explotación y la seguridad
Para mitigar este riesgo y al mismo tiempo aprovechar los recursos del lago, el gobierno de Ruanda ha autorizado a la empresa británica ContourGlobal implementar el proyecto KivuWatt. Básicamente, se extrae el agua de cierta profundidad por debajo del límite de gradiente de densidad, donde se encuentra el agua rica en gas, y en la superficie, se separa el agua del CO2 y el metano. Luego, el agua desgasificada se devuelve al lago. Esta iniciativa actualmente aporta 26 megavatios de energía a la red eléctrica de Ruanda.
Sin embargo, algunos investigadores advierten que este proceso podría desencadenar la misma erupción límnica que se pretende evitar. Surge un debate sobre los métodos más seguros para la extracción del gas. Sergei Katsev, limnólogo de la Universidad de Minnesota Duluth, mostró sus reservas señalando que “es un compromiso entre seguridad y explotación comercial a largo plazo”.
Un debate entre científicos
La revista Nature añade más al debate científico. Informaron que el lago Kivu podría liberar el equivalente a entre 2 y 6 gigatoneladas de carbono en un solo día, aumentando el riesgo de una crisis humanitaria sin precedentes. En una reciente erupción volcánica del Monte Nyiragongo en 2021, se evitó por poco una liberación masiva de gases del lago. Dario Tedesco, un vulcanólogo que trabaja en Ruanda, expresó su preocupación respecto a la seguridad en la región, mencionando que “la combinación de gases subterráneos y actividad volcánica crea un potencial significativo para múltiples desencadenantes”.
El peligro de la metanización
El proceso de extracción de metano no está exento de controversia. Mientras que algunos expertos creen que la extracción a pequeña escala es manejable, otros, como Finn Hirslund, advierten sobre “destruir el gradiente principal” del lago, lo que podría aumentar el riesgo de una erupción catastrófica. La metodología actual utilizada por KivuWatt ha provocado inquietudes sobre su impacto a largo plazo en la estructura del lago.
Martin Schmid, investigador del Instituto Suizo de Investigación sobre el Agua y el Medio Ambiente, explicó a National Geographic que “aunque sabemos que el proceso de desgasificación cambia la estratificación del lago, no creemos que esto sea realmente un problema, pero las predicciones nunca son del todo correctas”. Esta declaración subraya la incertidumbre científica en torno a los efectos del proyecto de KivuWatt.